Este sábado 30 vecinos se movilizan por cuestionado emprendimiento ribereño La Costa Pública de San Isidro ESTÁ AMENAZADA

29/3/2024. Bajo esa premisa distintas agrupaciones vecinales se reunirán este sábado 30, a las 16 horas, en el Faro del Bar Malloy’s, a metros de Alvear y el río en la costa de Martínez. La movida tiene por fin peticionar a las autoridades para que se impida la construcción de un barrio privado sobre el río de la Plata al cual se bautizó con el nombre de fantasía “Costa Townhouses al Río”.

 

Se trata de la edificación de un conjunto de viviendas unifamiliares – un complejo de 8 unidades en el predio que ocupaba el resto-bar Fedra’s Garden, Elcano 1750 y Malloy’s, en Sebastián  Elcano 1718, ahí nomás de Alvear y el río. Lo cierto es que en Enero de este año se inició la demolición de Fedra’s y si bien el municipio labró un acta de paralización el 5 de Marzo se habría consumado la misma.

En el interín, apareció en el lugar un container a modo de showroom para ofrecer las unidades. Así las cosas y ante el avance de una metodología de hecho consumado el pasado 14 de Marzo la vecina, María del Carmen Puppo inició una acción judicial que quedó radicada en el Juzgado Contencioso Administrativo N° 2 de San Isidro, solicitando el dictado de una medida cautelar de no innovar por la que se ordene la suspensión de la demolición total dispuesta administrativamente por la Municipalidad mientras que en paralelo los vecinos autoconvocados en “COSTA ABIERTA SI” realizaron un estudio de documentación y planos de los que se desprendería la inconsistencia de la titularidad de dominio de las parcelas 25 B y 25C (los lotes que ocupan los bares en cuestión), en tanto y en cuanto en un intento de reparcelamiento realizado en 1951 se le notifica al propietario de la parcela 25 (lote en barranca) lo siguiente: “Sin certificar la posesión, se aprueba en su faz geométrica y al solo efecto de ser agregado en el Registro de la Propiedad, no teniendo valor alguno para ninguna transmisión de dominio”.  “Es decir, en 1951 las áreas técnicas de La Plata no reconocieron el dominio ni titularidad sobre el bien en cuestión”, sostienen los vecinos de COSTA ABIERTA SI”.

 

La agrupación también cuestiona la declaratoria de herederos y un intento de inscripción fallido de las mencionadas parcelas. “A mi entender esos títulos son propiedad del Estado provincial –dice el vecino Claudio Ramos- quienes se arrogan de serlo ni siquiera son colindantes (los propietarios en barranca) porque los separa la traza del Tren de la Costa, el título antecedente al de 1951, es de 1912 y en ese entonces la costa era agua, allí se produjo un relleno sedimentario y por la mano del hombre. Es imposible decir que ellos sean propietarios”. Por si fuera poco los vecinos indican que el emprendimiento -que solo cuenta con una aprobación de pre factibilidad- carece de estudio de impacto ambiental y se emplaza, ni más ni menos, sobre la costa del Río de la Plata, dentro de la Zona que incluye y a la vez linda con la reserva “Parque Natural Municipal Ribera Norte”. “Fue una omisión muy grosera en el decreto de pre factibilidad no pedir el estudio de impacto ambiental para saber cómo afectaría una construcción de estas características sobre el río y, a su vez, no se convoca a una audiencia pública”, argumenta Ramos y advierte que existe legislación provincial que así lo exige.

Verónica Knoob, de la misma agrupación vecinal, agregó: “Queremos que el kilómetro que queda, dentro de los cinco kilómetros de costa que tienen San Isidro, sea de acceso público para los vecinos. No queremos que se privatice, ni que nos impidan el acceso a la costa”.

Los memoriosos recordarán que con la llegada del Tren de la Costa y la apertura de la calle Sebastián Elcano el municipio sanisidrense encaró una paulatina recuperación de los espacios públicos hasta entonces ocupados por pícaros moradores que reclamaban derechos posesorios o de usucapión, acciones que no prosperaron y fueron dando paso al desarrollo de un perfil costero natural, liberando esos predios al uso público, irrestricto y al pleno esparcimiento de cara al río, ese ha sido el espíritu, al igual que el desarrollo de un Parque Natural Municipal Ribera Norte, el desarrollo de Áreas Naturales Protegidas, la Reserva y las Islas declaradas patrimonio natural a perpetuidad, mal se puede inferir entonces que en pleno siglo XXI pueda realizarse la venta de parcelas ribereñas a privados. “No hay ninguna explicación racional – destaca Ramos-, se declara por un lado la preservación del medio ambiente y el uso público de la costa y, de pronto, nos encontramos con el intento de construir algo en un lugar que de ninguna manera lo permite. Nuestra aspiración es que el Intendente Ramón Lanús, que ha heredado esta situación, rechace por decreto este intento que a nuestro entender es absolutamente irregular. Confiamos en que él lo rechace de plano”, remató.