Yachting. Los Saubidet: UNA FAMILIA PASADA POR AGUA

 

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TABLETA17/10/13. Bautista y Fran Saubidet Birkner, con los más encumbrados windsurfers en la competitiva categoría Techno 293. Su coach es su papá Raul, el múltiple campeón y Celina -la hermana menor- también navega y es campeona argentina. Maggie Birkner, la mamá, fue representante olímpica de esquí. Ellos nos cuentan cómo es compartir la pasión por el deporte, competir a tan alto nivel y develan el secreto de una familia pasada por agua: “Nuestro jardín, continúa en el río”, dice Raúl.

 

 

 

Hasta Perú Beach, en el bajo de Acassuso, se llegaron los otros días una veintena de jóvenes deportistas, los más destacados del momento, en disciplinas tan variadas como atractivas, para compartir sus logros y experiencias. En el grupo que reunía a nadadores, taekwondistas, palistas, atletas y fondistas no faltaban los windsurfistas Francisco, Bautista y Celina Saubidet, hijos del legendario Rául Saubidet, multiple campeón de la especialidad y de Maggie Birkner, una consumada esquiadora, campeona argentina de esquí alpino, que supo participar de los juegos olímpicos. La pregunta se imponía, de tal palo… tales astillas y Raúl enternecido convierte a los brazos en abarcativo spi, así contiene a los tres, y apoyándose en sus hombros, suelta: “Uno muchas veces sueña, planea con que tu hijo va a continuarte, pero pocas veces se da. Mis hermanos -por ejemplo-, tienen hijos también y de mis sobrinos ninguno navega. Los hijos de Santiago (por Lange, su cuñado casado con la hermana de Raúl, múltiple campeón y diseñador de Optimist), el más grande y el chiquito sí lo hacen, pero los otros no. Te podría decir que el secreto tal vez está en que los supimos esperar, también podrían haber sido esquiadores como la mamá”. Y los tres, al rato, confiaron que los apasionaban las dos actividades, pero viviendo al lado del río, no dudaron en seguir la corriente. “Para nosotros nuestro jardín se prolonga en el río –asegura Raúl-. Este es un lugar inigualable, un paraíso, al lado tenés la reserva (señala Ribera Norte) con sus animales que de tanto en tanto nos visitan. Muchos hablan del Caribe, al que conozco, pero en realidad no tenemos nada que envidiarle. Amo este río color de león”, dice. Descubra en esta nota, el paraíso de estos Robinson locales, una familia que hace culto al deporte y el aire libre, conoce como pocas los secretos del viento y defiende la costa natural que supimos preservar.

 

 

raul con gustavoCon el pelo bastante encanecido, como debe ser, mirada directa y ese bronceado que sólo saben dar no pocas horas en el río de la Plata filando y cazando cabos, a los cuarenta y tantos Raúl Saubidet puede representar el paradigma del sanisidrense exitoso: éxito en esa meca del wind que es Perú Beach, éxito en su profesión y hobbie, el deporte de la vela y éxito, en lo más importante, la familia.

 

 

Los Saubidet son familieros por definición y han sabido brillar en todo aquello que encararon a fuerza de alta dosis de talento, perseverancia y continuidad en el esfuerzo. “Provengo de una familia que lleva el deporte en la sangre –cuenta Raúl-. Tengo tías que fueron campeonas mundiales de saltos ornamentales. Mi abuelo y mi papá nos entusiasmaron con la vela, no competían pero participaban en muchos cruceros y travesías a Uruguay. Los Saubidet de mi generación somos 6 varones y 3 mujeres. Con mi hermano Julio fuimos campeones mundiales de Cadet. Mi otro hermano, Miguel junto a Lange, subcampeones mundiales de Optimist y luego campeones de Cadet en Argentina. Cristóbal uno de los más chicos, campeón mundial de Snipe. Y las chicas…una se casó con Lange, está visto que no podemos vivir lejos del agua” (ríe).

 

 

La charla se desovilla en la confitería de Perú Beach, en una lluviosa tarde de esta irregular primavera al cabo de un encuentro promovido por la comuna para agasajar a sus deportistas del momento, aquellos que cosecharon importantes logros. No faltaban consagrados nadadores como Nicolás Deferrari o María Sol Martín, la atleta Catalina Mainardi, los chicos de la escuela de taekwondo de los campos de deportes muncipales, la nadadora trasplantada Sandra Pawliska, vecina del Bajo, palistas del seleccionado argentino de canotaje y los notables winsurfers hijos de Raúl: Francisco, medalla de Oro en los Odesur de Lima, Campeón Sudamericano y Argentino y ganador de los recientes Juegos de la Juventud; Bautista actual Campeón Europeo, sexto en el mundial de Chipre y campeón Argentino en su clase y Celina, Campeona Nacional y Sudamericana, ocupó las posición 22 en el Mundial.

 

 

FAMILIA DE NÁUTAS. Como muchos, los Saubidet hicieron sus primeros pininos en el agua en el Bajo de Acassuso y obviamente en el Náutico San Isidro, institución que ha cobijado a distintas generaciones.

 

 

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Bautista, el más extrovertido de los tres, arrancó contando cómo fueron los inicios. “Empecé a navegar en el club cuando tenía 10 años. Le pedí a papá que me enseñara el abecé y ese mismo fin de semana, estaba subido a una tabla haciendo las primeras maniobras en el río. A los días se le ocurrió a Fran –todo lo que hago yo lo hace él-, comenzó entre los 7 u 8 años y, al poquito tiempo, empezó mi hermana”, relata.

 

 

Se sabe, que el de la náutica, fue durante muchos años, casi con exclusividad, un mundillo de hombres. Es más, una vieja tradición marinera hasta aconsejaba no llevar mujeres a bordo, porque indicaban que podía ser señal de mal augurio, por aquello de los corsarios y las cautivas, sin embargo Celina no tuvo problemas de mantenerse a flote y lo hizo respaldada por la sabiduría de papá. “Al principio miraba desde el bote, nos veía correr las regatas y no quería saber nada –cuenta Bautista-. Y de pronto, le picó el bichito: la verdad que aprendió rápido. Tanto tiempo escuchando a papá y diciéndonos navegá así navegá asá, que levantó la vela y ya la tenía clara”, señala orgulloso.

 

 

“Él (por Raúl) nos enseñó todo, lo que aprendimos lo sabemos por sus consejos, nos reveló la técnica” –interviene Fran al tiempo que cuenta que en los campeonatos la táctica, ese arte de tirar los mejores bordes para desarrollar la mejor estrategia de regata “nos la deja a nosotros”.

 

 

Mamá Maggie Birkner se suma a la charla y explica que tamaña pasión de sus hijos no le llama la atención. “Toda mi vida hice deporte en la montaña, fui campeona argentina en esquí alpino, deportista olímpica y amante de las motos”, describe esta mujer que entiende que San Isidro cuenta con un diferencial muy importante en lo deportivo que hace al respeto por el verde. “Ese estrecho contacto con la naturaleza te invita a hacer deporte –plantea-. Yo vine de Bariloche y al poquito tiempo me enamoré de la zona. Le dije a Raúl; ‘Me siento como en casa’. Y la verdad, jamás pensé que existiese un lugar que me gustase tanto como el mío. En definitiva, mis hijos nacieron en San Isidro, en el Sanatorio San Lucas, van a colegios por acá, son socios del Náutico… Todo este verde es lo que hace que tan tanta gente los fines de semana salga a correr, a remar, a navegar, es ideal. Acá no podés quedarte quieto”, asegura.

 

 

Instantes antes durante el agasajo, el Intendente Gustavo Posse valoraba la entrega de los deportistas – “Nosotros sabemos que muchos de ustedes se levantan y empiezan 3 horas antes el día que el resto para poder entrenar y sus jornadas se prolongan bastante más para bajar marcas y mejorar las performance”, describía mientras destacaba que estar en el sur del continente, por la condición de periferia y el dilema de los traslados, muchas veces hace a dar ventajas. “”Estar en esta parte austral del mundo es dar ventaja”, confesaba y dejaba en claro que el deporte tiene un rol eminentemente educativo, templa el espíritu y les crea a los jóvenes “una estructura de valores que los forma y prepara para la vida”.

 

 

Con todo, tanto Fran como Bautista, estimaron que empaparse en el dominio de la ola corta que tiene el Plata los ayuda en otros escenarios. “Acá aprendés a descubrir cómo se comporta la corriente, descifrás las crecientes y las bajantes, la ola corta, los cambios de viento”, aporta Raúl en su rol de formador. El hombre, visionario como pocos, supo fundar junto a un puñado de amigos uno de los principales paradores dedicados a la vela ligera, los deportes acuáticos y porque no, extremos también y a la guardería más antigua.   Allí junto a una naturaleza pródiga en verde, descansan unas 300 tablas en sus respectivas camas y atesora cerca de un centenar de barriletes de kites, el deporte del momento. No faltan los kayaks para una travesía de aventura, tal vez con la luna como telón de fondo, el muro con sus boulders para animársele a la escalada deportiva, la pista de skate y la cancha de roller hockey. Mucha vida sana, un ambiente familiar y mucho deporte junto al río es la propuesta de Perú Beach.

 

 

Esto fue inventado para la familia, como una apuesta a lo no convencional –explica-. Hace más de 20 años con mi mujer tomamos este lugar que sólo tenía dos canchas de fútbol, dos de paddle y un gimnasio cerrado y nos sentamos en el bar a ver qué podíamos hacer. Nos reunimos con gente entendida en escalada y levantamos el muro; con un jugador de roller hockey y abrimos la cancha; luego vino el skate, la renovación del gimnasio y fuimos creciendo porque la gente pedía más – evoca-. Hoy es un centro integral del deporte que cuenta –además- con locales comerciales, un spa, peluquería, pilates, un buen gym y una vista al río incomparable”.

 

 

“NUESTRO JARDÍN, CONTINÚA EN EL RÍO

 

Lo cierto es que en un par de de cuadras que atan el bajo de Acassuso con el de Martínez existe la mayor cantidad de camas para guardar tablas, kayaks, kites y muchos la quieren denominar la Capital Nacional de la Vela Ligera. “Para nosotros sería un regalo inmenso, porque no existe en el mundo un lugar así. En ninguna parte se cuentan las tablas, que hay en menos de dos cuadras, ni la cantidad de gente que nos visita todos los fines de semana para meterse al agua y aprender a navegar, ya sea en kayak o con la tabla. Este es un lugar soñado, al lado tenés la reserva con sus animales que, de tanto en tanto, nos visitan”, cuenta. Y, sin mediar más, da pistas de porqué los chicos se entusiasmaron con el windsurf como él, en esa suerte de legado. “Nosotros como responsables de Perú Beach, de inmediato entendimos el lenguaje del lugar, defendemos el verde y nuestra construcción apela a la madera. De alguna manera como decía Gustavo (por Posse) hace un ratito hay algunos que para practicar deportes tienen que ir en busca de una pileta, ya sea en el club o en el campo municipal de deportes. Nosotros tenemos todo en el jardín de casa. Nuestro jardín continúa en el río y Perú Beach es un lugar que es sinónimo de actividad plena al aire libre”, define.

 

 

 

Fran dice entonces que  en una semana todos parten rumbo a Italia y después a Israel a correr el Europeo. “Contamos con apoyo del ENARD, costeándonos los pasajes y también con el respaldo del municipio brindándonos toda la infraestructura, sin lugares como Perú Beach o los campos deportivos municipales es difícil formarse”, resume el chico y sus ojos entusiasmados y vidriosos se funden en los de su padre. Es allí en ese guiño cómplice, cuando el mensaje adquiere su inevitable dimensión, la de un legado de esfuerzo, la de una herencia de constancia hasta alcanzar los objetivos, en esta suerte de familia pasada por agua, amante del sol, la vida sana, la naturaleza y el deporte, donde aquella pasión de los padres, comienza a ser el sueño de los hijos y convertirse, con el paso del tiempo, en el propio sueño. Para que aflore, como aconseja el exitoso Raúl, “solo hay que saberlos esperar”..