In Memoriam: Dr. RAÚL MÁXIMO CRESPO MONTES (1925 – 2017). San Isidro despide a un Adalid de su Cultura
20/8/2017. El pasado 13 de Agosto se cumplieron tres meses de la desaparición de un hijo dilecto de San Isidro por elección, el Dr. Raúl Crespo Montes que -por esas cosas del destino- dejó de existir dos días antes de la celebración del Santo Patrono del pueblo. Raúl, fue un hombre comprometido con su patria chica y sociedad, integró no pocas entidades intermedias, presidió la Academia Provincial para la Educación, las Ciencias y las Artes de San Isidro, desde donde destacó la trayectoria de notables vecinos y siempre se desempeñó como un fortísimo impulsor de cuanto emprendimiento cultural tuviese relieve en su ciudad, como la conformación de la recordada Orquesta Sinfónica San Isidro, que dirigió por años la célebre Charlote Stuijt. Pasado el tercer mes de la desaparición física de Raúl, Don Luis María Migone redactó un opúsculo que pinta a este sanisidrense por elección de cuerpo entero y sentimos la necesidad de publicarlo para que la prédica de este buen hombre y vecino sea conocida por las generaciones futuras. Desde aquí, acompañamos el vívido recuerdo de sus familiares y amigos y este trabajo de Migone que nos acercó la incansable y laboriosa rotaria Virginia Newberry.
“Sentir la emoción de amar al prójimo, brindarle afecto y ayuda y, junto con él a toda la comunidad de la que éste forma parte, poner la voluntad, el corazón, el intelecto, sus esfuerzos y sus medios al servicio del progreso y bienestar de sus semejantes, e informar las obras que, consustanciadas con los objetivos alcanzados, los materializan, ya sea en términos institucionales, políticos y económicos y, especialmente, relativos al bienestar social, teniendo en cuenta el nivel cultural de la población o del grupo humano del cual se trate, fueron virtudes, actitudes y comportamientos que caracterizaron el espíritu emprendedor del doctor Raúl Crespo Montes, y que se ponen en evidencia en todos los estudios, escritos y obras llevadas a cabo por él y que hoy constituyen no sólo un legado invalorable, sino también un verdadero compromiso de continuar su labor en los términos antes expresados.
“Raúl Crespo Montes nació en la ciudad de Buenos Aires el 27 de Junio de 1925, y cursó sus estudios universitarios en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, graduándose con los títulos de Contador Público y de Doctor en Ciencias Económicas. Posteriormente cursó estudios de posgrado en la Escuela de Defensa Nacional de la Universidad de Mar del Plata y en la Universidad de Columbia en los Estados Unidos de Norteamérica.
“La educación –por su proyección y alcance en el futuro de nuestra Nación- significó para Crespo Montes un tema de especial interés, que lo llevó a ejercer el profesorado en las universidades de Buenos Aires y de Mar del Plata, donde supo imponer a sus alumnos el compromiso de ejercer su futura profesión, como un servicio a la comunidad en procura de progreso y el bienestar social.
“También ejerció tareas de liderazgo en el área de la gestión y administración de la educación, alcanzando la máxima jerarquía como Presidente del Consejo Nacional de Educación, organismo del cual él solía señalar con orgullo que Sarmiento había sido su primer presidente y él el último.
“Numerosos escritos de su autoría sobre la obra de próceres, tales como Belgrano y Sarmiento –entre otros-, y de líderes políticos como Marcelo T. de Alvear, Julio Argentino Roca y Arturo Frondizi, acreditan su preocupación, a la luz contexto de su personalidad, por los temas que hacen a la historia de nuestro país.
“Fue también tema de su especial interés, participar activamente en las tareas y obras llevadas a cabo por las ONG (Organizaciones No Gubernamentales) del área del bienestar social, destacándose en la labor que desarrolló en el Rotary Club de San Isidro, que le valió su designación como Miembro Honorario de la misma, así como también sus esfuerzos por coordinar la acción conjunta de éstas, con entidades y organismos del sector público.
“San Isidro cautivó el espíritu romántico de Raúl Crespo Montes no sólo por la paz y el sosiego que su ámbito le ofrecía, sino también por su geografía –al borde del Río de la Plata- y plena de bellezas naturales y por su tradición histórica y cultural, le hicieron revivir el pasado sanisidrense tan ligado a nuestras glorias patrias: vivir el presente de su pujanza y avizorar su futuro. Fue por los citados motivos que, en el momento oportuno, resolvió radicar su hogar en nuestra ciudad.
“A partir de ese momento, San Isidro fue su meta, y concretó en su seno, la que podríamos titular su obra cumbre: la creación y puesta en marcha de la Academia de Ciencias y Artes de San Isidro, que inició sus actividades el 29 de Julio de 1993, con el aval de un grupo destacado de intelectuales y la incorporación de éstos a la misma como Miembros de Número.
“La Academia reconoce sus orígenes en la obra realizada previamente por la Fundación parra las Ciencias y las Artes de San Isidro que –justo es señalarlo- fue también producto de la iniciativa de Raúl Crespo Montes, entidad que llevó a cabo una proficua labor hasta ser transformada en la Academia homónima.
“A partir de la fecha arriba señalada la Academia ha desarrollado una vasta tarea Provincial de Ciencias y Artes de San Isidro que le fue acordada por resolución nº 843 del 10 de Diciembre del año 2000, por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
“Es por los motivos expuestos precedentemente, que iniciamos esta nota, caratulando a la misma “San Isidro despide a un Adalid de su Cultura”, en tanto entendemos como cultura el conjunto de las actividades creadoras del hombre. Raúl Crespo Montes fue un “creador” por excelencia. Consecuentemente cerramos la misma reiterando el mismo aserto. Falleció el día 13 de Mayo de 2017, pero continúa y continuará estando siempre presente entre nosotros, en la imagen de las valiosas obras que nos ha dejado como legado. Querido amigo, descasa en paz.”
Luis María Manuel Migone
Crédito foto: Alberto Mora/ portalunoargentina.com.ar