La actividad se enmarca dentro del programa “PRONACOM”, por el cual vehículos secuestrados en causas penales, luego de los 6 meses de su custodia, ingresa administrativamente al programa. Es alojado en las playas de depósito, donde los identifican y clasifican en función de su estado y se establece si son para compactar, o destinados a fines didácticos culturales o científicos
En el caso de ser compactado, un porcentual del dinero obtenido de la venta del material de chatarra es entregado a una entidad de bien público. En caso de ser cedido a una institución con fines científicos, didácticos o culturales, se establecerá una serie de requisitos y visitas para verificar los puntos básicos de los proyectos a los que se ajuste la entrega.
Desde la Secretaría de Seguridad Nacional y la Dirección Nacional de Investigaciones se ha diseñado un plan estratégico de asistencia a provincias y municipios cuyas playas de depósito de vehículos secuestrados se encuentran colapsadas.
A esta altura, los autos y motocicletas bajo la custodia representan un problema complejo que según pasan los años ha ido creciendo en función del número de rodados y de la escasez de espacio para su guarda. Sobre ellos pesan los reiterados reclamos vecinales que se fundamentan en la apropiación del espacio público y en las condiciones de insalubridad que genera el acopio de unidades secuestradas en zonas urbanas. El colapso de depósitos impide a las provincias y municipios llevar adelante las políticas de control de seguridad vial.
La desorganización a la que en general se ven expuestos estos depósitos hace necesario efectuar un control de trazabilidad que garantice la efectiva guarda patrimonial de los rodados que muchas veces, ante la desaprensión y estado general, sus titulares optan por no retirarlos nunca de esa custodia, generando además del riesgo ambiental, grandes erogaciones para los gobiernos locales.