Silvia Vázquez arma una opción al “cristinismo” con Alberto F y dice: “La Presidenta cambio equipos, por soldados”

12/6/12. El 21 de este mes la diputada nacional mandato cumplido (M. C ) lanzará la Confluencia junto con el ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, Alberto Fernández y el sindicalista judicial Julio Piumato tratando de enarbolar las banderas de lo que fue la transversalidad, una corriente que unió a militantes de los partidos tradicionales, radicales y peronistas, tras reivindicaciones muy firmes de lo nacional y popular, poniendo el acento en la defensa de derechos humanos y consolidando una política autónoma de la Argentina de cara al mundo pensando como región. “Así como (Raúl) Alfonsín fue un precursor del MERCOSUR, Kirchner lo fue de la UNASUR. Hay una identidad y una continuidad histórica en el discurso pero con una ventaja, Néstor sabía lo que le había sucedido a Raúl Alfonsín y –además- provenía de una militancia en el peronismo y ese no es un tema menor a la hora de relacionarse con los poderes sindicales o militares”, evalúa esta mujer que vio en esa movida la posibilidad de consumar el anhelado tercer movimiento histórico. Un sueño que a su entender quedó trunco por la falta de diálogo del actual gobierno. “Néstor tensaba la cuerda pero no la rompía –compara-, pero Cristina rompe todas y eso es muy malo para la sociedad. Se trata de una violencia que está instalada en las calles, pero se la alienta desde el poder. La Presidenta cambio equipos, gabinete, por soldados”, suelta. La fundadora de la Concertación Forja, apadrinada por Néstor Kirchner, entiende que se ha reemplazado a una organización política por “soldados”. “Ese para mi es un límite intolerable. Si hubiera querido ser soldado habría ido al Liceo Militar. Yo milito para y por la democracia, esa pérdida de objetivos le está haciendo mucho daño a la Presidenta”, argumenta esta dirigente de origen radical que abandonó el centenario partido en el 99 ante una extraña situación: la acordada candidatura de Graciela Fernández Meijide a la Provincia cuando a la frepasista se la había elegido como vice de De la Rúa. “Jamás entendí cómo llegamos a bajar a un candidato propio para poner a una postulante que, más allá de sus meritos personales, el pueblo había decidido que debía ser la vice de Fernando De la Rúa. Al romper esa promesa, incurrimos en una situación muy poco clara. Melchor Posse o Enrique García deberían haber sido los candidatos a Gobernador de la Provincia. Los dos intendentes radicales podían exhibir trayectoria, buena gestión, que la UCR no les haya dado la oportunidad a ninguno de los dos, a mí me generó una fuerte sospecha”, desliza y asegura sin ambages que “la UCR jugó a perder” a hacer las veces de partenaire del peronismo. En una entrevista jugosa la dirigente también desnuda los entretelones de una suerte de Frente Electoral en los últimos comicios entre la Concertación Social que presidía y el FpV por la primera sección que no llegó a cristalizarse. “Cuando quisimos presentar la lista hubo una situación de apriete al ex intendente (Enrique) García que se la hizo La Cámpora y casualmente José Ottavis era quien encabezaba la lista. Pero, obviamente, casualidades no hubo ninguna”, se despacha al tiempo que confía que el “Japonés” habría recibido “muchos llamados de La Rosada” para que esa posibilidad no prosperara. “Jamás apoye que Enrique García fuese un candidato del FpV porque creía que nosotros no éramos parte del PJ, que el ciudadano de Vicente López no podía entender ni digerir esa cuestión y que sí podíamos presentarnos como Concertación Social dando una alternativa. Mostrándole al vecino que podíamos adherir a muchas de las políticas del gobierno pero no formar parte de él y tener relaciones carnales con el FpV”, dispara una Silvia Vázquez encendida que guarda un profundo aprecio por el ex presidente Kirchner. Ella cree que las virtudes de aquel gobierno fueron abandonadas y le pasa factura al actual. “No hay otras versiones dentro del Cristinismo que no sean La Cámpora”, dice y advierte que sólo se percibe “el apoyo de un grupo juvenil formado desde el poder. “Ningún movimiento juvenil que se precie, puede armarse desde ahí. Ni Franja, ni la JP, JR o la Coordinadora nacieron desde el poder, si es así no hay espacio para la rebeldía. Nadie les pregunta a estos jóvenes de dónde sacan tanto dinero para tener tamaño despliegue. Ser soldado pareciera ser que es lo único que tiene recompensa, entonces dónde queda la militancia real, la participación por convicción”, plantea.

A principios de este mes, el ex Jefe de Gabinete del kirchnerismo Alberto Fernández lanzó su fuerza política denominada  “PARTE” (Partido del Trabajo y la Equidad) durante un acto celebrado en el Club Círculo Trovador de Vicente López. En esa ocasión lo acompañaba la diputada mandato cumplido Silvia Vázquez, una dirigente de extracción radical que supo fundar junto a Gustavo López la “Concertación FORJA” y que en el lanzamiento de esa corriente recibiera nada menos que el padrinazgo  del ex presidente Néstor Kirchner . “Quince días antes de la presentación Kirchner me da la sorpresa y asiste – memora la ex legisladora-. El va a la Biblioteca Nacional y nos apoya; ese día se conoció el primero de los fallos respecto de la Ley de Medios por la que nosotros trabajamos mucho”, cuenta esta mujer que supo defender admirablemente la Ley de Medios en el período más álgido del gobierno de Cristina Fernández, codo con codo junto al ex presidente.

Silvia supo percibir en la convocatoria que lanzara el ex mandatario a través de la corriente transversal, una apuesta por demás interesante que permitía trabajar asimilando las diferencias y similitudes, de los dos partidos tradicionales y aportar al conjunto, sin perder la identidad. “De hecho como legisladora yo nunca me sumé al bloque peronista –asegura- pero coincidíamos en una serie de temas que hacen al proyecto país. Yo siempre entendí que quien más se le parecía a Raúl Alfonsín era Néstor Kirchner. Él fue verdaderamente un continuador de su tarea –describe– : por sus reivindicaciones muy firmes de lo nacional y popular, su política de derechos humanos, la defensa de la independencia y autonomía de la Argentina”.

Buena parte de los entonces bautizados por los medios como Radicales K vieron en la oferta del ex mandatario la posibilidad de sellar aquel viejo sueño de Alfonsín, el tercer movimiento histórico, una fuerza que amalgamara a radicales y peronistas tras un proyecto  nacional y popular. “El planteó la transversalidad y contó con un gran articulador como Alberto Fernández, un jefe de Gabinete muy dialoguista. A una buena parte de nosotros nos pareció que teníamos la posibilidad de completar ese sueño que abrazamos allá por 1983 con el regreso de la democracia. Ese fue el punto de encuentro entre los dos partidos tradicionales de la Argentina”, dice la dirigente que define al ex presidente como un político muy práctico, diligente, una “verdadera topadora”. “Sin perder de vista las relaciones con Europa y EE UU, él sabía que tenía que hacer pie en la Región, vincularse con el mundo y defender los intereses del país. Hoy no veo que la Presidenta tenga la misma convicción. Las virtudes esenciales fueron abandonadas”, asegura y pasa a detallar una serie de diferencias en los estilos.

“Uno veía a Kirchner con su jefe de Gabinete y percibía un relación casi de pares, en cambio hoy lo que se observa es que la Presidenta está rodeada por adláteres –dice– .  Mientras él tuvo como ministro de Economía a Roberto Lavagna, un profesional respetado por propios y extraños y después lo suplió el propio Kirchner haciendo las veces de administrador,  controlando siempre lo que entraba y salía, para mantener el superávit. Hoy uno ve que la Presidenta opta por no tener ministro y- a decir verdad- no pareciera ser una mujer que supiese de esas reglas. Ese es un problema muy grande para la Argentina, que de hecho es lo que estamos viviendo”

La ex legisladora entiende que el amplio triunfo por el 54 % de Cristina Fernández hace a “una fotografía del momento” pero que en la actualidad al ensimismarse las cosas serían bien distintas principalmente por la diferencia de estilos.

Mientras Kirchner estuvo vivo se gestó un vínculo sano y saludable. Néstor tensaba la cuerda pero no la rompía, pero Cristina rompe todas y eso es muy malo para la sociedad. Se trata de una violencia que está instalada en las calles, pero se la alienta desde el poder –indica– . La Presidenta cambio equipos, gabinete, por soldados. Si todo lo que es una organización política es suprimido por soldados. Ese para mí es un límite intolerable. Si hubiera querido ser soldado me hubiera enrolado en el Liceo Militar. Yo milito para y por la democracia, esa pérdida de objetivos le está haciendo mucho daño a la Presidenta

Vazquez que supo militar en política desde joven observa que “no hay otras versiones dentro del Cristinismo que no se reduzcan a La Cámpora”, y advierte que así como Renovación y Cambio, a través de Franja y la Coordinadora apoyó desde las universidades el retorno a la democracia en los 80 con Alfonsín y luego los movimientos estudiantiles supieron identificarse con la prédica de Néstor Kirchner hoy ese proceso se limita “al apoyo de un grupo juvenil formado desde el poder. “Ningún movimiento juvenil que se precie, puede armarse desde ahí. Ni Franja, ni la JP o la Coordinadora nacieron desde el poder, si es así no hay espacio para la rebeldía. Nadie les pregunta a estos jóvenes de dónde sacan tanto dinero para tener tamaño despliegue. Ser soldado pareciera ser que es lo único que tiene recompensa, entonces dónde queda la militancia real, la participación por convicción”, cuestiona. Y a renglón seguido indica que todavía quedan muchas deudas pendientes pero define a un tema como central para la próxima legislativa: “poner en blanco sobre negro la institucionalidad del país”.

“Si el planteo del gobierno es la reforma de la constitución con la posibilidad de lograr la re reelección igual que lo hizo Menem nuestra respuesta será una dura militancia. Hoy tenemos nombres e historias que se van desgastando –razona- . La institiucionalidad no puede depender de una persona”, enfatiza.

LA CÁMPORA Y EL FRENO A GARCÍA

Mujer que supo militar junto a Enrique “Japonés” García, hombre que condujo los destinos de Vicente López durante 24 años hasta que perdió el municipio a manos de Jorge Macri, Vázquez relata los entretelones de un acuerdo previo al comicio que no llegó a plasmarse.

La Concertación Social fuerza que presidía pensaba presentar candidatos propios por la 1era Sección Electoral en la interna abierta que competirían con los del Frente para la Victoria pero según sus dichos “hubo una situación de apriete al ex intendente García que se la hizo La Cámpora y casualmente José Ottavis era quien encabezaba la lista. Pero, obviamente, casualidades no hubo ninguna. Para ellos el apriete es la ley”.

“Ellos (por La Cámpora) no querían confrontar con nuestro grupo en la 1ra Seccion Electoral no nos dejaron siquiera participar –se lamenta- . No van al juego limpio, no es una juventud rebelde, es una juventud comprada que pugna por espacios de poder, eliminando a la competencia. Esta es una mecánica que utilizan. Por eso no me extraña que hagan lo que hacen en la legislatura de la Provincia”, dice.

En los días previos al cierre de listas, “García recibió muchos llamados de La Rosada para que eso no prosperara, hubo una metodología facciosa. Eso le hizo un daño muy grande. Yo tenía una visión encontrada con la decisión que tomó.

Jamás apoye que fuese un candidato del FpV porque entendía que nosotros no éramos parte del PJ, que el ciudadano de Vicente López no podía entender ni digerir esa cuestión”. Vázquez siempre creyó en un frente pero respetando las diferencias,  de hecho cuenta que como legisladora si bien apoyó temas puntuales como la sanción de la  Ley de Medios por la que trabajó mucho, no avaló la reforma de partidos políticos ni los presupuestos. “No estoy de acuerdo con las primarias abiertas, al menos como se las planteó en el país, tengo diferencias notables; tampoco voté un solo presupuesto porque entiendo que la gran deuda que tenemos en la Argentina es un planteo de reforma fiscal. Hay que ver cómo se pagan los impuestos y qué es lo que se grava en esta sociedad. Jamás se gravó a la renta financiera”, suelta y reitera que el tema central de las legislativas de 2015 será la defensa de la institucionalidad. “El límite constitucional a una re reeleccion es muy sano”, concluye.