Aikido desde el Fin del Mundo. Seminario internacional sobre artes marciales, puso al Club Estrella en la vidriera

20/9/2022. AIKIDO KOSHUKAI: CUANDO EL CAMINO HACIA LA ARMONÍA LO ENCONTRÁS EN EL QUERIBLE CLUB DE BARRIO. Un Sensei español y varios maestros de países limítrofes – Uruguay, Chile, Brasil, Paraguay-  desplegaron su magia sobre el gigantesco tatami que dominaba el gimnasio central del Estrella convertido en un Dojo. Allí, durante dos jornadas, se desarrollaron exhibiciones en vivo, también hubo charlas que cautivaron a los participantes de este 18 Seminario que tuvo por fin “confraternizar a las distintas escuelas”. Unos 250 aikidocas de distintas latitudes participaron de la experiencia. “El aikido es un arte marcial japonés, ‘AI’ quiere decir Armonía, ‘KI’ Energía y ‘DO’ El Camino. ES EL CAMINO A LA ARMONÍA”, precisa el Sensei Roberto Palma fundador del Aikido Koshukai.

 

El hombre, un martinense de pura cepa, cuenta que esta disciplina milenaria “busca el equilibrio del cuerpo, de la mente y del espíritu”. El singular evento invita a conocer más sobre la sabiduría de los guerreros. “Se trabaja con las limitaciones del cuerpo y se aprende a moverlo para que éste se sienta bien, se trata de equilibrar la energía, sin dañar. Es un arte marcial donde hay contacto, pero no choque. Acá, no se dan premios ni se entregan trofeos y se trabaja con uno mismo, es como si el adversario fuese uno mismo”, dice el maestro y al cronista le resulta inevitable remitirse a la legendaria serie Kun Fu y al latiguillo “Pelea con tu sombra”.

 

Mientras Roberto habla sobre el tatami una Sensei chilena enfundada en una hakama de color azul, que es un pantalón-pollera abombado típico, como los que usaban los samuráis, enseña técnicas específicas que forman parte de una filosofía muy valiosa. Tomas, palancas y proyecciones se dibujan entre los ocasionales oponentes aikidocas, muchas veces acompañadas de distintos desplazamientos que sirven para esquivar ataques y se produce como una suerte de danza hipnótica que seduce por su excelsa armonía.

 

Las demostraciones y prácticas de los aikidocas y senseis son seguidas también en forma virtual – como ocurrió durante la pandemia– desde los lugares más recónditos del globo, como Países Bajos, Italia, España, Estados Unidos y por supuesto Japón. “Para el Club Estrella es un orgullo  que la Organización Argentina de Aikido nos haya elegido como sede – dice con la humildad que la caracteriza Juan La MónicaYo soy más grande que el club y pasé toda mi infancia en esta sede así que ver el constante CRECIMIENTO de la institución, siempre EN FAMILIA (tal cual su lema) emociona. Este lugar sin el apoyo constante de Melchor Posse, luego de Gustavo y de nuestra madrina, Fernanda Nuevo -que hoy no pudo asistir por cuestiones de salud-, jamás hubiese alcanzado tamaño crecimiento”, reconoce y se le iluminan los ojos.

 

Y la pregunta al presidente Juan se impone sola: “¿Soñaste alguna vez que este modesto club de barrio donde creciste estuviese hoy en la vidriera del mundo?”. La respuesta no se hace esperar: “Nunca, jamás, lo de hoy es algo increíble. Este es un club de barrio, donde no se cobra cuota social, aquí se cultiva un ambiente familiar que reúne a padres e hijos, este Seminario y su trascendencia es impensado, de no creer”, asegura.

 

El Sensei Palma lo abraza y le cuenta que los visitantes de otras latitudes quedan enamorados de Martínez.”Es que acá se respira, familia, unión, alegría y camaradería”, remata el profe. Y quien esto escribe no tiene más que dar fe, al ver en perfecta armonía a familias enteras en el buffet compartir anécdotas y vivencias en el querible club de barrio, el Estrella de Martínez, ese que se nutre con la fuerza del boca a boca – y en estos tiempos de redes más- , aquel que hace al tejido social donde se gestan las amistades entrañables, esas que son para toda la vida.