Tras la Catedral, Concierto Navideño: “Vení a cantar VILLANCICOS”, encuentro esperanzador como cierre de este 2021

 

16/12/2021. EL ARTE TAMBIÉN RESIGNIFICA MOMENTOS DIFÍCILES: UNIDOS Y EN COMUNIDAD.  Envueltos en un clima festivo, unas 1500 personas participaron anoche del tradicional concierto Vení a cantar villancicos, que tuvo en escena al Coro de la Catedral de San Isidro, dirigido por el maestro Gustavo Felice. El espectáculo se realizó al aire libre, detrás del icónico templo neogótico, en pleno casco histórico de esta ciudad, y con un repertorio basado en dos obras centrales de nuestra música, Misa Criolla y Navidad Nuestra. “Este concierto se resignifica por los momentos difíciles vividos como sociedad, nos recuerda que el arte sirve para darle sentido a tanto dolor y también para encontrarnos y habitar como comunidad lugares tan bellos como éste. Una función de música religiosa y también popular, no solo para creyentes, que debemos vivir como un privilegio e invita a mirar el año próximo con mucha esperanza”, destacó la titular de Cultura SÍ, Eleonora Jaureguiberry.

 

Con una platea de todas las edades, las paredes del tempo (1898) iluminadas, al igual que las añosas tipas, el concierto de cierre de año comenzó con Misa Criolla, de Ariel Ramírez, grabada en 1964. Así, a metros de la Avenida del Libertador 16.200, en un rinconcito mágico de adoquines añejos, las más de treinta voces del coro cautivaron desde el Kyrie (vidala/baguala), la primera de las cinco partes de esta obra central de nuestro acervo artístico.

Siguieron Gloria (carnavalito/yaraví), Credo (chacarera trunca), Sanctus (carnaval cochabambino) y Agnus Dei (estilo pampeano), que el público disfrutó a la par de los artistas y a lo largo de la hora y media de un concierto que también contó en la primera fila con el párroco de la catedral, Carlos ‘Checo’ Avellaneda, que bendijo el momento y a los presentes.

Navidad Nuestra, de Ramírez y Félix Luna, con La Anunciación (chamamé), La Peregrinación (huella), El Nacimiento (vidala catamarqueña), Los Pastores (chaya riojana), Los Reyes Magos (takirari) y La Huida (vidala tucumana), ocupó el segundo tramo de una velada que también tuvo en escena a los solistas Claudio Sosa (tenor) y Leonardo Menna (barítono), junto con Marcos Villalba (guitarra), Gastón Carlos (percusión), Daniel Navarro (charango), Lolo Micucci (piano), Fausto Castillo (bajo) y César Castillo (aerófonos).

La alegría inmensa de volver a cantar de cara a la gente, la esperanza de que como comunidad seamos un poco mejores cada día y el agradecimiento hacia la municipalidad y la Catedral para que todo esto tan lindo y mágico suceda”, dijo Gustavo Felice, autor y director del Coro desde 1989.

Un concierto que este año dejó el atrio de la catedral debido a las obras de puesta en valor de la vecina Plaza Mitre, y comenzó a bajar su telón con un villancico centroamericano con aires de joropo y siguió con Candombe del 6 de Enero en una atmósfera bien rioplatense, a dos orillas, percusionista invitado y panderetas repartidas entre un público que por momentos no pudo quedarse sentado y acompañó las melodías a puras palmas.

“Muy emocionada por compartir estos momentos de fe y paz, sobre todo después de estos dos años tan difíciles”, comentó Marina Monte, de San Isidro, junto a su marido y su hija de 13 años. “Conocía el repertorio, pero en vivo, en este lugar y con este tono intimista es genial, los felicito”, dijo Javier Negro (41), que llegó desde Boulogne con su esposa, padres y suegros.

El cierre fue con un clásico universal traducido a 200 idiomas, Noche de Paz. Un villancico que Felice comenzó cantando en alemán y con su guitarra, y concluyó ya en español con la gente sumando voces, algunas velas encendidas y muchísimos celulares en modo linterna para terminar de iluminar una noche esperanzadora e irrepetible.