Extraño fenómeno de estos días. Por qué aparecen ballenas muertas en la ribera Norte bonaerense

23/7/2025. RECURRENTE MORTANDAD DE CETACEOS, Las Causas. En apenas dos semanas aparecieron en la costa Norte bonaerense tres cadáveres de ballenas que habían muerto ya sea varadas en bancos del río de la Plata o al quedar encalladas en la franja ribereña. Lo extraño del caso es que, si bien se espera que estos animales naden a estas latitudes en invierno, no es normal que incluyan en sus rutas localidades tan al Norte, como Vicente López o Zárate. Es que resulta increíble encontrarse con estos gigante del mar en el río y tan cerca de la Gran Ciudad. En este informe algunas hipótesis a tener en cuenta…

 

El caso de los tres cetáceos que llegaron a las costas del Norte bonaerense y de CABA, un hábitat bastante distinto al marítimo que frecuentan, sobre todo por su profundidad, pero ciertamente en sus migraciones el estuario del Plata no resulta tan inusual, dado que esta región forma parte de esa ruta. Ahora bien, la causa de la recurrente mortandad preocupa pues podría ser a causa de alguna enfermedad, debilitados por el hambre o desorientados tras quedar separados de sus grupos.

Esas son las únicas explicaciones posibles para que se hayan aventurado en las aguas color de león de baja salinidad, como son las del Río de la Plata. El acontecimiento, aunque tenga un porqué, “no es normal”, según apuntó Miguel Iñíguez, titular de la Fundación Cethus, entidad especializada en animales marinos, que fue a inspeccionar el cuerpo del último cetáceo encontrado sin vida en aguas zarateñas ahí nomás el complejo Zárate-Brazo Largo.

La de Zárate es una ballena jorobada, de unos 11 o 12 metros de largo. A diferencia de las ballenas anterioreseste animal colisionó con una embarcación. Es algo que se da de forma involuntaria y la embarcación la acarreó hasta Zárate. Hemos tenido la mala suerte de que murieran tres ballenas”, detalló Iñíguez, director de la Fundación al tiempo que  anticipó que los cuerpos de las ballenas que murieron encalladas en los últimos días fueron remolcados a aguas más profundas para evitar el riesgo sanitario en la zona.

Distinto han sido los casos de las familias de ballenas divisadas en las costas de Mar del Plata -unos 500 kilómetros al sur de Vicente López- donde el agua fría y el mar tempestuoso fueron el escenario ideal para su paso hacia las playas de la Patagonia.

Lo cierto es que en un comunicado que difundido ayer desde el Instituto de Conservación de Ballenas, identificaron tres razones generales para estos varamientos: muerte natural y enfermedades; lesiones, enmallamientos y colisiones, y desorientación y ecolocalización comprometida.

 

“En toda población silvestre es normal que algunos individuos mueran cada año. Los recientes casos de ballenas varadas trajeron alarma a la comunidad porque se produjeron en zonas pobladas. Pero la mayoría de las veces las muertes se dan en zonas alejadas de las ciudades, y pasan desapercibidas para la comunidad en general”, describió Mariano Sironi, director científico del Instituto de Conservación de Ballenas al matutino La Nación.

El experto destacó que es más común en ballenas barbadas aparecer cuenca arriba. Este tipo de cetáceos se caracteriza por tener una especie de paja gruesa en lugar de una dentadura compuesta de huesos —como la orca, el delfín o el cachalote—. “Ballenas como la jorobada, la azul, la minke o la sei son barbadas”, precisó.

Además del tipo de alimento, una diferencia importante es que este tipo de ballenas no suelen viajar en manada como las dentadas. Pueden viajar un tiempo acompañadas, pero no con ese sentido de grupo que podemos ver en otras especies. En el Río de la Plata, e incluso mucho más arriba en la cuenca, se encontraron sobre todo estos ejemplares.

 

“Hubo un caso en el que, incluso, llegaron a Entre Ríos, en la localidad de Villa Paranacito. En ese caso fue una ballena jorobada”, destacó Sironi refiriéndose a un varamiento en el río Uruguay que ocurrió en 2012. Se trata de la misma especie de la hallada ayer en Zárate. Desde el Instituto de Conservación de Ballenas, contabilizan siete varamientos más en los últimos 25 años.

Para conocer con certeza la razón de la muerte de los dos animales encallados en La Lucila y en Costanera Norte, CABA Norte, habrá que hacer una necropsia y al analizar ambos casos el especialista observó que “las ballenas están adaptadas al agua salada. Cuando ingresan a un río o estuario, cambian por completo el entorno y su fisiología. La piel se puede dañar solo por estar en agua dulce y las lastimaduras, que podrían sanar en el mar, se pueden infectar. La flotabilidad también se ve afectada: el agua salada es más densa que la dulce. Salir a respirar es más difícil en el agua dulce”, confió Sironi