Vela. A horas del debut Santi Lange confía: “Estoy contento de hasta dónde llegamos, vamos a estar de la mejor manera”

 

9/8/2016. A los 55 años, como adelantamos, el timonel del Náutico San Isidro participa en sus sextos Juegos Olímpicos; por primera vez lo hará acompañado por una mujer: la rosarina Cecilia Carranza. Santi se bajó del Tornado y competirá en la novísima clase Nacra 17 . El sanisidrense que también participa de este experiencia en familia – sus hijos, Yago y Klaus se miden en la clase 49er- se sobrepuso a un cáncer de pulmón. Dice que compite contra los hijos de los que fueron sus rivales y no duda en afirmar: “Estoy contento de hasta dónde llegamos, vamos a estar de la mejor manera para empezar a competir oficialmente en estos juegos. Ojalá corramos buenas regatas para poder pelear por una medalla”, se entusiasma.

 

Santiago Lange camina descalzo, y no es que esté en casa, yendo del sofá a la cocina. No, ese hombre que el mes que viene cumplirá 55 años, ya convertido en un eterno olímpico, va desde la Marina da Gloria, la sede de la vela en Río 2016 , hasta una playa a 700 metros de distancia. Pisa sin intermediación la tierra carioca mientras las palmeras le alivian ese sol que es su pan de cada día. Y llega a la arena: banderas brasileñas, futvolei, agua de coco y el Pan de Azúcar al otro lado de la ensenada. Lange está, por varias razones, en el paraíso. Competir junto a Cecilia Carrnaza  (29 años) en la categoría Nacra 17 en sus sextos JJ.OO es una, pero en absoluto la única.

-¿Sentís que este lugar refleja tu momento vital también?

-Sí, por supuesto. Hemos hecho muchos circuitos acá con Cecilia. Pasamos todos los días entrenando, en bicicleta o corriendo, así es una gran parte de estos últimos seis meses.

-Competiste en Seúl 88, Atlanta 96 y Sydney 2000, fuiste bronce en Tornado en Atenas 2004 y Pekín 2008. No estuviste en Londres, pero 28 años después de tus primeros Juegos estás en Río 2016. ¡Y eso que en Atenas dijiste que eran tus últimos Juegos!

-Nunca lo dije muy seguro. Pero nunca me hubiese imaginado estar en los Juegos a esta altura de mi carrera. Tengo que agradecérselo a mis hijos. Yago y Klaus, que fueron el empuje para que yo esté acá. El fundamento para que viniera.

-¿De no ser por tus hijos no estarías en Río compitiendo?

-Casi seguro que no. Cuando estábamos en la clasificación del Mundial de Santander, en 2014, era el primer clasificatorio para Río. Habíamos quedado entre los 10 mejores, para 8 plazas, antes de la última regata, y a ellos no les había ido muy bien, típico de equipo nuevo: dos hermanos que se habían peleado en el campeonato y se estaban volviendo a Buenos Aires. Yo debía definir el Mundial, al final salimos segundos y nos clasificamos, pero una hora antes tuve una reunión con ellos para ver cómo arreglaba las cosas; me decían “nos vamos a separar, no queremos navegar más juntos”, y yo tratando de calmar las aguas. Hasta les decía que viajaran separados. Así que estaba listo para mi medal race y me preguntaba: “¿Para qué estoy acá? ¿Y si los chicos no van a Río?”. Era una situación extraña. Pero por suerte después se dio todo. Una alegría increíble.

-¿Qué sos en la historia del yachting?

-Es una pregunta muy buena y muy difícil de contestar. Con humildad digo que soy alguien que fue parte de una historia. Desde el 96 hay una serie de atletas, Camau (Espínola), todos los medallistas argentinos, y fui parte de ese grupo de trabajo seguro. Tuve la suerte de participar en la vuelta al mundo por la Copa América, tuve la fortuna de trabajar con diseñadores como Germán Frers o Juan Kouyoumdjian, de formar mi propio astillero, de ganar un campeonato del mundo. Soy parte de la historia, pero es difícil decir qué soy en el yachting. Sí sé que amo el deporte, amo cualquier cosa que flote.

-Vas caminando por la Marina de Gloria y todo el mundo te saluda. Además de lo que sos en la historia del yachting argentino, cabe preguntarte qué sos en la historia del yachting olímpico.

-Hoy puedo decir que soy el que tiene más Juegos Olímpicos en vela, ¿no? Son seis Juegos. A veces yo los hincho a Mateo (su entrenador) y a Cecilia cuando veo a un canoso y les digo: “¿Saben quién es este? Es Mark Reynolds, tiene dos medallas de oro y una de plata y es el americano con más medallas”. Va pasando gente contra la que competí y es increíble lo rápido que pasa la historia, que mis hijos, Mateo (colaborador y amigo), Ceci, no los conocen. Competí contra ellos, en muchos casos compito contra hijos de amigos míos. Me voy cruzando hijos. A veces es una sensación linda. Lo que más siento, para estos Juegos, después de la operación, tengo que decir que fue el mayor sacrificio, esfuerzo, pero del bueno, que hice en mi carrera. Le puse muchas ganas y estoy orgulloso de haber llegado. Con chances para pelear por una medalla. No somos favoritos, pero si corremos bien estamos para pelear.

-¿Vos te operaste de cáncer el día de tu cumpleaños? ¿Cómo fue eso? No hay forma más extraña de pasar un día así.

-Pasó que nunca creí que tuviera cáncer, era una negación. Aparte, para mí, que soy deportista, que te digan “te voy a sacar un pulmón” era el fin. No sólo por los Juegos Olímpicos, porque me gusta salir a correr, andar en bicicleta, hacer ejercicio, squash, surfear. Tardé seis meses para que me convencieran. Decía “no tengo, no tengo, demuéstrenme que es cierto”. Busqué todas las medicinas alternativas, hablé con un montón de médicos, hasta que en un momento me pusieron entre la espada y la pared. Me dijeron que si no lo hacía estaba loco. Cuando me di cuenta de que lo tenía que hacer, dije “lo antes posible“. Con la idea de recuperarme rápido y empezar a pensar en los Juegos. Hasta tuve un paréntesis en el que sólo pensé en mi salud, en lo mejor para mí, obviamente, y no me importaba nada de estos Juegos ni del deporte. Y bueno, le pregunté cuándo era el primer día, me dijo el 22 de septiembre, y fui al quirófano aunque fuese mi cumpleaños. Así fue la coincidencia.

-¿Cuál fue el peor momento de esa etapa desde que te diagnosticaron la enfermedad y decidiste operarte? ¿En qué instante se flaquea?

-Y, vas a ver a un médico, te dice “te pasa esto“, y vos te preguntás “por qué a mí” que siempre cuidé mucho mi físico. Aunque uno también se cuestiona si lo cuida, ¿no? Porque la verdad es que lo exijo, le he dado muchas palizas. Pero en el buen comer, el buen vivir, cuidarme, no tomar alcohol, no fumar, hago deportes desde que tengo seis años. Tuve momentos de preguntarme porqué tenía que pasar por esto ahora. Me cuesta decir que no fue un mal año, porque la gente lo ve como algo malo. Pero para mí fue como una lección de vida en muchos aspectos. Por suerte lo pasé, por suerte puedo estar en los Juegos, y si bien no estoy en el nivel físico que tenía antes, puedo practicar todos los deportes que me gustan y seguir mi vida normal. Me unió un montón a Theo y a Borja, los mellizos, que vinieron a hacer la recuperación conmigo. Hice 450 kilómetros pedaleando con ellos. Me ha dado lindas sensaciones. Ya pasó. Soy de los que se acuerdan de todo lo bueno y miran hacia adelante. Eso fue lo que yo viví. Ahora hace ya seis meses que estoy acá en (el barrio de Urca) encerrado con Ceci y nuestro equipo, súper concentrados y con unas ganas tremendas.

Santi y la rosarina Carranza comenzarán a competir este 10 de Agosto. La clase Nacra 17 es un barco tipo catamarán para dos personas (mixto) que participará por primera vez a nivel olímpico este miércoles en la Bahía de Guanabara. Desde allí, el sanisidrense Santiago Lange y la rosarina Cecilia Carranza Saroli contaron cómo se preparan para el gran debut del próximo miércoles en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016.

“Como equipo creemos que llegamos de la mejor forma que podríamos pensar a estos Juegos Olímpicos. Luego del inconveniente de salud de Santiago decidimos que la única forma de llegar bien era apretando el acelerador hasta la última jornada de entrenamientos. Por eso trabajamos muy duro, entrenamos mucho, con muchas horas en el agua y sentimos que hicimos lo correcto con nuestra planificación. Ahora queda desear tener una buena semana en los juegos”, interviene Cecilia.

A su vez, muy temprano y antes del entrenar, Santiago confió: “Estoy contento de hasta dónde llegamos, vamos a estar de la mejor manera para empezar a competir oficialmente en estos juegos. Ojalá corramos buenas regatas para poder pelear por una medalla”, concluyó.

El comienzo de otro sueño olímpico

Cecilia Carranza participa de su tercer juego olímpico, dado que estuvo en Beijing 2008 y Londres 2012 representando al país en la clase Laser Radial. En el caso de Santiago Lange, llevó la celeste y blanca en Seúl 88, Atlanta 96, Sidney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008 (en estos dos últimos fue medalla de bronce junto a Carlos “Camau” Espínola en Tornado).

Las regatas de Nacra 17 comienzan el miércoles 10 de agosto a partir de las 13:15 en la cancha Pan de Azúcar  y están previstas tres para esa jornada. Son doce barcos, de Argentina, Australia, Austria, Brasil, Dinamarca, Francia, Italia, Nueva Zelanda, Países Bajos, Reino Unido, Suiza y Uruguay.

 

 

Fuente: La Nación/CONtinta NORTE