En el Día del Trabajador Gastronómico, Posse con dueños de bares, restaurantes y cervecerías: “El comercio y la industria no generan contagios”

3/8/2021. CON MOTIVOS PARA CELEBRAR:  RECUPERAR LA FACTURACIÓN PREVIA A LA CRISIS. En esa inteligencia el Intendente de San Isidro, Gustavo Posse, defendió desde un primer momento en estos tiempos pandémicos la vuelta a la actividad del sector. El sector tan golpeado por las restricciones comienza a recuperar el nivel de facturación previo a la crisis y ciertamente es motivo para celebrar. En el encuentro, que se realizó en el bar Malloy’s en Martínez, también participaron el secretario de Salud, Juan Viaggio, el subsecretario de Inspecciones, Registros Urbanos y Tránsito, Walter Pérez, y la coordinadora municipal, Macarena Posse. Desde el inicio de la pandemia de Covid-19, estas áreas trabajaron en la elaboración de protocolos de bioseguridad para que el sector gastronómico pueda volver a funcionar. “Nuestra convicción siempre fue que el comercio y la industria no eran factores que generaban contagios, sino que venían por descuidos sociales. A partir de la implementación del aislamiento obligatorio, comenzamos a ver cómo podíamos sostener el sector gastronómico que es una de las actividades que más empleo genera”, explicó Posse, tras saludar y pasar por cada una de las mesas en las que se ubicaban los emprendedores en el restó de la costa sanisidrense.

En relación a las medidas y a los protocolos que se establecieron, el jefe comunal indicó que fueron “estudiadas por gente idónea” y que no solamente reactivaron la economía, sino también que sirvieron como válvula para descomprimir la angustia y la tristeza de tantos meses de cuarentena. “Fue tratar de vivir con más dignidad; la economía no va en contra de la salud. De hecho, reactivamos la actividad y no se generaron más contagios de Covid”, señaló Posse.

La pandemia puso en jaque a la gastronomía y desde el municipio apelaron a la creatividad e innovación de protocolos para que no se pierdan las fuentes de empleo. Actualmente, San Isidro tiene unos 205 locales gastronómicos en funcionamiento.

A lo largo de más de un año y medio, el municipio fue pionero en todo: desde ventas con entregas a domicilio, pasando por el take away, la novedosa implementación del take away plus con bancos y sillas al aire libre, luego las mesas, hasta llegar a la atención en el interior de los locales con un aforo determinado.

“En todo momento nos reunimos con dueños y representantes de los comercios gastronómicos para coordinar los protocolos. Se buscó cuidar la salud de los trabajadores y clientes. Fue una apertura racional con pautas concretas como la circulación del aire y la distancia en la utilización de las mesas. Siempre primó el sentido común en la actividad económica; se apuntó a garantizar la seguridad y preservar las fuentes de empleo”, aseguró Walter Pérez.

Desde el área de salud, Juan Viaggio, indicó que tuvieron en cuenta las experiencias de distintos países que sufrieron previamente la primera y segunda ola de Covid-19. “Nos sirvieron esos ejemplos para tomar las decisiones correctas y a San Isidro lo favoreció el hecho de contar con un sistema de salud modelo; con tres hospitales municipales, 14 centros de salud entre CAPS y consultorios descentralizado”, argumentó Viaggio.

Carlos Clark, dueño del restó bar El Catalejo, ubicado en la ribera del Bajo de San Isidro, valoró el apoyo de la Municipalidad y la implementación de los protocolos. “Sin esa ayuda no hubiéramos podido soportar esta situación”, afirmó.

Y describió la gravedad de la situación en la pandemia. “Pasamos de ser un restaurante tradicional con platos y comidas elaboradas a achicar costos y ofrecer sándwiches y ensaladas con escasos ingresos”, detalló.

Pero hoy viven “otra realidad”, y Clark destacó que “están recuperando la facturación previa a la crisis”.

La coordinadora municipal, Macarena Posse, resaltó “el compromiso de los trabajadores gastronómicos y de los clientes para cumplir los protocolos sanitarios establecidos en el retorno de la actividad”.  Y remarcó que “estos lugares cumplen una función social muy importante para la  gente, son lugares de encuentro y también de trabajo”.

Otro de los participantes de la reunión, Marcelo Mazzini, a cargo del restaurante Malloy’s, completó: “Después de tanta angustia, estamos viendo la luz al final del camino gracias a las medidas que tomó el municipio. Fuimos afortunados en estar en este distrito, porque siempre buscaron cuidar la salud y la actividad económica”.