Emotiva toma de promesa y evocación a Belgrano: Un hombre que nació rico y murió pobre. ABANDERADO en valores
19/6/13. Un singular acto encabezado por el Intendente Gustavo Posse en el gimnasio Juan Pablo II del Colegio Marín tuvo lugar esta mañana. Allí miles de chicos soltaron el clásico “Si Prometemos” y escucharon un mensaje donde se puso de relieve el compromiso y los quilates del creador de la enseña patria. “Manuel Belgrano fue una persona que murió pobre y aún su figura no ha alcanzado el reconocimiento que se merece”, admitió el jefe Comunal y al rato detalló: “Fue un joven abogado, diplomático y militar, que murió pobre; uno de los primeros hombres que expresó con sus actos esa sensación de búsqueda de amor a la patria”, reveló. El Intendente no obvió referirse a la entrega de Belgrano por el país, buceó en su rol como vocal de la Junta de Mayo de 1810, evocó cuando se enroló como militar. “No habiendo sido un hombre preparado para las armas se convierte en militar por la necesidad y ahí aflora el hombre brillante, el de la entrega por el país. Belgrano podía haberse quedado en Buenos Aires aguardando si la política iba para un lado o para el otro, pero eligió siempre en su vida la generosidad, el arrojo y el entendimiento”, destacó. El jefe Comunal rescató que los premios en metálico que recibió Belgrano por sus campañas como militar los volcó a la creación de escuelas. Para tener una idea de la dimensión de prohombres de nuestra historia como Belgrano o por caso San Martín, el Intendente recordó que si la empresa libertadora salía mal en ese sueño por forjar la patria nueva, “lo que los aguardaba era el destierro” o finales aún peores. “Además chicos –dijo- si la corona española restablecía su dominio en estos territorios personas como Belgrano corrían el riesgo de ser fusilados”. Posse rescató en todo momento el amor del prócer por esta tierra y destacó que en personas como Belgrano, “hoy como ayer se puede vislumbrar una posta donde poder amarrar esa necesidad de patria”. Los discursos de los inspectores de educación estatal y privada de los jefes de la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada de la Región VI, profesores Marcial Román y Cristina Muñoz, resultaron provechosos y aludieron a una buena vida en democracia con lugar para todos, invocando ese legado belgraniano que supo construir identidad. No faltó la emotiva toma de juramento a más de 4000 alumnos en promesa de lealtad
“Es un orgullo estar acá representando a mi escuela Nº 28”, soltaba emocionada Bárbara Reynoso. Ella, como Sabrina Urti, de la Escuela N º 23, tenían la tarea de portar el estandarte nacional : “La bandera significa todo para mí, porque es un símbolo patrio muy especial y el momento de la jura es muy importante. Hoy el intendente me toma la promesa”, confíaba Sabrina ante los grabadores.
Gabriela Dipolito, maestra de la Escuela de Rehabilitación Integral de Perturbaciones del Lenguaje y la Audición (ERIPLA), ponía en palabras la sensación que le transmitían ya de temprano sus alumnos: “Para ellos este día representa una responsabilidad, porque entienden perfectamente su significado; por eso se muestran así de emocionados”, graficó.
Un poco más allá en la entrada se sumaban los alumnos de la Escuela Municipal Malvinas Argentinas, de Beccar con sus inmaculados delantales blancos y pilchas como para misa, aunque se trate de un miércoles. Y sí, el día pintaba feo, de miércoles. No pocos nubarrones grises daban cuenta de una de las jornadas más frías, a pocos horas de la llegada del invierno. Pero, así y todo, la procesión estudiantil encontró en el espacioso y contenedor salón Juan Pablo II del Grupo Educativo Marín buen cobijo.
En el gimnasio del colegio de Beccar se respiraba orgullo, sueños y una alta dosis de emoción pues en ese ámbito miles de alumnos de cuarto grado –algunos de ellos ante la presencia de sus papás y profesores- pertenecientes a las escuelas públicas y privadas del partido cumplirían con la promesa de lealtad a la bandera.
Pasadas las 10, arribaba al lugar el Intendente de San Isidro Gustavo Posse y se estrechaba en un apretón de manos con Gustavo Mangisch, titular del Grupo Educativo Marín que, como buen anfitrión, le dio la bienvenida. En el palco lo aguardaban el vicepresidente del Concejo Deliberante de San Isidro, Andrés Rolón, la directora de Educación municipal, María de los Angeles Broggi, la presidenta del Consejo Escolar, Norma Noemí Balmaceda, el inspector de educación estatal, prof. Marcial Román, la inspectora jefe de la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada de la Región VI, Cristina Muñoz, el secretario Mario Alonso y demás autoridades.
ALTA EN EL CIELO
La ceremonia abrió con el ingreso de la bandera de ceremonias por parte de Ex Combatientes de Malvinas y luego llegó el tiempo de los discursos, donde los inspectores de educación estatal y privada de la Región IV rescataron el simbolismo de la fecha, hablaron del “amor a la bandera por sobre todas las cosas” e invocaron el legado belgraniano al defender nuestros objetivos como nación.
Más adelante tuvo lugar el pasaje más emotivo. Ante un salón repleto de caritas con sus ojos iluminados y las gargantas algo entonadas porque al nombrar los distintos colegios cada grupete se hacía oír, el intendente desgranó: “Alumnos, ¿prometen defenderla, respetarla y amarla con fraterna tolerancia y respeto estudiando con firme voluntad, comprometiéndose a ser ciudadanos libres y justos, aceptando solidariamente en sus diferencias a todos los que pueblan nuestro suelo y transmitiendo en todos y cada uno de nuestros actos sus valores permanentes e irrenunciables?”. Y un más que audible “: “¡¡¡Sí, prometemos!!!” inundó el lugar.
Instantes después Posse trazaría una semblanza del patriota que se desempeñó como abogado, diplomático y militar. Posse destacó que Belgrano “fue un hombre que murió pobre, fue unos de los primeros que expresó con sus actos esa sensación de búsqueda de amor a la patria”.
El Intendente no obvió referirse a la entrega de Belgrano por el país, buceó en su rol como vocal de la Junta de Mayo de 1810, evocó cuando se enroló como militar. “No habiendo sido un hombre preparado para las armas se convierte en militar por la necesidad y ahí aflora el hombre brillante, el de la entrega por el país. Siempre pudo haber elegido por esperar a ver cómo se definía el panorama en España y especular, sin embargo toma la decisión de participar y en esa muestra de arrojo y compromiso crea la enseña nacional”, relató Posse.
Tras advertir que los hombres que abrazaban los ideales libertadores corrían el riesgo del destierro, la pérdida de todos sus bienes, anche el fusilamiento, Posse hizo un llamado al esfuerzo, a la búsqueda de la excelencia, a construir una sociedad más justa, “donde quienes nos sucedan sean siempre mejores” y se despidió con el siguiente mensaje: “En nombre de todos los adultos les deseamos a los alumnos una muy buena vida, y que entre todos podamos construir una sociedad más justa en la cual la educación sea el vehículo para poder ser cada vez mejores”.
EJEMPLO A IMITAR
Ya en diálogo con la prensa, consultado sobre ese rasgo de entereza del prócer, que jamás recibió la deuda de miles de pesos que el Estado le debía por sus campañas militares y él legó para la construcción de escuelas muriendo en total pobreza, sin siquiera poder pagarle a su médico personal que lo atendió de un irreversible cáncer de hígado – vale aclarar que para su lápida se uso el mármol de uno de los muebles de la casa familiar y sin dinero para el féretro, el ataúd de pino fue donado por un amigo que quiso mantenerse en el anonimato- alguien recordó que el último presidente argentino que falleció en igual situación fue Don Arturo Umberto Illia. “Uno fue un prócer que demostró en qué consiste el verdadero y auténtico amor a la patria y el otro es nuestro orgullo” (deslizó por Illia). Y a renglón seguido confesó: “Los buenos ejemplos son los que pueden hacer que los chicos vean de otra manera esta vida, muchas veces ganada por el consumismo y el exitismo”, reflexionó.
Muy cerca del Intendente, la directora de Educación municipal, Beba Broggi, resumía: “Este es el homenaje más lindo que se le puede rendir a Manuel Belgrano. Sin duda, los chicos deben tomarlo como ejemplo”, remató.
Y es así, Belgrano, hijo de un comerciante próspero nació rico y murió pobre, hizo el camino inverso de muchos y su vida se convirtió en una bandera de austeridad republicana a ser tenida en cuenta por los jóvenes. Bueno es recordar en su real dimensión a este hombre para nada sobrenatural, por el contrario dueño de una existencia bien terrena, apasionada, sutil e idealista al que lo guió siempre una férrea decisión libertaria. Ciertamente Belgrano fue un abanderado de los mejores valores y debe ser un espejo en el que las nuevas generaciones busquen mirarse. Enhorabuena en el Municipio se rescata esa faceta de su figura, se la recuerda y pone en valor cuando los chicos prometen lealtad a la patria.