Novedosa edición de #BocasAbiertas; cierre y final de fiesta. LA COCINA DEL BAJO NO PIERDE SU IMÁN ni en pandemia

 

24/11/2020. Tras meses de escasísimo contacto por la cuarentena producto de la pandemia, se produjo una suerte de milagro y casi finalizando este extraño 2020, en el feriado largo del finde, la gente pudo compartir un encuentro al aire libre, con todos los protocolos y disfrutar del placer del reencuentro y la inigualable cocina del Bajo en escenarios increíbles. Fue una bocanada de aire fresco y un volver a vivir! Claro, esta vez, “Bocas..” como se informó en reiteradas oportunidades tuvo una modalidad Take Away Plus y contó con todas las medidas sanitarias y el consecuente respeto al distanciamiento social obligatorio. Se trató de na edición distinta del festival gastronómico en el que se observaba el uso de tapabocas, el distanciamiento entre las mesas, y una imagen que se repetía en todo momento: la limpieza de manos con sanitizantes. También, la carta plastificada, que era desinfectada con alcohol antes y después de que la use cada cliente. Y las pizarras que usaron algunos locales para que el cliente decidiera qué quería consumir con su lectura “a distancia”.  El Intendente Gustavo Posse participó de la inauguración del festival (ver aparte) y recorrió la zona del Bajo. “Nos produce una gran satisfacción que se pueda realizar este festival que ya es un clásico de San Isidro. Luchamos para que se pueda tener una vida digna, en la que se conserven las fuentes de empleo, se cuide la salud física y mental, y también se permita disfrutar al aire libre”, aseguró. Posse también valoró la responsabilidad que asumieron los vecinos de cuidarse y cuidar al otro. “Cada uno comprendió que debe hacer su parte”, señaló. Aquí algunas postales de esta buena idea de Cultura SI y la asociación civil Gastronómicos del Bajo de San Isidro. Vecinos y visitantes degustaron de una variedad de comidas que se ofrecieron en más de 30 restaurantes que formaron parte del festival. Para los gastronómicos trajo un gran alivio económico en tiempos de pandemia.

 

Y un fin de semana largo, el festival Bocas Abiertas volvió. Y volvió con todos los protocolos y cuidados sanitarios, y en una muy especial VIII edición que dejó el Centro Municipal de Exposiciones, ahí nomás del río, para desembarcar en las veredas del barrio con la propuesta de 31 restós. Una fiesta que comenzó el viernes pasado, cerró anoche, siempre de 12 a 23, en modo Take Away Plus y con un condimento de lujo, una feria con lo mejor del arte local.

“Mucha convivencia, respeto, alegría. Los gastronómicos tuvieron un invierno muy complejo, pero esto no era sobrevivir, sino volver a sentir la felicidad de encontrarse. Eso propiciamos desde nuestra área, fomentar estos entramados que hacen que la comunidad exista, esa capacidad de ponerse de acuerdo más allá de lo desafiante de la situación que nos toque enfrentar”, expresó Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura del municipio, organizadora del evento junto a la asociación civil Gastronómicos del Bajo de San Isidro.

La alegría de encontrarse que se vio en cada mesa y en cada espacio público, con vecinos de a la vuelta, muchos en bici y a pie, otros llegados de más lejos, y todos con ganas de extender la sobremesa y sin la menor intención de despegarse del barrio y su fiesta.

“Comimos muy bien, pero eso es casi una anécdota. Es nuestra primera salida desde marzo. Sí, Bocas fue el empujón para que nos organizáramos”, comentó Isa Valverde, en una de las mesas de Ruka Garden, en plena calle Tiscornia, cortada para la ocasión al tránsito vehicular en un buen tramo.

“Me gustó el formato, fue fabuloso poner las mesas en la calle. Hicimos una carta cortita y un menú Bocas (cada restó tuvo el suyo), el rol vietnamita, que funcionó muy bien”, comentó Jessica Scarpati, chef y dueña del almacén gourmet Jacinto.

Un saxo por allá, una batería suave más lejos, cuerdas en otra esquina. La música, acústica y muy tranquila, acompañó cada plato. Y a la par del arte de cocinar, el arte plástico reunido en gazebos junto a la rotonda de Tiscornia. Un paseo en sí mismo con la obra de más de treinta artistas que animan Puertas del Bajo y Puertas Adentro. “Ver nuestro barrio así y nosotros exponiendo es volver a respirar”, expresó sin exagerar Cali Bohl, delante de su colorida obra.

Debutante en el festival, Pausa, a metros de las vías, presentó como menú Bocas a su clásico huevo poché con palta, pero en versión reducida. “Es nuestro hit, que salió muy bien tipo tostadita al paso. La organización perfecta, todo muy seguro, nos sentimos contenidos. Pero lo más lindo fue el espíritu festivo, la gente estaba feliz después de tantos meses encerrados. Lo estábamos necesitando”, aseguró Luciana Rosso, dueña del local, con poco más de dos años en el barrio.

Claro que la paleta de platos fue enorme, desde carnes asadas y variadas, ceviches, raviolones de salmón y wrap de bondiola a buñuelos de acelga con dressing de blue cheese, además de algunas dulzuras, perfectas para cuando caía el sol, del estilo del café latte con muffins de carrot cake o los alfajores de nuez con dulce de leche y brownies blancos.

“En estos meses tan duros muchos pudieron sostenerse con el delivery, pero a los cocineros nos faltaba el contacto, el mirar a los ojos a nuestros clientes. Somos una profesión de dadores, de anfitriones, y somos felices cuando vemos feliz a los otros. El objetivo se cumplió con creces”, coincidieron los chefs Diego García Tedesco y Nacho Echeveste, de Gastronómicos del Bajo de San Isidro y organizadores del festival.

El arte de cocinar, de tocar un instrumento, de plasmar una pintura. El arte de recibir y de compartir. Todo eso se vio en esta edición muy especial. “En la feria de arte una joven vecina me dijo: Me vuelvo a sentir humana, por esto de volver a conectarse con el otro, con las maravillosas obras que hacemos los humanos. Y me lo dijo con los ojos brillosos, fue conmovedor”, comentó anoche Jaureguiberry en Perú Beach, cuando la fiesta se iba de cara al río.

RESTAURANTES PARTICIPANTES

Chivito del Faro, Mood BeerHouse, Lowells, Taller, Bestia (+ Tree + Alos), Pausa Café, Forchetta, Home Deli, Ruka Garden, La Pancha, Mamba, Club del Bajo (+ Valu Ramallo), Locos x el Asado, Blu Café, Comité Wine, La Vaca, Horno Bar, Basta de Humo, Jacinto, Perú Beach, El Molino, Malloy’s, Fedra’s Garden, LeLé del Rio y Pizza Cero. Por la zona invitada, El Alto (Avenida del Libertador, entre 25 de Mayo y Don Bosco), participaron El Chef y La Bacha, Fortificados Balestrini, Agave, L’atelier, Andy’s Bakehouse y Toffee Pastelería.