

María Kodama recordó a su marido y expresó: “Para Japón el cerezo es un árbol muy especial, que marca la llegada de la primavera y es un gran símbolo en la vida de los Samurai, ya que para ellos simboliza la belleza y la fragilidad de la vida. Me emociona mucho saber que los laberintos de él estarán en el Paseo de Los Remeros de la ciudad, porque con Jorge solíamos pasear en lancha por las hermosas islas del Delta, con lo cual Tigre está lleno de recuerdos muy lindos y ver a tantas personas que han intervenido en su trabajo, es un verdadero placer”.