BICICINE A FULL. Clásico de la agenda de verano sanisidrense junto al río y ahora en el Golf divirtió a platea amiguera y familiar

 

15/3/2021. VOLVER A APROPIARSE DE LOS BIENES SOCIALES DE LA COMUNIDAD CON PROPUESTAS DE EXCELENTE NIVEL. Como anunciamos oportunamente, el festival gratuito arrancó el viernes pasado en el bajo de Martínez con la magia del río como telón de fondo y un rosario de foodtrucks que proponían tentador tentempié antes y después de la función. En la pantalla dispuesta ahí nomás de la escultura del Cincel la comedia dramática bien british, ‘Mi Gran Oportunidad’ acaparó las miradas de un público ávido por compartir un espectáculo al aire libre divertido, entre amigos o en familia y como se debe, con todos los protocolos sanitarios. “El cine se disfruta así, en compañía de otra persona y en comunidad”, confió la titular de la Fundación Cinemateca Argentina, Marcela Cassinelli -impulsora junto a Cultura SI y la Municipalidad de San Isidro de este evento que ya va por su 6ta edición– quien recordó que desde hace un año la entidad no hacía una función con presencialidad debido a la pandemia. “Bicicine es un clásico de una agenda de verano de Cultura que nos permite disfrutar de nuestros bienes sociales, como las plazas y los parques, a partir de propuestas para todas las edades y de excelente nivel, que están recorriendo todo el territorio municipal”, destacó el intendente sanisidrense Gustavo Posse, quien no pudo sustraerse a ese ciclo que abreva en buenas joyitas del séptimo arte. A su vez, la gestora cultural Eleonora Jaureguiberry dijo al día siguiente que el debut del bicicine en el Golf de Villa Adelina con ‘Paddington’ no pudo ser mejor. “El Bicicine llega por primera vez a Villa Adelina y seguramente, ante este gran impacto, lo hace para quedarse”, expresó y a renglón seguido invitó: “Estamos en una localidad con la que nos reencontraremos el sábado próximo, en la plaza Belgrano, con dos orquestas de tango jóvenes y un concierto didáctico para el que todos, grandes y chicos, están más que invitados”. En ambas puestas del festival pudo percibirse un clima relajado, familiar, entre amigos con mucho ambiente de pic nic distendido y foodtrucks sin pausa.

UN VIERNES PARA PASARLA BIEN DE BIEN JUNTO AL RÍO. Ahí cerquita de la playita de Pacheco y la emblemática escultura del Cincel, en Martínez, fue escenario el pasado viernes 12,y desde las 21, del inicio de la VI edición de Bicicine, que en el marco del ciclo gratuito El Bardo en las plazas encendió su pantalla con “Mi Gran Oportunidad”. Una cita que convocó a muchas familias, con los protocolos sanitarios y foodtrucks que ofrecieron su gastronomía en un pintoresco patio de comidas de cara al río.

“Estamos muy felices de reencontrarnos en nuestra sede habitual y en torno de una pantalla de cine, y con muchas expectativas puestas en mañana (por el sábado), en el debut como sede del Parque Público de Villa Adelina. Un entorno verde lindísimo donde muchos vecinos se sumarán a los que ya adoptaron al Bicicine como una de las salidas ineludibles del verano”, contó Eleonora Jaureguiberry subsecretaria general de Cultura de San Isidro, a cargo de la organización junto a la Fundación Cinemateca Argentina (FCA) durante la apertura del ciclo.

“Vimos la propuesta en un afiche y nos gustó que sea al aire libre y en el río, y de paso hacemos pic nic. Antes de salir para acá, mi hijo vio el trailler y está muy entusiasmado”, contó Graciela Suns, junto a su esposo e Iván (8), a poco del inicio del film.

Una comedia dramática inglesa basada en la historia real del vendedor galés de teléfonos Paul Potts, que atrapó, conmovió y arrancó sonrisas con su sueño de ser cantante de ópera y presentarse en la primera edición (2007) del famoso concurso de televisión Britain’s Got Talent.

Con las luces de la Ciudad de Buenos Aires recortadas a lo lejos, el film (subtitulado) de David Frankel aferró al público a sus asientos, mantas y reposeras, como a Georgina Olmi y Federico, su pareja, que paseaban en bici por el Bajo, se cruzaron con la pantalla, googlearon la película y se quedaron. “Nos pareció interesante y acá estamos -dijeron-, disfrutando de un plan súper original”.

Con las luces encendidas y con Potts habiendo cumplido su sueño, María Laura Bonora, cordobesa, de visita y acompañada por una familia amiga de Martínez, destacó todo. “Me gustó la historia, el paisaje, la tranquilidad, la organización”, dijo desde la reposera y con una sonrisa que parecía filtrarse por el barbijo.

“Es la primera función con público desde hace un año, cuando se cerró la sala Lugones de la Cinemateca. Hicimos actividades por streaming, pero el cine se disfruta así, en compañía de otra persona y en comunidad”, indicó Marcela Cassinelli definiendo a las claras la necesidad de volver a reencontrarse con los lugares propios a través de un ciclo totalmente impuesto que año tras año suma adeptos. 

 

SEGUNDA FUNCIÓN A PURA TERNURA EN UN PARAÍSO VERDE. En un entorno verde muy espacioso y privilegiado, el Parque Público de Villa Adelina debutó el sábado 13 del mejor modo, cerrando la segunda y última función del ciclo gratuito Bicicine.  Y debutó con una que no podía fallar, ‘Paddington’, el osito de sombrero que hizo reír, cautivó y transmitió su ternura a grandes y chicos.

Enseguida, a las 21, la pantalla de 10 por 5,6 metros, y de gran definición, tuvo a Paddington haciendo de las suyas en el seno de la familia londinense que lo adoptó tras quedar sin hogar en Perú y ser embarcado a escondidas por su tía Lucy para que encuentre una vida mejor.

“Vivimos a tres cuadras y siempre venimos a caminar acá. Ahora, listas para pasar un lindo momento. Sí, ¡con todo, mantas, reposera!”, dijo Silvana del Río, entre hijas, sobrinos y amiguitos. “Vi la II, pero me faltaba la I. Estoy muy contenta”, confesó Lucía Sesa (11), una de las tantas chiquitas del grupo, de entre 7 y 17 años.

En tanto, los foodtrucks no tuvieron pausa con hamburguesas y papas fritas al tope de las preferencias, y que del fuego iban directo a las burbujas donde se ubicaron cada uno de los grupos familiares. Todo bajo estrictos controles sanitarios, la debida distancia, toma de temperatura y alcohol sin discreción en las manos del público al ingresar al predio de José M. Moreno y Colombres.

Gente en las sillas de la organización y también a ras del césped con manta y reposera propia, y bicis con las ruedas al cielo mientras el osito provocaba conflictos en la familia al ser protagonista de involuntarios accidentes hogareños, desde una inundación hasta un incendio.

“Todo excelente, la noche, la película. Más no se puede pedir. Hasta compramos pochoclo, que no puede faltar en toda salida de cine”, sostuvo sonriente Gustavo Zubeldía, que llegó desde San Isidro con dos familias amigas para completar un grupo de 15 integrantes de todas las edades.

Tras el The End, Lucía Guassardi destacó la propuesta: “Está genial que el ciclo haya venido para este lado, del otro lado de la Panamericana.  ¿La película?, ¡hermosa! A Paddington él lo ve en la tele y le encanta”, dijo la joven con su hijo de tres años en brazos y junto a sus padres, Ariel y Liliana.

‘Mi Primera Oportunidad’, el viernes pasado en el Bajo de Martínez, y esta encantadora comedia del osito inglés que sobre el final nos dejó otra enseñanza, la de que todos tenemos derecho a un lugar de pertenencia, más allá de cualquier diferencia.