Una historia sensible sobre la acumulación compulsiva. “LATE EL CORAZÓN DE UN PERRO” cerró la temporada de PLATEA ABIERTA en San Isidro

 

25/10/2022. LO MEJOR DEL OFF PORTEÑO PASÓ POR EL CCSI. El ciclo gratuito Platea Abierta en San Isidro bajó el telón de la temporada 2022 en el Centro Cultural San Isidro, Avda. Del Libertador 16.138, de esta ciudad, con “Late el corazón de un perro”. Una obra dirigida y escrita por Franco Verdoia que habla de la tortuosa relación entre una madre anclada en un pasado lleno de recuerdos difusos y su hija que no puede aceptar el estado casi demencial al que ha llegado su madre. “Fue el cierre de una gran temporada que nos permitió traer a San Isidro obras que representan lo mejor del teatro off porteño, de miradas contemporáneas, temas muy actuales, y en muchos casos premiadas. Además, el plus que ofrece nuestro ciclo de poder charlar con los elencos post función, como un modo de seguir formando audiencias”, expresó la titular de Cultura y Ciudad, Eleonora Jaureguiberry.

Mabel (Silvina Sabater), una señora mayor, desalineada, hundida en su sillón y fumando junto a una columna de trastos viejos y en desuso, y entre recuerdos difusos que la maniatan. Ana (Berenice Gandullo), su hija, que regresa tras muchos años con su traje de azafata a lo que queda de esa casa que supo ser la mejor de un pueblo que la asfixia.

Una casa abarrotada de basura y malos olores, con una orden de desalojo encima y habitada por esa mujer que merodea la locura. Entre ambas, separadas por la incomprensión de mundos tan disímiles, Hernán (Gerardo Serre), un bombero municipal que quiere ayudar a Mabel a deshacerse de sus escombros y arrastra, además, un idílico pasado amoroso con Ana que en él sigue latente.

“La casa está en peligro de derrumbe… ¡El pueblo está en peligro de derrumbe, derrumbe moral!”, le grita Mabel a su hija.

 

NAT FEO Y EL SÍNDROME DE DIÓGENES COMO DISPARADOR 

“Estaba obsesionado con un programa de NatGeo, Acumuladores, sobre gente con síndrome de Diógenes. Me daba mucha curiosidad esa gente y cómo sus familiares necesitaban sacarlos de ese mundo. Detecté que había algo interesante para contar ahí y me acordé de la Loca Hernández, una viuda mayor que vivía en mi pueblo y a quién íbamos a espiar con mis compañeros de la secundaria porque se decía que solía pasear de noche y en camisón. Le teníamos terror”, confió el director de la obra Franco Verdoia, durante la charla con el público.

“Amo esta obra porque tiene humanidad, tiene lo bueno, lo malo, lo mezquino y las ausencias de todos los seres humanos”, contó Sabater sobre la obra estrenada en 2019, que va por otra temporada y con planes de ser llevada al cine, un territorio también conocido por Verdoia. “Cuando escribo teatro, sin duda, el chip del cine está vivo, y viceversa”, sostuvo.

La escenografía, de Alejandro Goldstein, está dominada por una torre de desechos que sintetiza el conflicto de Mabel. “Es una escultura, una obra de arte, que funciona como un elemento que afecta a los actores, sacan cosas, revuelven y abren cajones, y Mabel hasta se trepa a ella. Es un personaje más”, sostuvo Verdoia. “Tiene detalles increíbles, pequeños objetos, cosas incrustadas, quemadas”, acotó Sabater.

Verdoia dijo que siente que nunca se fue de Varillas, Córdoba, su pueblo. “Es mi herramienta de creación, mi combustible, uno tiene que hablar de lo que más conoce. Tengo mucha anécdota y aparece todo el tiempo”.

“Voy a esos lugares no resueltos, a veces es muy duro escribir, tenía momentos de esta obra donde estaba como vos, no podía seguir -le dijo a una mujer que le preguntó al borde del llanto a causa del impacto que le había producido la obra-. Recoger estas emociones, como la tuya, es muy lindo porque, definitivamente, dan sentido a lo que hacemos”.

“Es la primera vez que vengo al ciclo, no soy de ir al cine ni al teatro. Me encantó, una experiencia distinta”, dijo Dinah Tarasiuk. A su lado, Mercedes Minks, que fue alumna de Sabater, contó que la obra la atrapó desde el vamos. Me gustaron los tres personajes y te sentís identificada con los muchos conflictos puestos en escena. Conmovedora.

+ El ciclo lo coordina la directora, actriz y dramaturga Silvia Gómez Giusto y las charlas las modera Aliana Álvarez Pacheco.