La Odisea de Apolo. Un perro se reunió con su dueña tras viajar “a dedo”  1.700 km. Tu amigo tiene microchip?

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27/9/2016. Increíble pero real. Un perro cruza pastor de los Pirineos o Esterri de Cardós vivió una verdadera odisea para retornar a su hogar en Florida, Estados Unidos. El animal estuvo desaparecido durante seis semanas y su dueña, Cynthia Abercrombie, creyó que nunca volvería a ver a Apolo. Pero lo cierto es que el pichicho fue ubicado en Boston y con la ayuda del microchip y un sistema de postas por autostop pergeñado por Mary Ellen House, de East Coast Paws, logró vencer las distancias. Una historia que emociona y regala una reflexión, conocela!

 

De chicos el relato de la novela “Corazón”, una ficción de Edmundo de Amicis logró atrapar a más de uno contando las peripecias que debió vivir el pequeño Marco, un joven italiano para reencontrarse con su madre una inmigrante peninsular que recaló en Buenos Aires  y la historia fue llevada al cine con el nombre de “Marco, de los Apeninos a los Andes”. Lo cierto es que ahora un simpático y cariñoso perro cruza pastor de los Pirineos vivió tremendo periplo para reencontrarse con su dueña y  llegar a su casa de Florida luego de desandar 1.700 km a dedo desde la zona de Boston.

Cynthia Abercrombie, creía que nunca más volvería a ver a Apolo, un mezcla pastor de los Pirineos, que fue encontrado a 1.100 millas de distancia de Jacksonville y la verdad que le cambió la cara cuando lo vio llegar trepado al coche de un desconocido y le dio un emotivo recibimiento.

Habían pasado seis semanas desde que lo vio por última vez, y estaba agradecida a todos los que jugaron un papel en asegurarse de Apolo pudiese llegar a casa a salvo.

“Es un gran alivio simplemente tenerlo de vuelta, sabiendo que él está bien”, soltó Cynthia visiblemente conmovida por el reencuentro.

Es que el perro, que ella había criado desde que tenía sólo 6 meses de edad y se escapó el pasado 11 de Agosto de su recinto en Jacksonville, como el hijo pródigo había retornado.

Un mes atrás Abercrombie se llenó de alegría cuando recibió una llamada diciendo que su perro había sido ubicado producto del microchip que llevaba consigo. Pero las lágrimas de alegría trocaron en el silencio propio del asombro, una vez que escuchó donde había sido hallado: en Massachusetts, Boston, nada menos que a 1.100 millas de distancia.

En las seis semanas que estuvo desaparecido, su dueña, Cynthia creyó no volver a ver a su fiel compañero según contó al diario Florida Times-Union. Pero casi dos docenas de voluntarios ayudaron al perro a regresar con Abercrombie, que no podía permitirse el viaje de 1.770 kilómetros (1.100 millas) hasta Massachusetts para recoger a su mascota.

“Cuando me dijeron donde estaba, le dije, ‘yo no sé ni cómo voy a traerlo de vuelta’“, dijo Abercrombie, que vive con un ingreso fijo y no tenía cómo costear el viaje.

Nadie sabe cómo Apolo, que se escapó del recinto en el que vivía el pasado 11 de Agosto, llegó hasta Boston. La oficial del servicio de control de animales de Swansea Lisa White encontró al perro el 8 de Agosto.

El microchip ayudó a las autoridades a localizar a Abercrombie y White comenzó a buscar formas de devolverlo a su casa. Luego Mary Ellen House, de East Coast Paws (Costa Este Patas), hizo un relevo de conductores, si Apolo hizo autostop hasta Florida para encontrarse con su dueña.

La historia de Apolo pone de relieve la importancia de colocarle a las mascotas un microchip con sus direcciones e información básica para así poder dar con la propietaria y la valía de entidades buenas samaritanas como East Coast Paws que logró reunir a dos docenas de  conductores que colaboraron para devolver a Apolo a su hogar. “No importa la cantidad de millas ni las horas que le robamos a la noche -contó Bill Towne, uno de los voluntarios-  todo bien vale la pena,” evaluó Towne, chocho con las imágenes que le devolvía el gratificante reencuentro.

Resta decir que el microchip sirve para poder identificar a las mascotas a través del tiempo. También, para certificar propiedad y facilitar su recuperación en caso de pérdida o robo. En el caso específico de perros y gatos, es utilizado por algunas asociaciones de criadores para certificar propiedad y cambio de dueño. Por ejemplo, la Federación Cinológica Argentina utiliza desde 1999 al microchip como método de identificación.

Si bien algunas asociaciones de criadores utilizan al microchip, en la Argentina no hay base de datos; o sea, no existe un registro único de identificación de caninos, que permita saber quién es el dueño del animal, si éste tiene las vacunas al día, antecedentes de agresividad, enfermedades, etc.