El Placer del REENCUENTRO. Promoción 79 de ex alumnos del Nacional San Isidro celebró 40 años de egresados
40 AÑOS DE EGRESADOS CNSI. 5TO 3RA ‘LA MASA’ Arriba: de izq a der., Fernando de las Carreras, Adalberto Fossati, Alejandra Suburu, Sergio Talamoni, Carlos Cúneo, Roberto Attianese, Gustavo A. Küpfer, Sergio Salvo, Luis Lapierre, Eduardo Maggiora, Cecilia Roseti, Silvana Gómez y Clara Glansdorp. En el Medio: Fernanda Palma, María Teresa Martínez, Cintia Bobbio, Gabriela Nigorra, Claudia González, Sandra Wachutinsky y Silvana Antonelli. Abajo: Edgardo Talentón, Luis María Astarloa y en cuclillas Dany Minenna.
VIVIR Y COMPARTIR UNA HISTORIA SIN FINAL. Fue una noche de emoción, alegría, algo de nostalgia, no pocos recuerdos y mucho presente la que palpitaron el sábado 21 por la tarde noche los integrantes de aquella célebre promoción 79 de 5to 3era del Nacional San Isidro “Antonio Sagarna”, conocida con el inoxidable apodo de “La Masa” o “La Masa Justiciera” (al menos así lo atestiguan los pupitres entre metálicos y de fórmica de entonces que deben descansar en algún desván del querible Nacional) Y fue en un pletórico Día de la Primavera, esa que siempre vuelve, acaricia el alma y todo lo ilumina, cuando se produjo el ansiado reencuentro. Sencillamente porque como reza “Juntos para Siempre”, ese temazo de Alejandro Lerner que acaba de relanzar en dueto con el talentoso ‘Salmón’ Calamaro: “Vivimos una historia sin final… La misma sensación, el mismo sentimiento de amistad” y que en su remate asegura que “Juntos para siempre, la historia no ha de terminar”. En fin, ya no con aquel desenfado propio de esos años, ni con las chapas largas que algunos perdimos sin remedio, lo cierto es que el sentido de pertenencia del grupo sigue intacto, inalterable. Los anfitriones que dieron marco y sustento a esa noche impecable, plena de magia y recuerdos? La familia Astarloa en pleno, Luis María, su mujer Belén (cultora del arte sacro), su hija Maitena que hizo las tremendas fotos y videos que ilustran y dan color a esta nota –talento tras la lente si los hay- sus otros hijos y nietos, un verdadero familión.
En tiempo de redes y WhatsApp la iniciativa la impulsaron los más socialeros de la promoción, Alejandra Suburu – sí la mamá del fullback de CASI, Jerónimo Solveyra– y el arq. Vecino de Martínez ‘Adal’ Fossati, dos ex alumnos del colegio que armaron el grupo, pudieron conectarse y hacer realidad el encuentro. Ellos se encargaron de los preparativos para la juntada que tuvo una suerte de “previa” on line llena de mensajes y recuerdos; también gracias a la tecnología pudieron dar con aquellos que viven lejos y que por diversas razones, como la distancia, no pudieron asistir como el caso del cordobés Joaquín Ferreira Texeira, alma mater de los encuentros con su guitarra, Claudio ‘Palito’ Morel, Gabriela Smith o Gonzalo Royo, muy aquerenciados al sur argento que hicieron lo posible pero al final no pudieron dar el presente. Otra fue la razón de Claudia Covanti con mala pata en los Estados Unidos (pobre aún se recupera de un accidente sufrido en una de sus piernas) y Gri Ferreyra, marplatense ella, que tuvo un viaje de último momento. También hubo ausentes sin aviso como Daniel “El Cabezón” Mezzini o Gabriel “Hacha” Sorcinelli y -por el contrario- otras que le pusieron garra, encararon la distancia y se animaron como Clarita Marion Glansdorp que se vino desde la sureña y bonaerense Benito Juárez.
Lo cierto es que bajo un sol radiante y como en los televisivos banquetes de los Petersen, los Astarloa no habían descuidado detalle, junto a la galería bajo dos gazebos blancos y azules inmaculados, armaron dos eternas mesazas con una pizarra que presidía la puesta y lo decía todo: “1979- 40 AÑOS -2019 Colegio Nacional San Isidro”
Al poco de traspasar el umbral, quien esto escribe que obviamente fue el primero en llegar, pasó por ese crucial juego de reconocerse en las miradas con Luis María también conocido como ‘Vasco’, ‘Indio’ y ‘Uva Chinche’ Astarloa y soltar el cómplice “¡Pero si estás igual!”. Sin solución de continuidad fueron arribando uno a uno: Dany Minenna con su imborrable sonrisa y ese aire adolescente de eterno Dorian Grey (ciertamente Daniel, el muy turro, sí debe haber hecho un pacto con el diablo como en la novela de Wilde, solo hay que descubrir dónde tiene escondido el cuadro). Un dato aparte es que el tipo, fana de la Acadé, sentó reales con su mujer en Pacheco Golf pero no pierde la costumbre de cortarse el pelo en San Isidro. Sin saberlo, él visita el barber shop que está frente a la Estación, porque le llaman la atención y lo seducen las fotos colgadas en el salón del San Isidro del Ayer. Sin sospechar siquiera que ese local lo montaron los peluqueros de la tradicional “El Mástil”, pelu ubicada a la vuelta del Nacio, donde los docentes y la vice “Queca” Quevedo, nos mandaban a tusar a aquellos que teníamos el pelo largo.
Tras la llegada de Ale Suburu y Clarita Glansdorp, siempre juntas, de inmediato se fueron sumando Gabriela Nigorra, la estudiosa del grupo, Silvana Antonelli, Cintia Bobbio, nuestra Barbra Streisand, Silvana Gómez, María Teresa Martínez, Claudia González, Cecilia Roseti hiperempresaria ella, Fernanda Palma, Sandra Wachutinsky y el extremo Roberto Attianese. Convertido en un verdadero Ironman y pentatlonista, Robert entusiasmó a todos con sus proezas ciclísticas y de nado en aguas abiertas que fueron muy bien llevadas con las travesías de Edgardo Talentón, el de El Ombú, y su pasión por el windsurf y la vela. El “Alemán” Gustavo Küpfer le puso freno a tanto dislate deportivo extremo y habló de sus vuelos y viajes por el mundo y Sergio Talamoni, el docto y ahora juez, Edu Maggiora y Sergio ‘Chequi’ Salvo, bien terrenos ellos y sibaritas por cierto- le hicieron compañía y asistieron al asador que no era otro que el propio Vasco Astarloa. Ya para entonces, Adal Fosatti se había comprometido a lavar los platos. Los más remolones en caer al pantagruélico asadito regado con buenos varietales y acompañado por mejores ensaladas fueron el ‘Francés’, Luis Lapierre y Fernando ‘Peti’ De las Carreras, familiar de Don Ernesto, el recordado intendente sanisidrense. Contrario a su antepasado, que según mentas era el primero en llegar a la Intendencia luego de recorrer personalmente algún barrio del partido, el Peti que ya no lo es tanto, fue el último en arribar y eso que vivía a un par de cuadras.
Durante la comida afloraron recuerdos imborrables de míticos lugares que se mantienen en pie y otros que ya no están. La foto del Intendente Posse con la Gobernadora Vidal saboreando un pancho en el mítico ‘Coquito’ fue por demás comentada. “Lo que cambio es el aderezo la salchicha es la misma, pero la mostaza es diferente”, soltó Dany Minenna. Edu Maggiora recordó que la Pizzería La Pampa cerró sus puertas hace ya bastante – “igual la pizza no era tan buena”, admitió- y otro acotó que abrió una parecida de las mismas características de masa por Belgrano antes de llegar a la avenida. Más tarde, fue el tiempo de las fotos, del Citro del Vasco, las fiestas que armaban El Francés y Roberto con máquina de humo y efectos láser en lo que hoy es el Cosmopolita de Martínez, la gran party de egresados en el Plaza Hotel, el recuerdo de la pegatina de carteles anunciando la llegada del primer semanario zonal, el recordado “Costa Norte”, que me ayudaron a fijar a puro engrudo desde Puente Saavedra a Tigre: Dani, el Alemán Küpfer, Hacha Zorcinelli, todos en el auto de Palito Morel. “Turrro casi ni dormimos, al otro día nos pusimos el uniforme y al Colegio”, reprochó el Alemán con una sonrisa. En suma, más allá de las anécdotas que se fueron hilvanando como cuentas de un rosario, las típicas preocupaciones de las mamis como Fer, Ale, Clara y Sandra, casi todos coincidieron en que el colegio los “nutrió” de una cultura en valores “que hoy no se adquiere”. Una frase casi calcada circuló de boca en boca esa noche: “La amistad de la secundaria no se pierde nunca más“. Todos los egresados de aquella camada que inmortalizó a “La Masa” posamos abrazados para la foto de los 40, y juramentamos volver a reunirnos con mayor frecuencia. No cada diez años sino a cada cambio de almanaque: Y la verdad que no es una mala idea: es que no sólo de recuerdos vive este grupo (a las relaciones bajo ese prisma las devoran la rutina y los cuentos que se van decolorando) sino de presentes por demás variopintos pero que abrevaron de una misma matriz cultural que une y amalgama. “Entre nosotros, todo sigue igual”, soltó alguno y aclaró que, para evitar conflictos, en estos tiempos de grietas “no se habla de política”.