Entrevista exclusiva con Marcos Peña: “Se viene una etapa muy distinta, de mucho cambio, de mucha esperanza y unión”

 

 Marcos Cambiamos

El jefe de Campaña del Presidente electo y la mística que mantiene con los jóvenes, en ellos se gestó el cambio. Abajo, el otro yo de Mauricio como dicen muchos, junto a su hijo y la Gobernadora electa María Eugenia Vidal.

Marcos con su hijo junto a Mariu Vidal23/11/2015. Con esas palabras sintetizó el jefe de Campaña de Mauricio Macri a los tiempos por venir.  Rodeado de jóvenes militantes y de su familia, visiblemente extenuado por el esfuerzo, pero muy feliz, el hombre que pertenece a la mesa chica y es la mano derecha del Presidente electo concedió una breve entrevista a este medio. Fue al cabo de una jornada intensa, llena de euforia y contagiosa alegría. Si bien en el bunker de Cambiemos por cuestiones de agenda se suspendió la conferencia de prensa de Macri para hoy por la mañana, Peña fiel a su estilo, no nos dejó con las manos vacías. Acá el resultado de ese breve, pero jugoso reportaje, en el que el jefe de los equipos de Comunicación de PRO, adelantó para los vecinos de la Zona Norte que muchos proyectos postergados por años por cuestiones de jurisdicción -puertos, costa y obras de infraestructura- podrán ver la luz. “Por supuesto que vamos a sumar fuerzas y sinergia entre el Estado Nacional, Provincia y Municipios. Parte de esta idea de unir a la Argentina es la de sumar esfuerzos y trabajar todos juntos. Hay muchos proyectos postergados en la Zona Norte en los que trabajaremos para que se puedan desarrollar”, se comprometió.

 

No pocos aseguran que Marcos Peña, un joven dirigente del macrismo tiene altas chances de convertirse en el jefe de Gabinete del Presidente electo, Mauricio Macri. Él prefiere no hablar de eso y con las últimas energías que le quedan aunque exultante,  tras un domingo histórico e intenso, trepa a una silla y le habla a cientos de jóvenes que pusieron lo mejor de sí para que el sueño de Cambiemos fuese una realidad tangible.

Con lo que le queda de voz y sin micrófono, Marcos les dice: “Acá no hay ningún iluminado, el compromiso y el profesionalismo de cada uno de los que estamos acá nos va a alentar en la tarea que nos queda por delante: nada menos que cambiar el país”. La multitud estalla en aplausos. Instantes después se proyecta un video muy emotivo que da cuenta de cómo se gestó ese fenómeno de Cambiemos con los jóvenes y lo mostraría a él convocándolos a un esfuerzo “que hace dos años parecía imposible” porque como muy bien ilustraba el clip ni los cortes de luz, ni las chicanas típicas de campaña pudieron con un equipo al que no le asustó “hacer historia”. Un tremendo “GRACIAS, Todo esto lo hicimos juntos”, se congela en la pantalla y la mayoría da rienda suelta al merecido festejo.

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“Lo que hicimos hasta ahora fue lo más fácil, ahora viene lo verdaderamente importante –les dice Peña-. No sólo en la Nación, en la Ciudad, en la Provincia o en los Municipios, todos tendremos que dejar lo máximo en el lugar que a cada uno le toque, para que la ciudadanía esté mejor. Y lo haremos con el mismo espíritu que le volcamos a esta campaña”, los arenga y entusiasma.

El hombre tiene 38 años, es licenciado en Ciencia Política, cuenta con una dilatada trayectoria fue diputado a los 26, cargo que ocupó hasta que Macri ganó las elecciones a jefe de Gobierno y lo designó como Secretario General pero aún mantiene latentes los mismos anhelos de ellos, esa mística tan particular y su prédica contagia y estimula.

marquitos 2EL HOMBRE DETRÁS DE MAURICIO.Cuentan en los corrillos de PRO que allá por 2009 buscaban un postulante a senador que impidiera pagar el costo político de forzar la renuncia de Gabriela Michetti a la vicejefatura –cosa que finalmente sucedió – para ser candidata a diputada. Un buen día le propusieron a Mauricio Macri el nombre de Marcos Peña. El líder de PRO fue tajante: “Si se va Marcos me cortan una pierna. Busquen a otro”. Otra de las anécdotas que grafican las preferencias del jefe de Gobierno porteño y actual Presidente electo por su hombre de confianza indican que Macri almorzaba con un grupo de periodistas en el salón comedor de Bolívar 1 y decía que no tenía otro plan que ser candidato a Presidente al año siguiente. “¿Y en la Ciudad quién sería tu candidato?”, le preguntaron. “A mí me gustaría que fuera él, pero él no quiere”, respondió. La mirada de los periodistas giró, naturalmente, hacia Horacio Rodríguez Larreta, que comía en una de las cabeceras. Pero Macri no se refería a su jefe de Gabinete. Hablaba de Peña, que estaba sentado a su izquierda y que sólo atinaba, incómodo, a apurar el café.

 

NO ME ARREPIENTO DE ESE AMOR. Así reza la letra de Gilda infaltable en cada festejo de Cambiemos y bien puede aplicarse a los afectos del joven dirigente. Es que si emerge un dato insoslayable en la vida de Peña para aquel que quiera zambullirse en su biografía es este: se puso de novio con la periodista Luciana Mantero, con la que luego tendría dos hijos, el mismo día que ingresó al PRO. Año 2002. Toda una señal.


 

No muy lejos de ella y de sus chicos, Marcos hizo un alto y concedió una breve entrevista a CONtinta NORTE en una noche donde por cuestiones de agenda y obvio cansancio el flamante Presidente que arrojó el paso por las urnas decidió posponer la rueda de prensa para este lunes por la mañana.

Tras la victoria en el balotaje histórico Peña aseguró que “Se viene una etapa muy distinta, de mucho cambio, de mucha esperanza y unión”. Y al rato expresó su agradecimiento por el respaldo de la ciudadanía: “Agradecemos  el voto de todos los argentinos que confiaron en nosotros y, al mismo tiempo, les decimos a aquellos que no nos votaron, que vamos a trabajar para ellos también. Todos juntos tenemos que superar esta etapa de división que hemos tenido como país “, señaló.

 otra de amuchados

Consultado sobre cómo entendía que se iba a desarrollar la transición en los escasos días que restan para finalizar el año, en un país en el que aún pesa en la memoria colectiva los recuerdos de diciembres un tanto convulsionados,  Peña confió: “Creo que vamos a estar bien, tranquilos. Argentina va a recuperar ese clima de unión, de convivencia y tolerancia y trabajaremos desde el gobierno para que así sea”, se comprometió.

No faltó –claro está- el interrogante relativo a lo local,  en donde campearon por mezquindades políticas, no pocas deudas tras 30 años de democracia que impidieron poner en valor una agenda de temas relativos al desarrollo costero, la puesta en valor por competencias de jurisdicción de los puertos de San Isidro y Olivos y numerosas obras hídricas imposibles de encarar con el erario municipal y que llevarían tranquilidad a no pocos vecinos pero que no se concretaron por tironeos entre gobiernos de distinto color político. Averiguar si la sinergia entre Nación, Provincia y Municipios podría resolverlos no resultaba por cierto menor y Peña no le escapó al desafío: “Por supuesto que esa sinergia es posible. Parte de esta idea de unir a la Argentina es la de sumar esfuerzos y trabajar todos juntos. Hay muchos proyectos postergados en la Zona Norte en los que trabajaremos para que se puedan desarrollar“, remató.

Así con ese estilo llano y amable, alejado de cualquier tipo de soberbia –contrastando con los modos que campearon desde algunos sectores del kirchnerismo en estos últimos años-  el hombre que es para muchos el confidente y el otro yo de Mauricio, ese que integra la mesa chica y suena como su posible jefe de Gabinete no quiso dejar que esa jornada agotadora languideciera sin que el mensaje de unión a modo de mantra cale a futuro en el corazón de todos los argentinos. Como dice el Presidente electo: “Se trata de un cambio que no se detiene en revanchas o ajustes de cuentas. Pongamos la energía en construir la Argentina que soñamos. Un futuro mejor es posible”.