EFEMÉRIDES: Nuevo aniversario del Club Náutico San Isidro y de su romance con el agua y el yachting

 

26/2/2024. CREADO UN 26 DE FEBRERO DE 1910 para convocar a los amantes de los deportes náuticos un grupo de muchachos al que se denominaba la “Comisión del Bajo” que habían vivido en su niñez el esplendor del Puerto de San Isidro y del Arroyo Sarandí Sarandí iniciaron la  recuperación de la zona con su propio y único esfuerzo para poder disfrutar del río. Por aquellos días Benjamín Nazar Anchorena, Juan Manuel Obarrio y José María Pirán, entre otros entusiastas enamorados del agua, decidieron darle forma al viejo sueño de crear un club náutico. Así nació “El Náutico”, un hijo del agua que es cuna de campeones y ha sido la puerta de entrada al mundo de la náutica para generaciones de sanisidrenses.

Antigua vista aérea del Náutico, abajo a la izq. la construcción original de 1925. A la inauguración autoridades municipales y destacados miembros del Poder Ejecutivo Nacional. Abajo, a la derecha, una regata de la clase Batistú creada por Frers y luego foto de época del canal de acceso.

Alineados los planetas, el Dr. Pirán fue el encargado de dar forma a ese proyecto. Tras varias reuniones y con la adhesión de la Comisión del Bajo, se convocó a los vecinos del pueblo de San Isidro en el Salón Municipal.

El 26 de febrero de 1910, fueron 50 las personas que acudieron a la Asamblea donde se firmó la solicitud de una draga al Ministerio de Obras Públicas y se aprobó unánimemente la fundación del Club Náutico de San Isidro (CNSI).  Los concurrentes fueron designados como socios fundadores y se nombró una Comisión Directiva presidida por Don Benjamín Felipe Nazar que ejerció ese cargo durante 37 años.

Con el apoyo del Municipio que por cinco años prorrogables le cedió la isla Sarandí, a la vera del arroyo homónimo, los fundadores construyeron un puente, compraron el barco “Madama” y comenzaron el relleno de la isla, por entonces un juncal a merced de las sudestadas. Pronto los fundadores decidieron comenzar los trabajos para convertir a la isla en un campo deportivo y sede social.

En 1911 el club adquirió su primer velero, el “Slide”, al que se agregarían en 1913, dos yates llamdos “Tala” y “Sarandí”. Los tres formaron la primera flota de la institución hasta 1918, cuando se incorporaron el “Sauce” y el “Timbó”. Dos años después –contándose con 30 pilotos, 3 yates del club y varios más de particulares, se resolvió realizar la primera competencia; años más tarde comenzarían los cruceros con destino a la isla Martín García y a Colonia.

En 1940, una violenta crecida arrasó con la mayor parte de las instalaciones, que debieron reconstruirse. Esta lucha del hombre contra los caprichos del río ha sido una constante en la historia de “El Náutico”, como se lo conoce.

Sin embargo, con ese mandato implícito, legado de generación en generación, que lleva a sacar partido de la adversidad, las sucesivas inundaciones fueron enseñando que, siendo inevitables, la mejor estrategia es anticiparse y disponer de un plan de acción muy ajustado para minimizar los daños y realizar trabajos y construcciones que tengan en cuenta como dato ineludible el comportamiento del río.

EN CONSTANTE CRECIMIENTO.  Para que los hijos de socios aprendieran a navegar, Germán Frers creó en 1944 la clase Batitú adoptando los modelos de las naves a su corta edad. Se encargó de dibujar los planos y luego fue perfeccionando su diseño.

En 1951, la Provincia y el Municipio donan las tierras del club y hoy la institución ocupa dos islas ( la otra se llama Nazar Anchorena) y ahí se pueden practicar golf, natación, tenis, paddle, fútbol y –por supuesto- deportes náuticos, entre otros.

Fundadores Dr.José María Piran y Benjamín Felipe Nazar

Cuna de campeones de la vela y de notables diseñadores de embarcaciones  a El Náutico le cabe por cierto ser la única entidad privada en Sudamérica que cuenta  con barco escuela equipado con los más avanzados elementos de navegación y hecho sobre la base de un diseño que realizó el propio Frers y que fue bautizada obviamente, “El Náutico”.

El velero botado en 1982, efectuó un trascendente crucero hasta Ushuaia y en 1992 participó en la Gran Regata Colón 92, entre España y Puerto Rico al cumplirse los 500 años del descubrimiento de América.

CUNA DE CAMPEONES. Entre sus socios se encuentra Santiago Lange, notable yachtman, multicampeón que representó al país en innumerables competencias internacionales. A más de haber sido distinguido como Ciudadano Ilustre de San Isidro por sus incontables proezas: ganó la medalla de oro olímpica en la categoría Nacra 17 junto a Cecilia Carranza en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y dos medallas de bronce en la clase Tornado junto a su compañero de equipo Carlos Espínola en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Pekín 2008; también  cuatro campeonatos del mundo absolutos: tres en la clase Snipe (1985, 1993 y 1995) y uno en la clase Tornado (2004). Además, obtuvo dos medallas de plata en los Juegos Panamericanos (1983 y 1987), un campeonato del Hemisferio Occidental y Oriente de la clase Snipe, dos campeonatos europeos Europe Gold Cup (1982 y 1983), un subcampeonato (2014) y un tercer puesto (2018) en el campeonato Mundial de Nacra 17, el Trofeo Su Alteza Real Princesa Sofía en 1986 y 1987 y seis campeonatos sudamericanos en diversas clases (MiniTon -1978-, Snipe -1985-, Europa -1989-, Laser -1996- y Tornado -1997, 1999-). Él como muchos otros, Carlos Vilar Castex, por caso, varias veces campeón del mundo, el propio Frers que brilló con sus diseños, los Saubidet notables en vela ligera, los Billoch y tantos más, son hijos del agua gracias a un club que -como relatamos líneas arriba- es cuna de campeones y ha sido la puerta de entrada al mundo de la náutica para generaciones de sanisidrenses.

Acá reflejamos solo parte de la la historia de éste prestigioso club que como tantas instituciones locales nació fruto del esfuerzo y la voluntad de una comunidad y ese eterno romance con el agua.