AIRES TEATRALES Y VANGUARDISTAS COPARON LA ESCENA DEL BAF. María Pryor, Martín Churba y Prüne sorprendieron con la puesta

 

 

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24/2/11.- La segunda jornada del Buenos Aires Fashion Week otoño-invierno 2011, que se desarrolla en La Rural de Palermo, tuvo su nota saliente con los desfiles de Tramando y de María Pryor, en los que la premisa de homenajear al diseño de autor volvió a quedar plasmada en la pasarela.

 

 

La jornada de ayer en el Pabellón Amarillo, que fue un hervidero desde las cinco de la tarde, mostró también las propuestas de Prüne, Grupo 134, y Cook, en lo que fue un balance entre los diseños de autor y las marcas.

 

Tramando , de Martín Churba, inauguró la segunda jornada del Baf con uno de los desfiles más esperados de esta Semana de la Moda porteña.

 

En una sala 2 colmada, no faltaron caras conocidas en primera fila, como la de las actrices Muriel Santana y Carola Reyna, modelos, la diseñadora Mariana Dappiano y hasta Roberto Devorik, manager para Sudamérica de la casa Polo Ralph Lauren.

 

Un cubículo instalado en el medio de la pasarela, desde donde un DJ pasaba música en vivo, y un proyector que reflejaba los movimientos de una bailarina enfundada en las prendas del creador, fue el punto de partida que eligió Churba para presentar su colección “Retro Tramando”, que tuvo como eje “redescubrir los nuevos usos de las prendas del pasado”.

 

Leggins, minis, vestidos al cuerpo y ultra cortos combinados con tul, que aportaban el toque justo de transparencias, en su característico engomado, sacos tipo smoking y con cuello de piel, babuchas, componen la propuesta de este creador vanguardista para la temporada que se viene.

 

También hubo lugar para tapados de lana, polainas con plumas, vestidos lánguidos con sus clásicas tiras que salían de los hombros, donde jugaban a dibujar un alamar y terminaban su recorrido a la altura del ombligo con cierto aire de los ’50.

 

Tampoco faltaron las babuchas ni las chaquetas con sus característicos cortes geométricos. La paleta de colores abarcó el gris, azul, el cobalto, el dorado y el negro, con pinceladas de bordó, rojo y toques de fucsia, en lo que es una propuesta que apunta tanto a las mujeres más transgresoras como a las más comedidas que no se animan a tanto.

 

María Pryor tuvo a cargo el segundo desfile “El jardín de los secretos” y, haciendo honor al nombre con el que bautizó su colección, recibió a los presentes con una sala perfumada con aroma a rosas, que incluso podía percibirse desde afuera.

 

 

 

 

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En lo que fue el toque romántico del día, Pryor mostró vestidos largos de pana con toreritas y pecheras de cadenas doradas, tapados del mismo género hasta los tobillos y con mangas balloon, con impronta medieval, dignos de esta diseñadora teatral y amante de los cuentos de hadas.

 

La propuesta abarcó vestidos cortos de crochet, acompañados por botas acordonadas hasta la rodilla, pantalones de terciopelo elastizado, sacos y chaquetas cortas con grandes cuellos y con volumen en los bolsillos. Para la noche, sobresalieron los vestidos con corset y pollera de plumas, o los confeccionados íntegramente con pequeñas flores de organza.

 

El crudo, el verde, desde el húmedo hasta el agua más estridente, el rosa viejo, el fucsia, el celeste nube, el bordó, y el negro fueron los elegidos por Pryor para su colección otoño-invierno.

 

Luego fue el turno de la marca Prüne , que en un clima “fabril” ambientó la pasarela con andamios que la dividían en dos y de los que colgaban chapas, cadenas, metal desplegado y hasta una rueda de bicicleta.

 

En esa imponente pasarela, que le trajo más de un dolor de cabeza a varias modelos que patinaron una y otra vez en la traicionara superficie resbaladiza, se vieron zapatos abotinados, botas al tobillo con taco bien alto, borcegos con grandes solapas y tachas y botas con aires hípicos hasta la rodilla. No faltaron los stilletos altísimos para la noche.

 

Para las prendas de vestir, la marca propone camperas a la cintura de piel de zorro, o tipo rocker forrada en corderito, una tendencia que pisa fuerte para esta temporada que se viene.

 

También son de la partida los sacos de piel animal print, o los tapados hasta los tobillos, entre los que destacó el de piel de conejo depilado.

 

En cuanto a carteras, Prüne se inclinó por reeditar los clásicos de la marca, por los carterotes tipo postman y los baúles con aires retro.

 

El anteúltimo desfile del día estuvo dedicado a la platea masculina de la mano de Grupo 134 que para esta temporada propuso camperas aviador, sacos que apenas llegaban a la cintura y línea A, remeras holgadas con estampas geométricas, pantalones pitillo, y babuchas.

 

Las prendas fueron confeccionadas en algodón, gabardina, y algodón rústico con spandex y los colores se movieron entre los grises, el azul, el blanco y el negro.

 

Cook cerró la segunda jornada del Baf con un desfile en el que la marca presentó su colección inspirada en tres décadas: los ’50, los ’70 y los ’80, un recorrido que incluyó un look romántico, hippie y college tanto para el público femenino como el masculino.

 

Un modelo montado en una bicicleta como la que utilizaban los estudiantes de Harvard allá por los ’50, cruzó la pasarela y dio inicio al desfile, en el que se vieron vestidos de algodón hasta los tobillos estilo college, leggins, capas de algodón con amplias mangas, chalecos de piel, pantalones y camperas camufladas y polleras folk, acompañadas con botas cortas con solapa de corderito para ellas.

 

Camisas escocesas, sweters con estampas vintage, sacos tipo militar, parcas, camperones y camperas con corderito acompañadas con botas cortas de gamuza, es la propuesta de la marca para el público masculino en esta colección. Los colores elegidos fueron el nude, camel y crudo, el gris y el azul.

 

Esta tarde será el turno de Rapsodia, Garza Lobos, que desfilará por primera vez en el Baf, Uma, Cora Groppo y María Vázquez

 

 

Fuente/Telam