
17/1/2021. San Isidro-Villa Adelina. “TODO LO QUE INCENTIVE EL COMERCIO, SIEMPRE ES BIENVENIDO, MÁS ÁUN EN ESTOS TIEMPOS DE COVID“, contó Luis Pascollini, de la “Sociedad Amigos de la Calle Paraná” cuando una comitiva del Municipio encabezada por Macarena Posse emprendió la recorrida. Y al rato añadió: “La idea es buena y va a sumar”. Ocurre que los ejemplos de ciudades que replantearon la circulación de sus centros comerciales a cielo abierto – generalmente sus calle troncales esas que concitan la mayor actividad- en fines de semana
en estos tiempos de Covid con el propósito de favorecer al comercio local son sobrados. El fenómeno se dio primero al otro lado del charco, cuando en la glamorosa Punta del Este se peatonalizó Gorlero y se apeló al término Gorlereando para graficar el espíritu de un paseo con protocolos, barbijos, distanciamiento, obviamente sin autos y a escala humana. Luego la idea se replicó de este lado, con la concurridísima calle Belgrano, en el corazón de San Isidro y Alvear, en el epicentro de Martínez y más tarde llegó a Juan
Segundo Fernández, en Las Lomas. Pero lo cierto es que con el consenso de los comerciantes, el Municipio sanisidrense también probó en hacer peatonal la calle Paraná, en Villa Adelina en los días previos a las fiestas de fin de año, beneficiando la actividad comercial en la zona. La medida tuvo tan buena repercusión que se estudió reeditarla en
ciertas fechas especiales. “Recorrimos la calle Paraná de punta a punta para hacer saber cómo les fue a los comerciantes al peatonalizar esta calle los días previos a las fiestas. La verdad es que en su mayoría se mostraron entusiasmados con la idea y quedamos en repetir la iniciativa”, explicó Macarena Posse, a cargo de la coordinación entre el Municipio, entidades intermedias y vecinos. Y sí, ciudades más vivibles y pensadas para recorrerlas a escala humana con el distanciamiento lógico de estos tiempos y en la seguridad que da la burbuja familiar suele ser lo más aconsejable.
un año tan duro como lo fue 2020”.