11/9/12. Dentro de la gran carpa azul y amarilla instalada en el Complejo Alrío, en Vicente López pasa de todo. Una historia que retoma el mito clásico de Icaro es la excusa para que se despliegue la maravilla. El viernes último tuvo lugar la premier de “Varekai”, el espectáculo del Cirque du Soleil que ya ha sido visto por más de 8 millones de personas en todo el mundo. Muchas figuras contemplaron esta fantástica producción que fusiona el arte dramático y la acrobacia, como Zaira Nara, Flor de la V, Cathy Fulop, Sebastián Estevanez, Reina Reech, Juanita Repetto, Mirtha Legrand, Peter Lanzani, Patricio Giménez, Marley, Nico Riera, Mariano Iúdica y Julieta Díaz, Graciela Alfano, entre otras Y no faltaron celebrities acompañados por sus hijos, como Maru Botana, Andrea del Boca, Dolores Barreiro, Federica Pais, Georgina Barbarossa, Martín Seefeld, por mencionar algunos.
El circo es mostrar la proeza y esperar el aplauso. Lograr lo imposible y pararse, orgulloso, a recibir la merecida ovación. Es el riesgo. El truco siempre puede fallar. Es tener al espectador en vilo, pendiente de que la hazaña no se manche. Y si eso pasa, igual vale. Es peligro. Es lograr que el público sufra por la integridad física del artista. Es alegría y asombro. Es atrapar, despertar admiración y provocar la risa.
Varekai, el espectáculo que el Cirque du Soleil trajo esta vez a Argentina, y se estrenó este viernes por la noche, es todo eso. Este circo estilizado conserva los elementos fundamentales del género. Con acróbatas, payasos y malabaristas. Sin los animales del circo tradicional. Pero con la misma esencia.
Dentro de la gran carpa azul y amarilla instalada en Vicente López pasa de todo. Una historia que retoma el mito clásico de Icaro es la excusa para que se despliegue la maravilla. Un joven que cae del cielo se encuentra con un mundo mágico, y su viaje tiene un final feliz.
Desde el principio, deslumbra el vestuario. Impacta la puesta, que todo el tiempo busca formar imágenes como para fotografiar. Los personajes, dramáticos, grandilocuentes, llenan todo el espacio con su expresividad desbordante, según consigna TN.com.ar.
Trapecistas que, literalmente, vuelan, asegurados sólo con un punto de contacto; acróbatas que parecen de goma, se tiran contra elásticos y ruedan por el aire; una contorsionista cuyo cuerpo parece no tener límites; un malabarista que hasta hace juegos con la boca; bailarines, personajes voladores, payasos devenidos en magos o cantantes fracasados, payasos clásicos, malos pero queribles; música en vivo que acompaña cada número con la armonía justa. Un despliegue de talento y recursos técnicos empleados de la mejor manera.
Varekai significa “en cualquier lugar” en la lengua romaní de los gitanos; pueblo nómada, como los artistas del circo. Esta vez, este circo estará en Buenos Aires hasta el 23 de septiembre, y por unos días, por unas horas, lo que parece imposible se hará posible a la espera del aplauso.