Y flameó la bandera a cuadros en el Parque Arenaza. X° Carrera de AUTITOS A PIOLÍN, SÍ A LA DIVERSIÓN
30/10/2022. ALEGRÍA EN FAMILIA PARA DAR PISTA LIBRE A LA IMAGINACIÓN. La décima edición de la Carrera de autitos a piolín-Edición Boulogne 2022 se realizó el sábado último, por la tarde, y convirtió al Parque Arenaza, lindero al Museo del Juguete (MJSI), en una especie de autódromo por el que pasaron a todo lo que daban las piernas de las 72 duplas inscriptas, un chico o chica acompañado por un adulto. Una prueba tirando del piolín, más de compañerismo y de pasarla bien que de otra cosa, con acceso gratuito y bajo la organización conjunta del museo y del San Isidro Automóvil Club (SIAC).“Se trató de una tarde de encuentro intergeneracional y en contacto con la naturaleza, donde se puso a prueba la imaginación en armar los prototipos y con muchas ganas de pasarla bien, al margen de los cronómetros”, soltó la titular de Cultura y Ciudad, Eleonora Jaureguiberry, por demás enganchada con la prueba.
La gente del SIAC – encabezada por la secretaria de la institución, la siempre activa Marcela Mammarella y la presidenta Marcela Castellano- , – moviendo banderas, cronometrando y atenta a que todo fluya, un relator profesional que aportó más adrenalina al paso de las duplas, categorías para todas las edades, de 2 a 99 años, y un Parque Arenaza, donde las familias desplegaron mantas para entregarse al picnic y ver pasar a las duplas, fueron las postales principales de una tarde a puro juego. “Cada año mejora la organización y los chicos, junto con los adultos, se esmeran más y más para presentar autos más lindos y preparados. Para nosotros, una fecha tradicional y para los chicos…, es hermoso ver sus caritas de felicidad”, confió Castellano
“Con mi mamá y mi papá hicimos un tractor, pero este es más largo y no se vuelca”, contó León Ruíz Díaz (7) sobre el coche de madera que le prestó el museo para su segunda salida del día a la pista. “Fue nuestro segundo año en la carrera y esperamos volver para el 2023”, agregó el papá, apenas cruzó la meta con su hijo y todavía agitado por la movida.
“Mi papá armó los coches para sus nietos y algunos más para los chicos que no tenían el suyo. Todo hecho en casa, con mucha dedicación y piezas en desuso”, dijo Federico Viviani en su tercera vez en la prueba, junto a sus hijos y rodeado de primos, sobrinas y amigos.
“Hermoso, corrimos con este autito que armamos entre los tres, con mi hijo y mi marido. Funcionó bárbaro, pero después de la carrera algo falló y se partió en dos, pero no importa, pudimos correr”, dijo sonriente Beatriz, que llegó desde Banfield, entregada a un picnic con manta incluida, y junto a su hijo.
Las categorías, Guapito, Duravit, Hotwheels, Matchbox, Scalextric y Bonus track/ Jeep loco (sin límite de edad ni de tamaño de auto), exigían autitos 100 por ciento artesanales o de fabricación industrial, pero con intervenciones hechas a mano. Todo sirvió: desde envases de plástico y latas de conservas hasta piezas irreconocibles y tapitas de cerveza en su nuevo rol de ópticas.
Así, a los autitos hechos en cada casa se sumaron los del taller que organizó el MJSI y, también, los armados en la sede Starte Asociación Civil (convocada por el museo), bajo la guía del Taller de Ribera y Juguetes de Os, y para los chicos y chicas del barrio lindero Santa Rita con presencia en varias categorías.
“Está buenísimo compartir con el museo este ideal de carrera, que es reunir a la familia en torno de una actividad divertida, lúdica. Un gustazo”, sostuvo Luis Ángel Pelayo (37), del Grupo de Scouts Fray Luis Beltrán, de Boulogne, que desembarcó en el museo con 16 scouts y varios adultos para hacerse cargo del buffet montado al aire libre y colaborar en la pista ante cada despiste.
“Nos casamos el jueves, pero no podíamos faltar. Venimos todos los años y siempre traigo autitos para los chicos que llegan sin el suyo. Esta vez traje cuatro. Ya tengo la cochera llena de autitos, pero ¡sí!, vamos a seguir colaborando”, aseguró Adrián Ces en una reposera y al borde de la pista.
“Salió todo muy bien, hubo un gran despliegue de creatividad en los modelos y, como siempre, el profesionalismo y la entrega del SIAC y del grupo Fray Luis Beltrán, a quienes estamos muy agradecidos”, cerró visiblemente feliz por la convocatoria la directora del Museo del Juguete, Cecilia Pitrola. Al podio, como siempre, subieron corredores y corredoras, más allá de lo que marcó el cronómetro, para recibir un premio gentileza de la firma Pizzini.