Se realizó en el Marín la Asamblea Diocesana de San Isidro. Memoria agradecida y esperanza comprometida

 

28/8/2018. La Asamblea Diocesana de San Isidro reunió el sábado 25 de agosto a dos mil personas en las instalaciones del Colegio Marín con el lema “Una memoria agradecida, una esperanza comprometida”. 

 

Con el lema “Una memoria agradecida, una esperanza comprometida”, la comunidad de San Isidro se congregó el sábado 25 de agosto en el colegio Marín para participar de la Asamblea Diocesana.

Durante la primera mitad del año, cada comunidad parroquial, colegio, centro de Cáritas, áreas, movimientos y personas de manera individual, respondieron a la pregunta sobre qué Iglesia soñaban ser. A partir de allí se clasificaron las inquietudes, reuniéndolas en seis orientaciones pastorales que guiaron la reflexión en la asamblea.

El encuentro comenzó en la mañana del sábado y contó con la presencia de representantes de las distintas parroquias, colegios y otras organizaciones diocesanas, que reflexionaron sobre los seis ejes.

Durante la mañana, los presentes participaron de una charla a cargo de Marcela Mazzini y Juan Ignacio Fuentes, quienes desarrollaron su exposición sobre dos conceptos: la Iglesia en salida y la Iglesia pobre para los pobres.

Por la tarde, se sumaron al encuentro más participantes, y las actividades retomaron las conclusiones arribadas durante la mañana.

 En el cierre de la Asamblea, el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, presidió una misa. En su homilía el obispo expresó: “Vamos a pedirle al Espíritu en este día de Asamblea, que nos enseñe a escuchar bien, a escuchar con los oídos abiertos y al mismo tiempo poder hablar sin miedo, poder expresar aquello que surge de nuestra experiencia de vida, sabiendo que el Señor está en medio de nosotros y el Señor Jesús quiere que vayamos creciendo en una Iglesia que se parezca cada vez más a Él, y que pueda transmitir sin temores la frescura del Evangelio”, rezó