EFEMÉRIDE: 17 de Noviembre: Día del Escultor en HOMENAJE A LOLA MORA

17/11/2025. El 17 de Noviembre de 1866 nació en Trancas, provincia de Tucumán, Dolores Candelaria Mora Vega, más conocida como Lola Mora. Audaz y talentosa, es considerada la primera escultora argentina y una de las artistas más influyentes de su época. En reconocimiento a su legado, el Congreso de la Nación instituyó por ley 25.003/98 el Día Nacional del Escultor y las Artes Plásticas, que se celebra cada año en la fecha de su natalicio. En San Isidro, se pueden encontrar referencias a Lola Mora en el Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal que conserva dos de sus obras, gracias a la labor del recordado historiador Jorge Tirigall, fundador y ex presidente de Hijos y Amigos de San Isidro. Precisamente en el HCD, Tirigall brindó una charla sobre “Lola Mora en San Isidro”, en la que se ocupó de contar como en uno de sus viajes como Lola conoció al sanisidrense Jacinto Valor, quien fuera modelo y musa inspiradora.

Valor, 8 años menor que ella, era un hombre simple que se dedicaba a tareas de la costa, juntaba juncos, mimbre y pescaba. Estaba buscando un modelo y le pareció que su físico era perfecto para ello y así se lo hizo saber. Le ofreció viajar con ella a Europa y Jacinto aceptó. Aquel hombre rústico y simple partió a una experiencia que jamás había imaginado y se instalaron en el Castillo que la propia Lola había diseñado y que aún sigue en pie en Vía Dogali N°3, evocó Tirigall.

“Trabajaron juntos un tiempo luego de conocer el Vaticano, París, y otras ciudades pero en 1907, repentinamente Valor volvió a su pueblo y a sus actividades costeras. Se había enamorado de ella y al no ser correspondido, no lo había soportado, tenía dignidad, por algo le decían Valor, si bien su apellido era Alfonzo. La vida de Jacinto, se fue deteriorando, la tristeza hizo que se refugiara en el alcohol y murió a los 60 años en el viejo hospital de San Isidro”, contó Don Jorge Tirigall.

Con el tiempo apareció una pequeña escultura en bronce que Jacinto habría traído de Europa hecha por Lola. La obra de arte estaba en manos de la familia que lo cuidó hasta su muerte y al comprobar la autoría de la artista fue donada al Museo Beccar Varela, donde actualmente se la puede apreciar. La estatuilla de bronce representa a una joven sacándose el calzado. También se encuentra en el Museo otra obra de ella, un busto de Martiniano González, amigo de la artista, que fue traído del Cementerio de San Isidro.

Entre las obras más emblemáticas de Lola Mora se encuentra la Fuente Monumental de las Nereidas, presentada en 1903, en la actual intersección de la calle Perón y la Avenida Leandro Alem. Originalmente iba a ser emplazada en la Plaza de Mayo, pero fue mudada por la controversia que generaron sus figuras desnudas.

El bellísimo monumento representa el nacimiento de la diosa Venus, que es asistida y sostenida por dos criaturas que dan nombre a la obra: las nereidas. Estas ninfas del océano, hijas del dios del mar, Nereo, representan en la mitología griega, además de belleza y seducción, cierta compasión por los navegantes y la humanidad. La fuente se completa con tres tritones montados en sus caballos, emergiendo del agua. Desde 1918 se encuentra en una de las entradas de la Reserva Ecológica de Buenos Aires, en la Costanera Sur. En 1997 fue declarada Bien de Interés Histórico.

Lola también fue convocada para realizar el Monumento a la Bandera en Rosario, en el marco del Centenario de la Revolución de Mayo. El proyecto, de 18 metros de altura, incluía escenas históricas, alegorías patrióticas y una figura femenina alada que representaba el “Espíritu de la Patria”. Sin embargo, dificultades contractuales impidieron su concreción. A fines de la década de 1990, las piezas fueron finalmente emplazadas en el Pasaje Juramento que conecta el Palacio Municipal con el Monumento.

También son suyas las alegorías de “La Justicia”, “El Comercio”, “La Paz” y “La Libertad”, originalmente pensadas para el Congreso Nacional, pero que —polémica mediante— terminaron en las adyacencias de la Casa de Gobierno de Jujuy. En 2014, réplicas exactas se instalaron en la explanada del Palacio Legislativo, donde vecinos y turistas las pueden apreciar. Otras de sus obras pueden conocerse en el acceso a la capilla de la bóveda de la familia López Lecube, en el Cementerio de la Recoleta. Sus esculturas también generaron polémica por su audaz representación femenina.

En el ámbito histórico se destacan sus altorrelieves dedicados al 25 de Mayo y al 9 de Julio, que pueden apreciarse en el patio de homenajes de la Casa Histórica de Tucumán. En ellos, Lola Mora combinó precisión técnica con una mirada artística que buscaba conectar el pasado con el presente. Allí, la artista se tomó una licencia histórica al incluir la figura de Roca como símbolo de continuidad histórica.

Su trabajo, que transformó el paisaje urbano para siempre, se extiende hoy por todo el país. Lo cierto es que Lola no sólo tuvo la audacia para enfrentar polémicas en una profesión reservada casi exclusivamente para hombres sino que logró ser la primera mujer en recibir encargos oficiales de gran escala. Falleció el 7 de Junio de 1936.