Viví Punta. Increíble Sunset en el morro de la Ballena con música y el portfolio de vinos de la Bodega Familia Deicas
27/1/2025. CON LA POÉTICA ESENCIAL DEL ATARDECER EN EL MAR. Con el mítico Club de Balleneros como escenario, aquel donde celebró el casamiento años atrás la hija del arquitecto sanisidrense Gustavo O’Reilly en el morro de la Ballena- la bodega Familia Deicas realizó ayer domingo 26 una degustación completa de su portfolio de etiquetas en increíble sunset, convirtiéndose en uno de los grandes eventos de esta temporada. El encuentro fue la excusa también para presentar las reformas del Club House donde se conserva un sugestivo mural realizado por el recordado Carlos Páez Vilaró, el pintor de las dos orillas (es sabido que en sus últimos años Páez fijó residencia en Maldonado, Uruguay y en Tigre, Argentina). Ciertamente cuando Punta Ballena no era más que roca y acantilados inhóspitos, Páez Vilaró se afincó con la no menos mítica Casapueblo transformando a ese lugar para siempre. Fue el pintor quien imaginó el trazo del club en el paisaje desolado. Y fue él quien lo llevó adelante esculpiendo uno por uno los detalles que hoy contiene este ícono de Punta del Este. Conocelo en esta nota…
Ubicado en una zona privilegiada de Punta Ballena, con casi 60 años de vida (el venidero 31 de Marzo apagará velitas de su fundación), el Club de los Balleneros es un clásico esteño que ha ganado socios y prestigio a lo largo de los años. Además de ser un magnífico lugar para tomar un trago o cenar, con vistas únicas para atardeceres inolvidables y una naturaleza que lo abraza todo en cada rincón de sus instalaciones, el club tiene una fuerte impronta náutica que no siempre es tomada en cuenta. Ocurre que, después de la amarra del puerto principal de la península, el Club de los Balleneros es la segunda amarra de la ciudad.
Lo cierto es que ayer, domingo 26, en ese paradisíaco enclave se vivió un atardecer de quieta belleza y en exclusivo evento tuvo lugar una degustación de los vinos de la bodega Familia Deicas. El mítico club enclavado en Punta Ballena con una vistas únicas a la Bahía de Maldonado y dueño de espectaculares sunsets se pobló de invitados especiales, socios y, como no podía ser de otra forma, contemplaron además las reformas en el club house, donde aún se conserva intacto un mural del genial Carlos Páez Vilaró, el recordado pintor de las dos orillas, vecino de la no menos emblemática Casapueblo.
La historia, en todo caso, comienza en 1964, cuando un grupo de amigos de Páez Vilaró −nucleados en la sociedad Club de la Ballena S.A.− compra 28 hectáreas de esta zona de rocas donde el artista plástico creará tanto el club como su “escultura para vivir”, Casapueblo.
Según cuenta María Díaz de Guerra en su libro “Historia de Maldonado”, el 31 de Marzo de 1965, Carlos y Miguel Páez Vilaró −junto con Fernando Valdez−, fundan el club. En su acta fundacional, aparecen muchos de los amigos del pintor que ayudaron a comprar el terreno como Tomás de Anchorena, Eduardo Ayerza, Carlos Hardoy Noettinger, Hernán Hardoy, Raúl Jude, Mario Dagamma Acevedo, Carlos de León Caprario, Henry Martín, Leonardo Martín, Carlos Menditeguy y Julio Menditeguy, entre otros.
Pero el verdadero impulso llega dos años después, en 1967, cuando Páez Vilaró hace construir el Club House y la piscina. Inspirado en la arquitectura de la Polinesia, el artista diseñó −con el asesoramiento del arquitecto Gustavo Nicolich− el paisaje que se transformaría en un clásico sin igual.
El Club House, la piscina sobre el mar y el pequeño puerto para embarcaciones menores se convirtieron desde entonces en parte de la postal de Punta del Este. Por el club han pasado innumerables estrellas internacionales así como también políticos uruguayos, argentinos y del resto del Mercosur.
DEICAS Y LA MAGIA DE LOS BALLENEROS
La conjunción del Club de Balleneros con la bodega Familia Deicas no parece fruto de la casualidad. El Club, con su más de medio siglo en las espaldas, es ya un faro de referencia de Punta del Este y un punto insoslayable a la hora de la gastronomía y de la oferta enológica. Y Deicas -que tiene su origen en Establecimiento Juanicó, fundado en 1979- se ha vuelto una de las principales bodegas uruguayas que apuestan al vino premium.