EFEMÉRIDE: 13 de Mayo – Primera Aparición de Nuestra Señora de Fátima

13/5/2025. Hoy se celebra la primera de las apariciones de la Virgen María a tres niños campesinos, Lucía de 9 años, Francisco de 8, y Jacinta de 6, en Fátima,

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Portugal. Una sucesión de hechos portentosos ocurridos a partir de este día del año 1917, en plena Primera Guerra Mundial, convirtieron al lugar en uno de los puntos que atraen mayor número de peregrinaciones del mundo entero. Esta efeméride santoral fue establecida con el objetivo de rendirle honor a una de las advocaciones de la Virgen María, acá su historia…

Cada 13 de Mayo la Iglesia celebra a Nuestra Señora de Fátima, una de las advocaciones marianas más extendidas y queridas en el mundo católico. Fue un 13 de Mayo, pero de 1917 cuando la Madre de Dios se apareció por primera vez a tres humildes pastorcitos en Cova de Iría, Fátima (Portugal).

El nombre oficial de esta advocación mariana es ‘Nuestra Señora del Rosario de Fátima’. La mención al Santo Rosario responde a los constantes pedidos de la Virgen a que sea rezado por todos los católicos, especialmente para que haya paz en el mundo.

“No tengáis miedo. No os haré daño”, le dijo la Virgen María a Lucía, Jacinta y Francisco, los tres niños portugueses que, impactados por su presencia maravillosa, se llenaron comprensiblemente de temor. Aquellos pequeños -como probablemente cualquiera en esta tierra- fueron sobrepasados por lo que veían sus ojos: aquella “señora vestida de blanco, más brillante que el sol”.

Tras el impacto inicial, nuestra dulce Madre les reveló de dónde venía: había bajado del cielo para ayudar a fortalecer el lazo que hay entre Dios y los hombres. A continuación, pediría a los tres que volvieran a aquel mismo lugar el día 13 de cada mes, a la misma hora, por los siguientes seis meses. Después preguntó:

“¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quisiera enviaros como reparación de los pecados con que Él es ofendido, y de súplica por la conversión de los pecadores?”.

Los pequeños respondieron que sí, por lo que la Virgen, con franqueza y ternura, les advirtió que sufrirían mucho porque los pecados de los hombres eran grandes. Sin embargo, también les consoló diciendo que la gracia de Dios estaría siempre a su lado, dándoles fuerza. De inmediato, la Señora abrió las manos y una fuerte luz cubrió a los niños, quienes cayeron de rodillas y empezaron a rezar: “Santísima Trinidad, yo te adoro. Dios mío, Dios mío, yo te amo en el Santísimo Sacramento”.

Antes de partir, la Virgen pediría: “Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”. Dicho esto se elevó hasta que no pudieron verla más. La Madre portaba un mensaje de paz en días de horror para la humanidad: se desarrollaba la Primera Guerra Mundial y el comunismo empezaba a acechar al mundo como nunca antes.

Meses después de ocurridas las apariciones, Francisco y Jacinta Marto -quienes eran hermanos- fallecieron víctimas de la enfermedad. Lucía Santos les sobreviviría y se convertiría en monja de clausura.

En sus apariciones, la Virgen de Fátima develó sus tres “misterios”, un conjunto de verdades que los chicos guardaron en secreto por años. En 1941, Lucía escribió su testimonio y la Iglesia decidió difundirlos. El primero se trataba de una detallada descripción del Infierno, mientras que el segundo brindaba una serie de instrucciones de cómo recuperar la fe ante escenarios desoladores.

En el año 2000, el papa Juan Pablo II autorizó mostrar el tercer mensaje a través del cardenal Ángelo Sodano: “Según la interpretación de los pastorcitos, confirmada recientemente por Sor Lucía, el obispo vestido de blanco que ora por todos los fieles es el Papa. También él, caminando con fatiga hacia la cruz entre los cadáveres martirizados, cae a tierra como muerto, bajo los disparos de armas de fuego”. Este fragmento fue asociado con el atentado que había sufrido el sumo pontífice en 1981.

Con los años, la Iglesia reconocería el testimonio de los niños y la veracidad de las apariciones milagrosas de la Madre de Dios, mientras tanto, la devoción a la Virgen de Fátima se iba expandiendo por el mundo como ninguna otra advocación mariana previa.

Como se dijo, la primera aparición de Nuestra Señora de Fátima a los pequeños pastores tuvo lugar el 13 de Mayo de 1917, y se repitió en los meses siguientes hasta el 13 de Octubre de ese mismo año, jornada en la que una importante multitud asistió al llamado «milagro del Sol». Son estas fechas las que todos los años atraen a un mayor número de creyentes hasta los santuarios en advocación a la Santa.