Falleció la Dra. Ana María Menéndez, fundadora de El Nido. ANA VOLÓ HACIA UN NIDO tan fecundo como el que dejó

 

ANA ABRIMOS

 

4/9/13. Todos los días muere gente vital, entrañable, querible y al mismo tiempo nacen bebés -muchos de ellos prematuros, de contados gramos- y cuyo futuro está comprometido si no reciben la atención, el cuidado y el afecto necesario. Ella, precisamente, se ocupaba de esa tarea increíble realizada desde la trinchera del hospital público. Hoy a las 7.30 dejó de existir, a los 61 años, la Dra. Ana María Menéndez, quien hasta su muerte fue la directora del Centro de Desarrollo Infantil y Estimulación Temprana “El Nido”, de San Isidro. Los panegíricos de la profesional abundarán en detalles sobre su gran capacidad intelectual, su rica trayectoria y su permanente entrega al servicio de la comunidad sanisidrense;  pero sinceramente se hace difícil poner en palabras y describir el enorme afecto de esta mujer y la lección de vida que regalaba con su diario accionar.“No me imagino mi vida sin niños”, solía decir Ana María y obraba milagros en infinidad de criaturas alumbradas con poco más de un kilo. ANA 2No hay mejor nombre que El Nido porque se comporta como un hábitat”, explicaba Ana y daba cuenta que el útero era el primer nido del bebé. Algunos se caen tempranamente y sufren las agresiones ambientales que son necesarias para vivir, como la incubadora y los pinchazos. “La función de este centro es cobijarlos, volverlos a anidar y darles un encuadre para que aprendan a volar en la vida”, detallaba. Claro que la cadena de afecto no quedaba ahí: luego, ya grandes, cuando aquellos bebés ya jóvenes la superaban en altura y la cruzaban por las calles de su pueblo, la colmaban de mimos y ternura. Seguramente la doctora Menéndez, como acostumbra decir la gente de la colonia artística, partió en viaje y en este caso hacia otro Nido tan o más fecundo como el que dejó. Es que resulta difícil hablar de muerte al tratarse de alguien que durante su trascendente y estimulante existencia se encargó de dar tanta vida.  .

 

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La Dra. Ana María Menéndez, era médica neonatóloga, dedicada al seguimiento de los niños recién nacidos con alto riesgo. Ingresó en la vieja maternidad de San Isidro en 1979, como médica de guardia del servicio de Neonatología. En 1995, con la inauguración del Hospital Materno Infantil, se hizo cargo del consultorio de Alto Riesgo Neonatal, desde el que llevó adelante el seguimiento de niños prematuros y neonatos de riesgo. Llevó adelante un consultorio especializado en chicos con síndrome de Down.

 

 

En octubre del año 2012, con la inauguración del Centro de estimulación temprana ”El Nido”, es nombrada Directora de este establecimiento donde continuó con su trabajo con niños con trastornos madurativos.

 

 

En marzo de este año, la Organización Civil Propuesta Mujer la distinguió por su destacada trayectoria.

 

 

“Estamos entristecidos por su muerte. Fue una enorme persona, científica prestigiosa con una gran sensibilidad social. La mejor manera de recordarla es reconocer el trabajo que hizo”, expresó el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

 

 

El jefe Comunal recordó: “Estaba convencida de que había que trabajar desde la educación. Fue una alegría y un honor trabajar al lado de ella”. Y concluyó: “A su familia y a sus seres queridos quiero transmitirles el agradecimiento de los vecinos y del Municipio por el legado que nos deja”.

 

 

Los restos de la Dra. Ana María Menéndez serán velados desde las 17 en la Cochería Franco Hermanos, en Avenida Maipú 2170.