Viñetas de nuestro ayer. Muchos se van a preguntar… ¿Qué tendrá que ver el Príncipe de Gales con San Isidro?
13/5/2024. Antonio Lanfranconi “EL REY DE LAS CHIMENEAS” y un trabajo a pedido del Príncipe, COSAS DE LA REALEZA. En este más que interesante artículo Beatriz Tirigall con la imprescindible colaboración de la profesora Marcela Lanfranconi, rescata un hecho poco conocido acontecido en 1925 y en él da cuenta de cómo un notable vecino del pago chico conocido comercialmente como “El Rey de las Chimeneas” realizó un trabajo a pedido del Príncipe de Gales que sufría de fobia a los aviones y -por tanto- decidió recorrer el país en tren. Lanfranconi le instaló una chimenea en un vagón de tren para que el ilustre visitante lo pasara como en su Palacio. Hay documentos gráficos de la época.
En Agosto de 1925, llega a Buenos Aires, el Príncipe de Gales, quien posteriormente, llegaría a ser Edward VIII, Rey de Inglaterra por apenas 11 meses, abdicando al trono antes de la ceremonia de coronación, por el amor de una mujer.
PASANDO REVISTA. En Agosto de 1925 llega de visita a la Argentina el Príncipe de Gales, futuro y efímero rey británico Eduardo VIII. Acompañado del presidente de la Nación, Marcelo T. de Alvear, pasa revista a las tropas que le rinden honores en Palermo.
La historia de quien después se convirtió en el Rey Eduardo VIII del Reino Unido es especial. Estuvo en el trono 327 días, cuando abdicó por amor y se casó con Wallis Simpson. ¿Por qué causó tanto revuelo su renuncia? Porque sobre ella pesaban dos divorcios, algo inadmisible por la Corona. Parte de ello quedó reflejado en la muy buena serie “The Crown”, que puede verse en la plataforma Netflix.
Hace casi cien años, un príncipe visitó Argentina, y no pasó desapercibido. En1925, el Príncipe Eduardo de Windsor recaló en el país por invitación del Presidente, Dr. Marcelo T. de Alvear y recorrió varias ciudades de la provincia de Buenos Aires el viaje lo hizo en tren. Lo hizo en un lujoso vagón con chimenea
Lo interesante de la historia y la visita a la Argentina del Príncipe, es que si bien arribó al país en barco (bien conocida era su fobia de volar), sus recorridos oficiales entre provincias, serían hechos en tren.
El Príncipe estaba acostumbrado a las chimeneas; como buen residente de castillos y mansiones, había una en cada rincón de los diferentes palacetes.
Con el afán de acondicionar el transporte, y a pedido del mismo Rey, se comisionó al sanisidrense Antonio Lanfranconi, para construir una chimenea dentro del mismo. Flor de paqueteria no?.
Don Antonio, a quien se le conocía como “El Rey de las Chimeneas”, emprendió tal proyecto.
Ciertamente, Lanfranconi era un experto en la materia, y era propietario de su empresa, dedicada a la construcción y mantenimiento de chimeneas. En las fotos publicadas puede verse la llegada del Príncipe, siendo oficialmente recibido por el ex Presidente de la Nación, Dr. Marcelo T. de Alvear, y recortes del diario “La Nación”, de la época, haciendo alusión al gran acontecimiento.
Asimismo, acompañan fotos de Don Antonio Lanfranconi y su esposa y de Lanfranconi en 1922, parado en la puerta de su casa en la calle Alberti (vale detenerse en la chapa del auto de San Isidro del año 1922). Dicha matrícula fue conservada por el bisnieto de Don Antonio y ahí la vemos en la actualidad después de nada menos que 102 años!!
Foto patente: gentileza de Diego Germán Pascuale