EFEMÉRIDES. Hoy se honra a SANTA RITA DE CASIA, esposa y madre, llamada ‘la santa de los imposibles’

 

22/5/2024. Cada 22 de Mayo la Iglesia Católica celebra a una de las santas más queridas y populares de todos los tiempos: Santa Rita de Casia. Su nombre de pila fue Margherita”, de donde probablemente viene el sobrenombre ‘Rita’, como forma abreviada y afectuosa de llamarla. Sea este o no el caso, el nombre, por sí mismo, “Rita” ha llegado a evocar muchísimas cosas bellas. Las virtudes que destacan  a la religiosa han sido siempre la humildad, la paciencia, la abnegación y la libertad. En el barrio El Triángulo de Boulogne donde está el templo que la recuerda, sobre avda Sucre entre Beiró y Darragueira, cada 22 de Mayo la feligresía anima una colorida procesión en advocación a la patrona recorriendo las calles con la imagen de la Santa, luego se oficia la misa central si el tiempo lo permite en la plazoleta que enfrenta a la parroquia.

 

La recordada religiosa nació en 1381, en el castillo de Roccaporena, Italia.

UNA EXPERIENCIA DOLOROSA DEL MATRIMONIO

Rita fue una mujer sencilla y a la vez extraordinaria. Siendo adolescente se sintió llamada a la vida religiosa, pero sus padres no estuvieron dispuestos a apoyarla y decidieron casarla. Ella, por obediencia, aceptó contraer matrimonio. Lamentablemente, lo que vendría después sería muy doloroso para ella, ya que su esposo resultó ser un hombre violento y empezó a maltratarla.

Con el tiempo, sin embargo, gracias a su adhesión al Señor crucificado, así como a su oración constante y entereza -siempre dispuesta a devolver bien por mal-, Rita logró que su marido cambiara de vida y se convirtiera. Precisamente por eso esta santa mujer ha merecido el sobrenombre de ‘la santa de los imposibles’.

Santa Rita de Casia no solo es la patrona de las causas imposibles, también de todos aquellos que pasan necesidad.

AMAR HASTA DONDE NO SE PUEDE DAR MÁS

Margherita Lotti, como se dijo, nació en 1381, en Roccaporena, muy cerca de Cascia (provincia de Perugia, Italia) en una época caracterizada por las conquistas, rebeliones y la corrupción en los círculos de poder. Tanto ella como sus padres fueron pobres y no recibieron mayor educación. Rita se mantuvo analfabeta por muchos años, sin embargo, Dios le concedió la habilidad extraordinaria de aprender a leer por cuenta propia.

Habiendo renunciado al deseo de ser religiosa, decidió llevar su matrimonio como Dios manda. Y lo intentó de veras, a pesar de que Paolo, su esposo, era un hombre de malas juntas, bebedor, mujeriego y maltratador. Rita aceptó su dolorosa situación, decidió honrar el sacramento que la unió a su marido y se propuso ganar su alma para Cristo.

Los esposos tuvieron dos gemelos, Jacobo y Paolo, quienes desarrollaron un temperamento muy semejante al de su padre.

Tras veinte años de matrimonio -años de ejercitarse en la paciencia y la confianza en Dios- el esposo de Rita se convirtió. Ella perdonó sus faltas y juntos emprendieron un camino distinto. Penosamente esto no duraría mucho: antiguos enemigos buscaron a Paolo, lo emboscaron y asesinaron.

Entonces, sus hijos, Jacobo y Paolo, juraron vengar la muerte de su padre. No hubo ruego que pudiera persuadirlos de lo contrario. Rita, consciente de lo que estaba en juego, imploró a Cristo que los salvara y les tuviera misericordia. Incluso en su plegaria de angustia le dijo al Señor que preferiría que tomara la vida de sus hijos antes de que se condenaran para siempre en el infierno.

Jacobo y Paolo, de manera inesperada, contrajeron una terrible enfermedad y murieron solo unos días después, por causas naturales.

ABRAZADA A LA CRUZ

El tiempo pasó y Dios hizo brotar de nuevo en el corazón de la santa el deseo de consagrarse a Él como religiosa.

Rita intentaría ser aceptada en el monasterio de las hermanas agustinas, pero estas la rechazaron por haber estado casada y porque cargaba a cuestas una historia sombría.

Durante su vida en el convento fue modelo de piedad, de paciencia y de humildad. Se cuenta que el día de su muerte pidió que le trajeran una rosa que, misteriosamente, había florecido en el jardín, en pleno invierno y entre la nieve.

Murió el 22 de Mayo de 1457 en Cascia, Perugia, Italia. Fue beatificada por Urbano VIII y canonizada por León XIII el 24 de Mayo de 1900. Santa Rita es invocada como “la santa de los imposibles”.