El nuevo Parque Público del Puerto: El Patito Feo que FINALMENTE PUDO SER CISNE
14/6/2023. PROFUNDA TRANSFORMACIÓN URBANA. Lo primero que impacta al recorrerlo es su increíble puesta escénica, esa transformación urbana pristina, impoluta, que le devuelve al lugar ese brillo único que nunca tuvo por falta de visión de algunos, la degradación producto del abandono y los oscuros intereses que detuvieron a ese estratégico espacio en el tiempo. Es difícil de imaginar un pueblo con río y veleros, con las callecitas de un barrio que exudan olor a resinas y velas, SIN PUERTO. Pero ese había sido el designio de unos cuantos miopes, gente de visión sesgada que encima infundía miedos. “Acá se difundieron muchas sospechas mal intencionadas y opiniones interesadas que vaticinaban: ‘Van a levantar un nuevo Puerto Madero, un desarrollo comercial de espaldas a los deseos del vecino. Bueno está a la vista que nada de eso ocurrió. Esto fue conceptualizado como un espacio público de acceso irrestricto para que lo disfruten todos los vecinos echando por tierra con especulaciones y pavadas que nunca tuvieron asidero”, destaca el subsecretario de Espacios Públicos, Leandro Martín, uno de los funcionarios que tuvo a su cargo el rediseño de la zona, pero fundamentalmente un vecino, un nacido y criado en el Bajo de San Isidro que, soñaba como quien esto escribe, con un escenario muy distinto al de la dejadez. “Este era un lugar oscuro, peligroso, inaccesible, degradado”, describe Martín (y habría que agregarle ganado por alimañas nocturnas) en un tramo de la charla en la cual detalló cómo operó el cambio ni bien la administración de la exgobernadora Vidal transfirió la administración del Puerto al Municipio. “La recuperación de ese espacio como un bien social de los sanisidrenses fue un objetivo trazado por el Intendente Gustavo Posse que involucró a distintas áreas municipales: Obras Públicas, Planificación Urbana, Espacios Públicos, Ambiente y Ecología, Tránsito –enumeró-, para poder poner en condiciones una zona que estuvo abandonada durante muchos años. Con mucho esfuerzo lo hemos hecho posible para que todos los vecinos lo puedan disfrutar”. Sí ni bien la Provincia le dio injerencia a la Comuna, ésta puso manos a la obra y con esfuerzo y fondos propios encaró una obra urbanística ciclópea que convirtió a este sector neurálgico del bajo sanisidrense en un gran parque público de siete hectáreas destinadas al disfrute, la recreación, la cultura y el deporte. “La decisión política de convertirlo en un parque puerto natural fue decisiva” –confía Martín. Y como verdadero enamorado de la zona desgrana: “Todo lo que signifique recuperar espacios como bienes sociales para el vecino es algo sumamente positivo que distingue a San Isidro como un lugar verdaderamente disfrutable. En cuántos lugares podés vincularte con el río, con la naturaleza, gozar del aire libre, ese es un diferencial que nos distingue y sigue haciendo únicos”. Tras detallar lo hecho y lo por hacer en esta recuperación planificada en etapas (ver cuerpo de la nota), Leandro aconseja: “Cuidemos entre todos este lugar que costó mucho hacerlo y mantenerlo y sólo podremos hacerlo bien si entre todos nos comprometemos a preservarlo de manera positiva para nosotros y las generaciones futuras”.