29/06/12. “Podrán decir que soy un soñador pero no soy el único”, solía decir el mítico conductor cuando cerraba su programa Imagen de Radio. El hombre que marcó un antes y un después en la comunicación radial con los jóvenes falleció pasada la medianoche en el Hospital Austral. Desde aquí un eterno Goodbye para Badía, un profesional humano, querible, hábil entrevistador y dueño de un estilo donde predominaron la música y la palabra en el tiempo justo. “La radio es el medio que me permitió crear climas, imaginar, viajar con el pensamiento, motivar al oyente a compartir el lenguaje y la magia, una fórmula compuesta por la palabra, la música y los sonidos”, contaba este talentoso del micrófono, “un groso” como gustan decir los pibes y los que no lo son tanto. Gracias a su impronta muchos se dieron cuenta que con magia en la palabra y un micrófono es posible soñar.
A los 64 años, Juan Alberto Badía murió esta medianoche por una complicación de salud que días antes lo obligó a internarse de urgencia en el Hospital Austral.
Su sobrina, Belén Badía, confirmó al site Teleshow.com que a las 0.10 falleció rodeado de sus familiares.
Durante 2011, el conductor había sido operado con éxito de un cáncer de mediastino por el que enfrentó un largo tratamiento gracias al cual, según había asegurado en una entrevista, había vencido a la enfermedad.
En los últimos días, una neumonía empezó a molestarlo y concurrió al Hospital Austral. Allí estuvo internado, acompañado por su familia, que no se separó de él en ningún momento.
Tras hacerle frente al cáncer, Badía se refugió en el trabajo y buscó volver a su vida normal. Tuvo un programa en 360 TV, entrevistó a grandes como Charly García y a Marcelo Tinelli y recibió el reconocimiento de la Legislatura porteña.
Juan Alberto Ramón Badía nació el 29 de noviembre de 1947 en Ramos Mejía y por años vivió en la ciudad de Martínez, en la zona norte del Gran Buenos Aires. De su padre Juan Ramón Badía, maestro y profesor de locutores, no sólo heredó su tercer nombre, sino que también el amor por la radio.
Pero “Beto”, habitual apodo de los Alberto, o “Juancito”, como lo llamaban de chico, no se detuvo en ése amor juvenil por el éter y fue por más. Luego de recibirse de locutor nacional en el ISER, comenzó su carrera en los medios. Realizó suplencias animándosele al micrófono en radio Antártida y en los 70 “Imagínate Flecha Juventud” por Del Plata.
Luego pasó por Radio Rivadavia, El Mundo, retornando a Del Plata, FM Estudio Playa, entre otras emisores que supieron ser su segundo hogar. También la televisión fue testigo de su talento con producciones tales como “Badía y Cia” e “Ideas de radio”, pero a la hora de confesar su predilección El “Cabezón” Badía -como cariñosamente bautizaron a este fana de River sus pares- no dudaba en soltar: “La radio para mí es más fácil, me sale más natural, con poca cosa logro los climas que me propongo. Pero fundamentalmente es el medio que me permitió crear, imaginar, viajar con el pensamiento, motivar al oyente a compartir el lenguaje y la magia de la radio, una fórmula compuesta por la palabra, la música y los sonidos. En la telé dependo de muchas cosas y de mi propia timidez”, deslizaba este tipo humano, querible al cien por cien, dueño de un talento singular con el cual lograba contagiar sus sensaciones y daba rienda suelta a su pasión por los cuatro de Liverpool a través de la “Beatlemanía”. .
Para muchos de los de aquella generación que aguardaban la medianoche para escuchar su ciclo, Badía era una suerte de quinto Beatle, Es que en cada rinconcito que tuvo para expresarse, dejó en claro su fanatismo por Paul, John, George y Ringo. Hasta logró darle vuelo cerrando sus emisiones de la Beatlemanía a aquel recordado éxito de Los Bárbaros, “Paul, John George y Ringo, Goodbay”
“Hay algo que quiero decirles a los que comienzan esta vida. La trayectoria es un tramo a tramo, hay que remar muchas veces contra la corriente y aceptar el viento de cola, que nos impulsa”, señaló emocionado al recibir el premio Martin Fierro a la trayectoria otorgado en mayo de 2012.
Badía, desde sus programas, cualquiera fuera el formato elegido, impulsó la música de “The Beatles”, e incluso logró conocer personalmente a George Harrison y Paul McCartney, y muchas generaciones de oyentes empezaron a oír los primeros acordes de “Let it be” o “Yesterday” de su mano.
Supo entrevistar a las personalidades más importantes del mundo de la canción, las letras y el espectáculo, y desde su voz clara y transparente transmitió siempre una magia que fue destacada por todos sus colegas.
Sin lugar a dudas uno de sus máximos logros en la televisión fue el recordado magazine “Badía & Compañía” que se emitió los sábados a la tarde por Canal 13 (aunque se había iniciado en el 9), en la década del 80.
En ese programa tuvo como integrante de su staff a un joven Marcelo Tinelli, por entonces periodista deportivo, y quien tomó a “Beto” como su padrino en el ambiente de la televisión. Y allí donde Tinelli conoció a su primera mujer la sanisidrense Soledad Aquino, mamá de Candelaria y Micaela
Durante varios años Badía marcó un lugar en la televisión cada sábado, y junto a él pasaron nombres como Víctor Sueyro, Mario Mactas, Cecilia Laratro, Silvia Fernández Barrio, Ana María Campoy, Enrique Wolff, Luisa Delfino, Alan Pauls, Jorge Dorio, y algunos humoristas que dejaban su sello como el ventrílocuo Chasman junto al muñeco Chirolita o el recordado Esteban Mellino con su “Profesor Lambetain“.
Pero lo que fue una “revolución” para aquellos años 80 fue la presentación de grandes bandas de rock nacional cantando en vivo en la televisión.
En años en que la música necesitaba un espacio en el regreso de la democracia, Badía puso al aire a “Soda Stereo”, “Virus”, Charly García, “Los abuelos de la nada”, “Riff” y “La torre”, entre otros.
Luego llegó “Imagen de radio“, en donde combinó sus dos pasiones, como la radio y la televisión, y por el cual también pasaron grandes figuras y podía armar un lugar de encuentro, junto a Adolfo Castelo, Silvina Chediek, María Esther Sánchez y Luis Fuxan, entre otros.
Pero lo cierto es que un cáncer en el mediastino lo sorprendió hace un par de años y el hombre supo dar pelea hasta el final, sometiéndose a una operación y sesiones de quimioterapia.
“Yo creo que la ayuda fue no sólo anímica, que la tuve, o de los seres queridos, que la tuve y fue incondicional. La fuerza me la daban los televidentes, los oyentes. Yo no tenía dimensión de lo que me querían. He recibido amor. Me han defendido la vida como propia, la han defendido a capa y espada, gente que yo no conozco, y yo lo sentí“, dijo en un momento Badía.
En su lenta recuperación, armó un estudio de radio en su casa, para salir por internet y tener el contacto con sus fieles oyentes, a la que llamó: “JAB RADIO“.
Además, su paso por la TV también será recordado porque fue uno de los que más espacio les dieron a los músicos en la pantalla chica, sin importar si en ese momento tenían un hit de moda.
Aunque no hay información oficial, por haber sido declarado “Personalidad destacada de la cultura porteña”, sus restos serían velados en las próximas horas en la Legislatura local.
Desde su entorno familiar, indicaron que no habrá velatorio, por lo que sus restos serán despedidos en el Jardín de Paz.