SAN ISIDRO. El Museo de Dinoia ya tiene su isologo y sede. DONDE HABITAN LAS PALABRAS
7/04/10. El Museo de la Palabra, que reúne una importantísima colección de audios de célebres personalidades, aparatos, fotos y documentos, será reinaugurado en el casco histórico de San Isidro. Ese importante archivo que hace a la memoria colectiva de los argentinos que fuera acopiado con minuciosa paciencia por el desaparecido vecino Jorge Cayetano Dinoia fue donado al municipio sanisidrense, como su celoso custodio. La comuna organizó un concurso para darle al Museo un sello distintivo: nada menos que un isologo que sea su marca registrada el cual fue elegido por un jurado de notables. El intendente Gustavo Posse junto a los autores del trabajo ganador que identificará al Museo de la Palabra, Florencia Russo y Néstor Ocampo, y la directora general de Cultura, la siempre eficiente Eleonora Jaureguiberry. El Museo funcionará en el Tren de la Costa.
El Museo de la Palabra, que reúne una importantísima colección de audios de célebres personalidades, aparatos, fotos y documentos, será reinaugurado en el casco histórico de San Isidro. Pero antes de ello, hasta el próximo domingo 11, en las instalaciones del Concejo Deliberante sanisidrense (25 de Mayo 459, San Isidro) se exhiben los trabajos elaborados por estudiantes de tercer año de Diseño Gráfico de la UBA, en busca del isologo del museo. La muestra fue abierta ayer por la tarde, con la presencia del jefe comunal, Dr. Gustavo Posse.
De los trabajos presentados, fue elegido por el jurado el presentado por Florencia Russo y Nestor Ocampo, quienes conformaron el grupo dos y fueron notificados de ello en el acto de presentación realizado este en la víspera en el Deliberativo.
De la ceremonia participaron, además del Intendente Posse, la titular del legislativo, Rita Kuzis, la directora general de Cultura comunal, Eleonora Jaureguiberry, el arquitecto Jorge Defilipis, docente de la cátedra de los jóvenes participantes, además de los jurados Florencia Braga Menéndez, directora General de Museos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; la arquitecta Graciela Suen, catedrática de la Universidad de Buenos Aires, y Alexis Dinoia, director del Museo de la Palabra e hijo del paciente emprendedor Jorge Dinoia, ya fallecido.
El Dr. Posse expresó en su discurso que este proceso de gestación de la nueva marca distintiva fue vivido “con plena felicidad porque además se trata de una etapa, la de selección de la marca institucional, como parte de un proceso que fue muy cuidado, que el creador del museo no pudo ver en vida”.
UN LUGAR PARA EL MUSEO
“Creo que en el caso de Dinoia – observó-, cuando yo me inicié en la función pública, sabía de su lucha para que el Museo saliera de su casa particular y trascendiera. Se llega a esta concreción de una forma por demás seria, como es el de llegar a un lugar en el casco histórico, en el circuito turístico sanisidrense, junto al Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal, al Museo Pueyrredon, a Villa Ocampo.”
“Mi padre quería que yo continuara con el Museo con el mismo empuje con el que él empezó en la década del ’60 y gracias al municipio de San Isidro que se ha interesado en todo esto, permitirá que las puertas de esta casa estén abiertas para todos, para que, como quería mi padre, se difundiera la cultura, el conocimiento, como él lo hizo durante 40 años. Gracias al Dr. Gustavo Posse y al Dr. Polinesi por su ayuda en todo esto”, dijo emocionado Alexis Dinoia, director del Museo de la Palabra.
“La mayor dificultad que tenía el trabajo –señaló el arquitecto Defilipis- era poder identificar el tema porque no era ni la palabra escrita y no había un objeto claro. En la investigación que hicimos a principio de año surgió que la comunicación era el tema y de allí que la marca ganadora redondea ese tema. La propuesta es sumamente estética y novedosa. Hubo 70 trabajos provenientes de grupos de 2 y 3 personas, de los cuales surgió la marca ganadora”.
CON LA COMUNICACIÓN COMO PREMISA
“Primero debimos saber cuál era el valor principal del Museo, si el hecho histórico de una grabación o lo que se decía. Supimos que lo importante era la palabra, lo que se decía, y vimos que el diálogo la comunicación entre las personas era el camino. De ahí fue surgiendo la idea que trabajamos. Al principio surgieron muchas ideas basadas en objetos que permiten escuchar, parlantes, equipos, gramófonos, pero se definió por la comunicación”, explicaron Nestor Ocampo y Florencia Russo, los creadores de la marca ganadora.
Por su parte, Florencia Braga Menéndez ponderó el trabajo ganador por “su calidez, su amabilidad, a la afectividad de la palabra con la imagen de un hombre que le habla a otro hombre. Por otra parte, todo el desarrollo gráfico para vía publica, pensado para un niño, un hombre de edad intermedia y un anciano, me pareció adecuado porque los museos deben trabajar por una audiencia total. Me gustó mucho todo, sentí que no eran snobs, que era tierno, gentil”.
La directora general de Cultura de la comuna, Eleonora Jaureguiberry, anticipó que el Museo ya tiene sede, en la estación San Isidro del Tren de la Costa, y que está concluído el estudio técnico para proceder a la digitalización de todo el material para facilitar su acceso y para su preservación.
PATRIMONIO DEL MUSEO
El Museo comprende una valiosa colección de grabaciones en distintos soportes de las voces de los artistas y personajes históricos más relevantes de los siglos XIX y XX. Esta colección se completa con fotos, documentos y aparatos reproductores de diversos orígenes. Por su valor histórico y patrimonial fue distinguido con el Diploma de Honor de la Agrupación San Isidro Tradicional, con el Cóndor de Plata del Rotary Club Internacional, y con los auspicios de la UNESCO y de Naciones Unidas.
La colección, reunida por Jorge Dinoia, fue donada a la Municipalidad de San Isidro por su familia luego de su fallecimiento. El visitante podrá encontrar allí grabaciones en pasta y en alambre con sus respectivos reproductores; entre otros aparatos, encontrará un fonógrafo -inventado por Edison en 1877-, un gramófono Víctor de 1903 y una victrola de 1925. El Museo de la Palabra cuenta con 1.200 horas de grabaciones, 150 videos culturales, una colección de cilindros de cera desde 1898 hasta 1920, 600 discos acústicos grabados antes de 1926 en forma mecánica, grabaciones en alambre, un grabador Western Chicago, grabaciones en papel y discos Berliner firmados, además de micrófonos y recuerdos del viejo Buenos Aires.
Las voces de Edison, Wilde, Sartre, Marconi, Dalí, Villoldo, la Madre Teresa, Mascagni y Unamuno son protagonistas de este museo que se reinaugurará en el casco histórico de San Isidro y será de acceso libre y gratuito.
1.200 horas de audio: Con las voces de Thomas Alba Edison, Papa León XIII, Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou, Victoria Ocampo, Ortega y Gasset, piano de Isaac Albéniz, piano de Ludwig van Beethoven, Oscar Wilde, Jean Paul Sartre, Federico García Lorca, Benito Mussolini, Winston Churchill, Lenin, Joseph Stalin, John Fitzgerald Kennedy, Ricardo Balbín, Juan D. Perón, Miguel de Unamuno, y distintas versiones del Himno Nacional, entre otros.
170 cassettes de video: Con biografías de Edison, Mahatma Gandhi, Einstein, Gugliermo Marconi, Jonas Salk, Madre Teresa, la Historia del ballet ruso, la misa de coronación del Papa Juan Pablo II, Salvador Dalí, Henry Miller, Balbín, Historia del Tango, Dr. Luis Agote, inauguración del Teatro Colón, Futbol de Ases, entre otros.
Cilindros de cera: Angel Villoldo, Mandolina, Romance, Banda de Policía, Tosca, Dubriganti, La Princesa del Dólar, Merina, entre otros.
Aparatos: Victrolas de pie, gramófonos, fonógrafo, amberola, victrola portátil, grabador de alambre, reproductor de cinta de papel, winco, radio, radio a galena, caja de música, micrófonos.
Discos de pasta: La Totora, Roberto Firpo, La Cumparsita, Aire Gitano, Sueño Florido, Tosca, Doña Francisquita, Joyas Musicales, Himno Nacional Argentino, La Serenata, Batalla de Caseros, La Cara de la Luna.