La construcción se inició hace 218 AÑOS. Canal de San Fernando: el Puerto que amarra a la Historia Argentina
EPÍGRAFES: Testimonios, arriba, murallón de ladrillo sobre la ribera Este del canal de San Fernando, construido en substitución de la anterior tablestacado de madera, para prevenir el desmoronamiento de la orilla y facilitar el movimiento portuario de las goletas y balandros de cabotaje interior, que hacían el tráfico por los ríos Paraná, Uruguay y Rio de la Plata. Abajo, foto antigua que muestra los primeros murallones. A la der.; el Virrey Sobremonte y Santiago de Liniers dos hombres para un canal.
2/2/2024. EFEMÉRIDES: Ante el Virrey Sobremonte la obra se inicia el 2 de Febrero de 1806. Santiago de Liniers y Bremond tuvo principal participación en su construcción, a cargo de indios y prisioneros ingleses. Carlos Belgrano –hermano del creador de la bandera- dirigió los trabajos en el curso que, en su época, llegó a ser más importante que el Puerto de Buenos Aires. El Canal que dividió al poblado de Las Conchas (Tigre) con el trasladado a La Punta (San Fernando). Detalles de un puerto fecundo de entonces que nació por obra y gracia del canal.
El Canal de San Fernando y su Puerto llegaron a tener, en su momento, tanta o más importancia que el Puerto de Buenos Aires. Fue en los años en los cuales descargar un barco, en la entonces Capital, significaba ingresar decenas de veces con carros o carretas en el río.
Esa característica del Puerto de Buenos Aires, a principios del siglo pasado, poco tenía que ver con el Puerto de San Fernando, enclavado en el canal homónimo. En ese último los barcos amarraban sobre las costas y la estiba, obviamente, demandaba mucho menos tiempo. Tal es así que Santiago Albarracín, en su libro titulado “APUNTES SOBRE EL DELTA ARGENTINO”, cuantificó que el movimiento diario en el canal era tan intenso y tan grande el comercio que se desarrollaba en el pueblo de San Fernando, “que se mataba para el consumo casi el mismo número de animales que en Rosario, a pesar de la diferencia que había entre uno y otro pueblo”.
Agrega Albarracín que diariamente llegaban allí tropas de carretas cargadas con mercaderías destinadas al Delta y al Paraguay. Y volvían de la misma forma pero llevando cueros, plumas, yerbas y frutas que traían los barcos. “Día y noche estaba lleno el canal de embarcaciones que entraban y salían” –apuntó Albarracín. Agregando:”… de trabajadores que iban y venían”.
Paseos y calles arboladas bordeaban el canal de San Fernando, iniciada su excavación en las postrimerías del virreynato por el Marqué de Sobremonte y continuada por los soldados prisioneros ingleses. En 1880 el número de corralones, almacenes navales y otros negocios era ya apreciable en cantidad e importancia. Varias carretas tiradas por yuntas de bueyes llevaban y traían la carga de los veleros.
La construcción de este puerto de fundamental importancia para una etapa de desarrollo de la zona Norte se inició el 2 de Febrero de 1806 a las cinco de la tarde. El Virrey Rafael de Sobremonte –quien había llegado un día antes al lugar acompañado por su mujer, Juana de Larrazábal- a la hora señalada recorrió la delineación del curso acompañado por su comitiva. El Semanario de Industria y Comercio, dirigido por Hipólito Vieytes, en un número extraordinario fechado en Febrero de 1906 ofrece una crónica del hecho. Dice que Sobremonte tomó una azada que le había preparado el comandante de la plaza, Carlos Belgrano y “lleno de los deseos de la mayor felicidad de estas provincias invocando las bendiciones del Altísimo, con toda energía y espíritu que le anima, rompió la tierra en nombre de nuestro Rey y Señor don Carlos IV, entre vivas y aclamaciones al son de la música del Regimiento de Dragones y le sustituyeron las personas de distinción que le acompañaban y echándoles algunas monedas a los indios y a su imitación algunos de los que estaban empezaron en sus labores por un corto momento llenando de satisfacción y contento a todos aquellos vecinos y circunstantes que van a tocar las ventajas que tan digna obra va a traer a estas provincias, evitándoles el dolor de ver expuestas las vidas de sus conciudadanos de Las Conchas y los efectos de su comercio”. Las Conchas era lo que hoy se denomina Tigre, en aquellos tiempos llamado así porque el actual río Reconquista, que daba su nombre a todo el paraje, mostraba en el fondo de su lecho un verdadero manto de conchilla.
El dique de carena en etapa de formación.
Lo cierto es que en aquella región y poco antes que se iniciara la construcción del Canal de San Fernando se había producido una importante inundación, la misma que obligó a mudar el pueblo radicado en esas costas, trasladándolo al sitio llamado La Punta, cerca del cual se habría de construir el canal por disposición de Sobremonte. El 29 de Noviembre de 1805 Eustaquio Giannini concluyó los planos del canal y los del pueblo, uno de los cuales se encuentra en la Biblioteca Madero de San Fernando.
Afirmó el historiador Héctor Adolfo Cordero que en la construcción del canal intervinieron indios y “prisioneros ingleses”. Estos últimos nada tenían que ver con las invasiones ( la de Beresford) eran extranjeros sin documentación de ingreso y en mérito a ello los condenaban a cumplir ese tipo de trabajos.
Dos fotos más que muestran al otrora pujante Canal de San Fernando y su puerto. En la primera puede verse mucha madera apilada en la costa y los barcos, que era la mercadería que más se comercializaba en el Puerto de San Fernando. La otra es una Tarjeta Postal de la Colección de Horacio Riguetti que muestra los barcos y las barcazas madereras.
Más allá de esto es que alrededor del cuarto mes de iniciadas las obras de Belgrano, el encargado de la Villa constituida por 58 familias – con un total de 304 personas– daba cuenta al virrey de “haber empezado el lunes de la presente semana la zanja que debe encaminar las aguas del paso del Carupá por el canal que desagua en el Río de la Plata; y he conseguido que se haya excavado por los ingleses, hasta hoy, 387 varas de largo por 2 de ancho y 1 de hondo: y por la cual, ha entrado el bote de Marcos Sampayo, cargado de postas de ñandubay”. Había nacido el Puerto por obra y gracia del Canal…