Con una misa en el Monasterio Santa Escolástica de Victoria la Diócesis de San Isidro celebra hoy la vida contemplativa
21/11/2016. “Nuestros hermanos y hermanas contemplativas quieren ser en medio del mundo, un testimonio abierto, brillante, un testimonio visible, lo que es esencial para nuestras vidas”, expresó monseñor Martín Fassi, Obispo auxiliar de San Isidro en su mensaje para la Jornada de Oración por la Vida Contemplativa que tendrá lugar hoy, lunes 21 de Noviembre, fiesta de la Presentación de la Virgen, con una misa en el monasterio Santa Escolástica, ubicado en Martín Rodríguez 547, Victoria, en San Fernando. Conocé el mensaje de Mons. Fassi.
En su trabajo el prelado invitó a agradecer juntos el don de la vida contemplativa para la Iglesia y especialmente para la Diócesis, rezando por “nuestros hermanos y hermanas contemplativos y acrecentar en las comunidades cristianas, la conciencia de este don y la responsabilidad de todos en sostenerlo”.
La vida religiosa contemplativa en la Diócesis de San Isidro cuenta con la Comunidad Benedictina de Santa Escolástica, un ermitaño, una ermitaña y la Fraternidad Santa María del Encuentro.
Mons. Fassi: Confundimos lo urgente con lo esencial
“Hay cosas en la vida que son muy importantes para nosotros, y otras que son relativas”, comenzó diciendo el Obispo auxiliar en su Mensaje, y señaló que a veces, “en el trajín cotidiano, cuando sobre todo vamos detrás de lo urgente, no siempre distinguimos lo que es realmente importante de lo que es relativo, lo que es esencial para nuestras vidas y lo que podríamos desprendernos y dejar pasar” e indicó que muchas veces “confundimos lo urgente con lo esencial”.
Al respecto el prelado señaló que “gracias a Dios, tenemos testimonios de gente que dedicó su vida a poder estar en contacto siempre con lo esencial, pero no para desentenderse de lo importante y de lo urgente del mundo, sino para mostrarnos a nosotros un rumbo, para que nosotros no perdamos el rumbo ni la vista de lo que es esencial en la vida”.
Monseñor Fassi insistió en subrayar que los “hermanos y hermanas contemplativos”, es decir a “aquellos que se dedican principalmente a la oración y al trabajo”, “nos están diciendo cómo orientar nuestras vidas hacia lo que es realmente esencial”.
El Obispo auxiliar de San Isidro agradeció a Dios por el testimonio de estas personas que “nos van recordando siempre, dónde está el final, cuál es el horizonte, hacia dónde vamos, nos muestran a Dios viviente en medio de nuestras vidas, nos muestran que lo esencial, como diría el Principito, se nos hace invisible a los ojos”.
Por último concluyó agradeciendo a los contemplativos de la diócesis de San Isidro, que “en lo oculto, en silencio, sin que nosotros lo sepamos, están sosteniendo nuestras vidas”