Tras dos años por pandemia, volvió lo mejor del teatro independiente a San Isidro con Platea Abierta Salgamos a escena, ARRIBA EL TELÓN!
25/4/2022. SOBRE LAS TABLAS: LAS CINCO HISTORIAS BREVES DE “LUZ TESTIGO” ABRIERON EL MUY BUEN CICLO GRATUITO. Con Luz testigo, que sobrevuela la pandemia y ahonda en cómo los vínculos humanos se alteraron en esos tiempos recientes, regresó anoche el ciclo gratuito Platea Abierta. Y volvió tras dos años de ausencia obligada por lo dicho, a sala llena y con un público más que agradecido en el Centro Cultural San Isidro, Libertador 16.138, San Isidro, por la oportunidad de reencontrarse con un teatro independiente de primer nivel 
y cerca de casa. “La vuelta del ciclo a sala llena habla a las claras de la necesidad que tenía la gente de sentir otra vez las sensaciones únicas que genera el teatro desde un butaca. Y nosotros muy felices también por volver a generar el encuentro entre el público y los artistas, quienes con mucha entereza esperaron la reapertura de las salas”, dijo la secretaria de Cultura, Eleonora Jaureguiberry.
Una costurera que se entera por un programa de radio que Luis, un vecino de su edificio, está enamorado de ella; una casa en el bosque habitada por Gretel y Hansel, hijos de dos médicos, a la que un detective llega para resolver un asesinato; la relación entre una hija y su padre en una casa del Delta que comienza a llenarse de olvidos; un actor histriónico y detallista haciendo una obra sobre su propio fracaso amoroso y, de golpe, ella, Catalina, su ex, está literalmente en la platea, y dos jóvenes que se conocen colgando y descolgando ropa en la terraza de su edificio, entre malos entendidos y las ganas de ser algo más que vecinos dispares.
Cinco historias breves escritas por Tomás Afán, Marina Artigas, Rubén De la Torre, Julián Marcove y Agustín Meneses, que obtuvieron el concurso organizado en plena pandemia por Espacio Callejón, dirigido por Javier Daulte. Relatos independientes amalgamados por la música de Mina, que tienen el mérito de rozar poéticamente la peste, ensayados y estrenados en esa circunstancia, que desde una puesta muy austera hablan de vínculos humanos afectados por lo desconocido a partir de pinceladas de drama, humor, intriga y hasta de disparate, y con intérpretes que casi nunca dejan el escenario.
Si no están actuando, están moviendo los tres trípodes de luz que también sirven para darle un hilo conductor al relato. Todo a la vista del público para crear una atmósfera de acompañamiento y cuidado de los actores y actrices entre sí, y todo un gesto: Aquí estamos de vuelta, todos juntos, compartiendo el hecho teatral.
De eso y mucho más, como del título de la obra en relación a la luz testigo que se deja en los escenarios cuando no hay actividad, se habló en la tradicional charla post función con el elenco, moderada por Aliana Álvarez Pacheco. “¿Qué podíamos hacer mientras la gente no podía ir al teatro? Pensar, escribir, programar. Así surgió la idea del concurso”, indicó Daulte, dramaturgo, guionista y director con más de setenta distinciones.
“La estamos pasando espectacular, ¿la torta? riquísima, húmeda, esponjosa”, contó Mara Pitera en su primera vez en este cumple y con uno Tengo miedo de que las cosas no vuelvan a ser como eran fue una de las frases que lanzó la obra. Un miedo que una de las actrices aceptó en la charla como propio y del resto. “Nos preguntábamos, ¿estrenaremos?, pero el hecho de ir a ensayar ya era encontrarse en un oasis”.
