Viví Punta. Ellas hacen tabla. Las ‘Salty Girls’ le ponen adrenalina y sal al verano esteño

 

26/1/2021. SUBITE A LA OLA. Hay deportes que son un pasatiempo, otros pueden convertirse en una pasión, pero solo algunos llegan a ser un estilo de vida. Eso es el surf para ellas. En el verano esteño, Camila Meana y Agustina Brum lideran e inspiran a un grupo de mujeres que comparten un estilo de vida, dentro y fuera del agua.  Camila da clases en la escuelita que montaron este año en la bajada 8 de la Playa Brava de Punta del Este: “El surf para mi más que un deporte es una filosofía de vida. Es mi día a día, desde que me levanto hasta que me acuesto estoy pensando en surfear”, cuenta. Agustina – en tanto- que estudia Ciencias Biológicas para especializarse en Oceanografía y está a cargo de la “Salty House” no lo duda: “Te das cuenta de que todas las decisiones que vas tomando en tu vida son para poder surfear. No se si es consciente o inconsciente, pero siempre terminás cerca de la playa”, describe esta surfer que ha hecho de su pasión un modo de vivir.

Como otras disciplinas, y ámbitos de la vida, las mujeres se van abriendo un espacio que era ocupado principalmente por hombres. Aunque la mayoría de las veces no hay problemas, Camila Meana y Agustina Brum coinciden en que muchas veces tienen que demostrar cuáles son sus capacidades para hacerse un lugar. “Cuando entro al agua tengo una actitud que demuestra que estoy ahí, siempre con respeto y desde un lugar para disfrutar y divertirme. Pero siempre es imponerse“, cuenta Agustina y agrega: “Te ven en la primera ola y por ahí se te tiran adelante, te roban la ola, si la segunda ya la surfeaste más o menos bien te dejan surfear porque ‘algo encarás'”.

 

Ambas se conocen de chicas por conocidas en común y próntamente trabaron amistad, luego vinieron los viajes, las competencias y las recorridas por escenarios naturales buscando las mejores olas. Costa Rica, México, España, Portugal, Sri Lanka, Indonesia. En 2019 hicieron el último viaje juntas, pero cuando aterrizaron ya estaban pensando cuál sería el próximo destino de surfing. Se pusieron como objetivo Praia da Rosa (Brasil) y decidieron compartirlo con amigas y conocidas para abaratar los costos, contrataron una combi y alquilaron una casa, pero no llegaban a completar los cupos. “No era tan fácil conseguir ocho chicas a las que les dijeras ‘vamos a surfear a Brasil un fin de semana y volvemos’, la mitad nos decía que no”, memora Agustina. Lo cierto es que decidieron probar en Instagram. Hicieron una publicación con la información del viaje y completaron los lugares que faltaban. Aunque no era una condición subirse a la tabla para viajar, terminaron siendo instructoras de algunas chicas que no sabían surfear. De allí surgió la idea de la escuelita y de formar una comunidad.

COMUNIDAD DE MUJERES SURFERS

“La rompieron”. Paula Bologna -otra integrante del grupo- acaba de salir del agua con cuatro chicas jóvenes que surfearon por primera vez. Se sacan los trajes y devuelven las tablas mientras otro grupo de mujeres rubias y bronceadas se resguardan del viento en la plataforma de madera del “surf spot“, la escuelita de Punta del Este.

Salty Girls es una comunidad de mujeres surfistas. Ser parte no se limita solo al surf, se trata de compartir una filosofía.

“La idea es enseñarle a todas las chicas que quieran aprender desde cero o que simplemente quieran venir a la playa y conocer a más chicas que estén en la movida. Si quieren probar pueden probar, si les da miedo que esperen, pero invitar a todas a que puedan hacerlo”, alienta Camila. “Cuando empezó a surgir todo no fue planeado, fue un poco espontáneo de esa necesidad de que había chicas que querían surfear y no se animaban“, explica Agustina y recuerda que siempre vio pocas mujeres en el agua, no sólo en Uruguay sino en los destinos que visitaron.

Hoy se comunican mediante un grupo de Whatsapp donde hay unas 200 mujeres que participan de las actividades, algunas con más regularidad que otras.

En la escuela de Punta del Este toman clase unas 20 alumnas por día. Camila es la referente de esa escuela y explica que la idea es que las chicas que participan puedan tomar algunas clases que les permitan ser autónomas cuando entren al mar: “Que se suelten y vayan solas”.

“Elegí las saltys porque me copó la movida de que sea un grupo de chicas y que estemos todas en la misma sintonía con ganas de aprender a surfar. Toda mi vida estuve en contacto con el deporte, por mis hermanos, pero no conocía a ninguna chica que lo haga o de clases”, añade Verónica Caballero otra de las integrantes del grupo.

“Me pasa que estoy remando una ola y al lado tengo tres que la están remando  por si yo no llego a agarrarla porque soy mujer y se supone que tengo menos fuerza en los brazos -cuenta Camila y se le dibuja una sonrisa- . A mí es más, hasta me divierte. Es de la personalidad de cada uno”, comenta.  Ese también es el valor de esta comunidad de mujeres surfers. No es lo mismo entrar sola al agua que con un grupo de amigas. “Estás totalmente empoderadas, es otra cosa”, aseguran. Y al rato, aportan una serie de recomendaciones para nuevas surfistas:

  • Ponele atención a la teoría.

  • Tené cuidado al entrar en el agua. Las indicaciones de seguridad son importantes para evitar golpearse con las tablas.

  • “Hay que tenerle respeto al mar, no miedo“, sugiere Camila y dice que hasta que las que tenían temor al empezar “al final de la clase siempre terminan copadas”.

  • Divertite. “Surfear es eso, si te paraste bien o más o menos no importa, ya vas a ir mejorando. Lo importante es pasarla bien“, subraya Agustina.

  • Animate. “Te puede gustar, obviamente no a todas les fascina; algunas quedan copadas, se compran la tabla y están buscando todo el día la ola, pero si no te copa mucho igual es una experiencia más que suma y está buena. Si nunca lo hiciste está bueno probarlo. Si te gusta te va a atrapar y vas a querer surfear todos los días”, advierte Camila.

A la hora de aconsejar sobre escenarios en el extenso territorio de playas uruguayas no dudan en airmar en que Bikini, está entre las mejores esteñas y también destacan a La Moza en Santa Teresa, la Laguna de RochaEl Rivero en Punta del Diablo.

“Es muy loco esto, con Cami a veces nos miramos y no podemos creer“, comenta Agustina y asegura que muchas de estas mujeres están cambiando sus vidas: “Chicas que por ahí nunca se hubiesen imaginado subirse a una tabla y de repente se ven soñando con viajar a lugares a surfear o hacen amigas que por ahí van a tener para el resto de la vida. Es muy lindo todo lo que se está generando”.

Surfear, comer y dormir. Volver a surfear. Las Salty Girls viven a full su pasión por atrapar las olas que las lleven a su mejor destino.

 

Gentileza y crédito fotos: Camila Mena

Fuente: El Observador/CONtintaNORTE