ADIÓS A LA MOMIA. En las fiestas, Oscar Demelli se fue de gira

 

2/1/2024. NOS DEJÓ UN GROSO DEL CATCH Y DE LAS POLÉMICAS. Sí, como los artistas de las grandes compañías, en este caso de la troupe del imborrable titán Martín Karadagián, quien se enfundaba en los últimos años con las vendas de la querible momia blanca, Oscar Demelli, conocidísimo vecino de Beccar, nos dejó el pasado 23 de Diciembre, a los 79 años de edad. Fue uno de los luchadores más queridos del catch y el más polémico en las tertulias de otro groso, Mauro Viale.

Si bien hubo varias momias – la de los 60s la encarnó dentro de la franquicia de “Titanes en el Ring”, Juan Manuel Figueroa-, en los últimos años del ciclo el que se arropaba bajo el traje del luchador sordomudo, más fuerte que el acero, ese paladín de la justicia que tanto querían los chicos y el más mediático por lejos fue Oscar. Como aseguraban las estrofas que repetía el presentador Rodolfo Di Sarli y más acá en el tiempo, Jorge Bocacci y quedaron grabadas en la memoria de tantísimos pibes, ahora grandes: “La Momia protege a los buenos, castiga a los malos, y quiere a los niños muy tiernamente”.

Peronista de cuna y de la vieja guardia, como le gustaba decir, educado en el Colegio Nro 5 de Beccar, Oscar no pasaba desapercibido. Grandote, efusivo, las más de las veces empilchaba de inmaculado blanco como su querible personaje (hasta los zapatos) y ciertamente el hombre llamaba la atención con su sola presencia arriba y abajo del ring. Siempre fue un “loco lindo lleno de fantasías, con las cuáles vivía permanentemente”, lo recuerda con cariño su hermano Ricardo, un tipazo integrante de Hijos y Amigos de San Isidro del que estuvo distanciado por causas que no vienen a cuento. Casado con una ex Miss Siete Días, Irene Simeone, jefa de Enfermería del Hospital de San Isidro, Oscar incursionó en la política a nivel local: primero en las filas del peronista Alfredo Péculo y luego militó junto al ex Intendente Melchor Angel Posse. Tanta fue su identificación con el ideario del cinco veces jefe comunal, que Demelli mandó a pintar su Peugeot 505 por un fileteador con la leyenda “POSSE, LO MEJOR” y en él recorría las calles de San Isidro y acompañó al entonces intendente en más de una campaña.

El actor pasó sus últimos días en la localidad de Beccar. Una noticia que dejó devastados a sus familiares y amigos y también a sus fanáticos. “Por los amigos, daba la vida y, si le pedían un favor, lo hacía”, señaló Irene quien fue su pareja durante más de 34 años, en diálogo con Crónica. Y añadió: “También discutía y peleaba, pero era su carácter. Defendió hasta el último momento el derecho de ser el creador de La Momia”. Demelli adoraba a su personaje y siempre repetía: “Después de Martín Karadagián y Rubén Peucelle, La Momia es lo más grande que hay”.

Lo cierto es que tras el fallecimiento de Melchor, con el cual tuvo un gran acercamiento laboral, comenzó a deteriorarse su salud, sobrellevó problemas cardíacos que lo tuvieron a mal traer aunque fue operado exitosamente. Como dijimos “Titanes en el Ring” fue una de sus pasiones, que mantuvo varios años junto a Martin y también a otro vecino de la zona, en realidad de la cercana Olivos, el popular “Ancho” Rubén Peucelle junto a quien organizó varios festivales barriales para disfrute de los chicos. Muy recordados esos gestos solidarios pergeñados por este inquieto y locuaz personaje (ningún sordomudo); él, como el Ancho, que partió en 2014, iniciaron una larga gira por cuadriláteros imaginarios llevando su sana magia a otras latitudes menos terrenas y plenas de luz. Adiós titán gracias por tantas alegrías!.