San Isidro preparado para capear TORMENTAS. RESERVORIOS de copiosas lluvias: A mal tiempo, BUENAS IDEAS

1/6/13. Se emplazarán 35 “lagunas secas” en los lugares cercanos a los entubamientos que naturalmente colectan el agua en días de lluvia. “Siete de ellos estarán en el Hipódromo”, anticipó el Intendente Gustavo Posse. “El Jockey Club es un buen vecino que está atento a las necesidades y siempre da una mano”, soltó aludiendo también al apoyo de esa tradicional entidad tan ligada a San Isidro que cobija y colaboró con ese buen presente que es el Hospital Central. En una Intendencia que ha hecho punta en políticas anticíclicas, que le han permitido estar un paso adelante en la contingencia, se apela a este sistema regulador de excedentes pluviales que no es costoso y permite moderar las inundaciones en las calles.  El tiempo, a todas luces, cambió y es bueno, anticiparse a los hechos. En paralelo, esta semana asumió al frente de Defensa Civil, el comandante del cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Isidro, Alejandro Marchetti. “Se trata de un profesional de una gran formación –es capacitador de compañías de seguro y una voz entendida- que dispondrá de la Central de Monitoreo (ubicada en el edificio administrativo municipal de la Av. Centenario). Esto permitirá que todas las ambulancias, los móviles de Cuidado Comunitario y de la policía provincial, de Espacio Público y todo lo disponible esté coordinado ante una posible emergencia”, resumió el jefe del Ejecutivo local.

Que el tiempo ha cambiado no es ninguna novedad. “Lo que no llueve en 4 meses puede caer en una sola madrugada”, graficó hace unos días el Intendente Gustavo Posse. Todo parece indicar que cada vez serán más frecuentes las tormentas convectivas lo cual origina que en muy pocos minutos precipiten intensos chaparrones –en la última lluvia por caso, se desplomaron 45 milímetros en 15 minutos y en el temporal de Abril, el rigor pluviométrico se hizo sentir: diluviaron 256 mm en menos de 2 horas- colapsando calles y desagües.

Si bien San Isidro, a lo largo de los años ha logrado desarrollar un “master plan” en obras de ingeniería hidráulica – canalizaciones que corren bajo tierra como el aliviador Treinta y Tres, Gauto, Pavón, Alto Perú, Paraná, más acá en el tiempo, Mons. Larumbe y la polderización de la costa, dan prueba de ello- lo que ha ayudado en mucho a que barriadas enteras que antes se anegaban con la caída de un par de gotas ahora estén libres de agua, colocando al Municipio a la vanguardia en materia de infraestructura, los vaivenes climáticos impactan y es difícil escapar a su incidencia.

“Está visto que nunca es suficiente porque cambió el régimen de lluvias y el clima”, observó el jefe Comunal durante el acto en que se recordó el 203 aniversario de la Revolución de Mayo al tiempo que acotó: “Ya no hay más para canalizar, en el último temporal que se cobró vidas de no pocos argentinos en otros distritos, el 4 % de San Isidro en sus distintos frentes sufrió la inundación”, graficó. Esa realidad llevó a proyectar a los técnicos del Municipio un plan para retener el agua de lluvia y que así que no colapsen los desagües.

LO QUE NO SE VE, PERO SE VIVE. San Isidro cuenta con no pocos antecedentes de obras que no se ven pero mejoran la calidad de vida. En efecto, el ex Intendente Melchor Posse y luego su sucesor Gustavo Posse demostraron siempre especial celo por impulsar aquellas obras que corren bajo tierra, esas que no se ven, pero su efecto se siente cuando el clima suele jugarnos una mala pasada. Para no ser víctimas de las inclemencias del tiempo es necesario contar con obras hidráulicas que eviten anegamientos. “Hace 54 años cuando se decidía quién iba de presidente en un partido, que iba (Arturo) Frondizi, quien de gobernador y quién de Intendente, cada uno pedía qué era lo que quería para su distrito. El Dr. Oscar Alende preguntó y el Intendente de San Isidro (Melchor Posse) pidió un canal que sacase toda el agua del centro geográfico de San Isidro y ese fue el comienzo del canal treinta y Tres. Luego vino el canal Dardo Rocha (denominado Pavón Superior) y más adelante llegaron el de la calle Paraná y el aliviador Pavón. Con esto se cumplió con un manual de hidráulica de la provincia de Buenos Aires. Ahora queda la etapa final del aliviador Alto Perú”, puntualizó el Intendente al hacer un pormenorizado análisis del cambio climático.

También aportó datos sobre el rigor pluviométrico. “Las últimas lluvias marcaron en Paraná y Panamericana 256 mm en menos de 2 horas cuando los loteos fueron hechos para 23 mm horarios –precisó-. Hubo 230 mm en la cancha de vareo y el 4% de los frentistas del distrito se encontraron durante la madrugada del 2 de Abril con el agua dentro de sus casas.”

“El clima cambió sin dudas y lo que hay que mantener son conductas entre los vecinos para evitar el uso de plásticos y del vandalismo de arrojar basura en cualquier lado”, observó el jefe Comunal en un claro llamado a la protección del medio ambiente.

Posse explicó que ante a la probabilidad que se reiteren episodios como los vividos el 2 de Abril, el comandante del cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Isidro, Alejandro Marchetti, desde esta semana está al frente de la Dirección General de Defensa Civil. “Marchetti es un profesional de una gran formación que dispondrá de la Central de Monitoreo (ubicada en el edificio administrativo municipal de la Av. Centenario). Esto permitirá que todas las ambulancias, los móviles de Cuidado Comunitario y de la policía provincial, de Espacio Público y todo lo disponible esté coordinado ante una posible emergencia”, detalló.

El Intendente destacó que Marchetti será una suerte de piloto de tormentas, ante las inclemencias del tiempo, articulando esfuerzos y también expuso un plan para mitigar, en parte, esos inconvenientes. En efecto, habló de un puñado de reservorios o “lagunas secas”  -35, para ser ´precisos-,  que operarán como sistemas reguladores de excedentes pluviales.

Básicamente, se trata de pequeños espejos de agua naturales o simples sistemas hidráulicos partidores de caudal. Son dispositivos sencillos de bajo costo que permiten retener el agua mientras se produce el temporal y retardar su evacuación a la red de desagües. Así, se ataca el problema en origen, controlando el escurrimiento y tratando de regularlo en sus distintas etapas de evacuación (domicilio, predio, boca de tormenta, conducto, cuenca). “Lo que buscamos es dar la profundidad en el reservorio que no presenta la napa”, explicó Posse.. En el entretanto, se están llevando a cabo la canalización de 9 km debajo del ferrocarrill Belgrano, en Villa Adelina; ya se hizo junto con Vicente López y financiación del estado, de unos 7 km. en el Aliviador Paraná, que corre bajo la calle del mismo nombre y “puede ser transitado por un camión para que se tenga una somera idea de su capacidad portante”, ejemplificó.

Lo cierto es que cuando ya no hay más alternativas para canalizar esa suerte de ríos subterráneos y paliar las catástrofes, con la sinrazón de daños, evacuados y todo tipo de pérdidas,  bueno es apelar al ingenio porque la cosecha de agua de lluvia en reservorios es una alternativa más para evitar las inundaciones. Son obras que no se ven, de las que poco se sabe quizás y de hecho no apuestan a la amplia repercusión mediática, a la foto del día con el efímero personaje de turno, pero que  en los tiempos de los temporales, cuando arrecian las inclemencias del tiempo, son las que hacen a la calidad de vida y llevan tranquilidad a numerosas familias, en un distrito que sin dudas es distinto a la hora de priorizar las políticas públicas.