Estampas sanisidrenses. En el Camino: “La Cachirla”, protagonista excluyente en festividades y eventos patrios y camperos

 

15/2/2024. Los otros días se realizó el Primer Carnaval Criollo en el verde del Parque Público de Villa Adelina. La iniciativa, que tuvo muy buena acogida por parte de los vecinos, de hecho se sumaron inmediatamente a esta fiesta folklórica familiar al aire libre, gratuita y tan ligada a nuestras raíces y a la cultura. Es que, como todo pueblo que creció al influjo del camino con chasquis y carretas, lentas arrías de mulas, arado de bueyes y pulperías, San Isidro conserva un marcado apego por las tradiciones localistas. Una carreta muy característica cerraba todos los desfiles y hasta participaba de las festividades del Santo Labrador. Su nombre, “La Cachirla”, hoy acá te contamos la historia de este carruaje campero que descansa en la Agrupación Tradicionalista ‘El Lazo’, una Asociación Civil sin fines de lucro, bien sanisidrense ella, que se propuso hace 78 años mantener, fomentar y difundir nuestra cultura y tradiciones.

 

En su libro “Beccar, recuerdos y vivencias”, el recordado vecino Andrés Parodi que presidió por años la agrupación histórico cultural San Isidro Tradicional cuenta que “en el año 1885, en un taller de herrería conocido como ‘El Francés’, situado en las calles Rivadavia y Tellier, en la gran ciudad se construyó la carreta que años después se bautizaría como ‘La Cachirla’”.

La típica estampa de “La Cachirla en una de las procesiones de San Isidro Labrador conducida por Don Lázaro Peirano

Su primer dueño fue Don Andrés Capurro, quien la utilizó para el transporte de verduras y frutas que cultivaba en una quinta de Liniers. Después de 25 años “La Cachirla” quedó en manos de su sobrino José Badaraco.

Pasaron los años y la carreta fue reemplazada por los medios de transporte que se sucedieron y así permaneció inactiva hasta que como recuerda Parodi, “una figura secular de la Agrupación Tradicionalista ‘El Lazo’ de Beccar, el señor Lázaro Peirano, hombre sencillo y auténtico criollo, la descubrió mientras recorría Ciudadela. Luego de conversar con Badaraco, resolvió comprarla y una vez concretada la operación comercial, la traslada a unos terrenos de Fontana y Luchetti. Allí la repararon y la pintaron para llevarla luego a la Agrupación Tradicionalista. Desde entonces participa en festividades patrias, religiosas y otros eventos”, reseñó Parodi.

Carreta “La Cachirla” frente a la Posta Viejo Calcagno (parador de carretas), única esquina sin ochava de Martínez. Actualmente es el restaurante Blossom en el pasado se la conoció como “La Posta del Triunfo” o “El Calcagno”. Su construcción se remite a 1780.

Miembros de la comisión de esa entidad localista contaron que “La Cachirla” fue bautizada en la Basílica de Luján por monseñor Serafini y que, a la muerte del mismo, el 12 de Octubre de 1958, fue el propio dueño de “La Cachirla”, quien condujo los restos del Obispo a Luján.

Cuando fallece Don Lázaro Peirano, se apersonaron en la institución de Beccar, Adelina Castelli viuda de Peirano y sus hijos Reynaldo y Osvaldo, herederos de “La Cachirla” para dejarla en custodia de los señores Roberto Carosio, Leonardo Muñoz y Juan Adam de la Agrupación Tradicional “El Lazo”, la que luego se convierte en dueña al recibir el título de propiedad.

“La Cachirla” en el Lazo, todo un símbolo.

La entidad, se sabe, mantiene gran actividad, organiza peñas, jineteadas, bailes y se puede comer en su acogedor quincho de viernes por la noche a domingo al mediodía. En ese mundo campero que se recorta en plena ciudad “La Cachirla” es su protagonista principal.