Films icónicos del cine mudo musicalizados en clave XXI en jardines del Pueyrredon. Lo bueno conocido en formato ópera prima
25/11/2021. CON CHAPLIN EN LA PANTALLA, ARRANCÓ ANOCHE ESTE CLÁSICO DE LA AGENDA CULTURAL SANISIDRENSE. Tras el impase obligado del año pasado, el Festival de Cine y Música de San Isidro regresó anoche al Museo Pueyrredon para dar inicio a su 13° edición. Y lo hizo con bombos y platillos, es decir, con Chaplin y El pibe en pantalla, el pianista Marcelo Katz en el escenario, acompañado por Mudos por el Celuloide, y una platea de 800 personas en el jardín patrimonial, a metros de la casa por la que pasó buena parte de la historia grande de nuestro país. Un ciclo de la Subsecretaría General de Cultura de San Isidro y la Fundación Cinemateca Argentina (FCA), apoyado por el Grupo Asegurador La Segunda, que hasta este sábado, a las 20.30 y con acceso gratuito, convoca a disfrutar de films icónicos del cine mudo musicalizados en clave siglo XXI por artistas contemporáneos, y con la risa como eje de una experiencia única. “Feliz con este reencuentro y con seguir adelante con un festival que surgió tímidamente en una charla de trabajo con Eleonora Jaureguiberry para hoy convertirse en un bien social y cita impostergable y muy amigable para nuestros vecinos y también para muchos otros que llegan desde otros distritos” , expresó el Intendente Gustavo Posse. A su lado, la titular de Cultura SÍ, Eleonora Jaureguiberry añadía: “Este festival representa el espíritu de nuestra ciudad, que tiene un pie en la tradición y otro que claramente mira al futuro con alegría y también con un poquito de irreverencia”.
En su mensaje de apertura Jaureguiberry s agradeció -además- “a los inmensos artistas que ya no están, pero que siempre nos acompañan desde la pantalla, y a los que trabajaron durante meses para producir esta música tan especial que tendremos la oportunidad de escuchar solo en estos cuatro días”.
Katz siguió al piano la historia del vagabundo inocente (Chaplin) que se cruza y finalmente adopta a un niño abandonado para atravesar todo tipo de peripecias en un barrio marginal. Tocó las teclas internadas del instrumento con una tanza, produjo sonidos guturales y efectos sonoros junto con su Mudos por el Celuloide, formado por Martín Pantyrer (saxos, clarinete y clarinete bajo), y Patricio Villarejo (violonchelo). Instrumentos que de a ratos sonaron fuera de su rango habitual, como gran golpe de efecto, para seguir lo que ocurría en la pantalla de siete metros por cinco y con excelente definición.
“Muy emocionado por esta edición tan particular, la del reencuentro, y también por la fantástica El pibe, una película para acompañar desde lo musical porque realmente Chaplin la hace andar sola. Uno solo intenta meterse en sus vericuetos y juguetear con la música”, dijo sonriente Katz, presente en todas las ediciones y con amplia experiencia en musicalizar films del cine mudo.
Una atrapante mixtura, como en todo el ciclo, de excelente música original preparada durante meses por los artistas, que no se graba ni se repite, un entorno verde soñado con las copas de los árboles y la casa histórica iluminada, ambiente más que distendido y cosas ricas para picar y beber mientras las historias se desarrollan para despertar risas y emociones.
“Nos pareció genial, buenísimo que vuelva a pasar esto. Vinimos a la edición de 2019 y se extrañaba, hacía falta”, coincidieron Emiliano Pérez Marcel (38) y Camila Cassinari (29), una pareja vecina de San Isidro que fue parte de esa platea de todas las edades. “Es nuestra primera vez en el festival. Nos encantó la organización, me divertí un montón y la banda de sonido fue excelente”, dijo Miriam Lusneque, que llegó al Pueyrredón con su marido desde Boulogne. “Hoy (por ayer) celebramos los 100 años de esta película magistral que marcó el debut de Chaplin como director de largometrajes y el sábado vamos a cerrar celebrando el centenario de los cortos de Buster Keaton. En el medio, El hombre mosca y La quimera del oro. Todas obras maestras que nunca pasan de moda, atraviesan los tiempos y nos vuelven a cautivar más allá de las veces que las hayamos visto”, indica la presidenta de la Fundación Cinemateca Argentina, Marcela Cassinelli.
La invitación para hoy es con El hombre mosca (1923), en el que Harold Lloyd se pone en el rol de un joven empleado de una importante tienda comercial que se ofrece a trepar las paredes del edificio para atraer clientes, y también con César Lerner (piano, acordeón, percusión y medios electrónicos) y Marcelo Moguilevsky (clarinete, clarinete bajo, armónica, flautas, loops, voz y piano), un dúo experto en ponerle acordes al cine que disfrutaron nuestros tatarabuelos, tan antiguo como vigente.
+ El Museo Pueyrredón está en Rivera Indarte 48, Acassuso. En caso de lluvia, las funciones se realizarán en el auditorio del Colegio San Juan El Precursor, Estanislao Díaz 939, Bajo de San Isidro. Se entregará una entrada por persona a los que estén presentes y hasta agotar localidades. Capacidad limitada. Ingreso por orden de llegada. Se recomienda estar una hora antes del inicio de la función.