#SanIsidro Hospital Central. La cámara hiperbárica y su efectividad en pacientes con Covid-19: evita el uso del respirador

 

1/8/2020. NUEVO TRATAMIENTO CON EXCELENTE RESPUESTA. El protocolo se está implementando en pacientes moderados o graves con COVID-19 con falta de oxígeno (hipoxemia), en los que se busca revertir el cuadro para evitar el uso del respirador. A fines de Junio el Hospital Central incorporó una cámara hiperbárica donada por la compañía BioBarica, que ciertamente, podría servir para frenar rápidamente la reacción inflamatoria que produce la enfermedad del coronavirus y así las personas no llegarían a la instancia del respirador, liberando de ese modo camas hospitalarias.  “La cámara hiperbárica se implementa en pacientes que comienzan a tener baja saturación de oxígeno por la inflamación pulmonar que produce el virus. Se les suministra oxígeno puro al 100% en la cámara presurizada y eso hace que llegue rápidamente al plasma, a los tejidos y a las células, rompiendo la barrera de la inflamación”, asegura la Dra. Mariana Cannellotto- presidenta de la Asociación Argentina de Medicina Hiperbárica e Investigación (AAMHEI) y agrega: “Con este tratamiento buscamos que reviertan el cuadro y no lleguen a usar respirador”. Descubrí en esta nota los avances de un centro de salud pública de referencia en zona Norte que es ejemplo y siempre está un paso adelante.

Tres hospitales públicos del Área Metropolitana, dos en Capital Federal  -el Muñiz y el Santojanni – y uno en San Isidro – se trata del Central “Melchor Posse- , comenzaron hace poco pruebas de tratamiento con cámaras hiperbáricas para pacientes con coronavirus, con el objetivo de que los enfermos que tengan falta de oxígeno puedan revertir el cuadro en hasta 5 días y evitar el uso del respirador.

Las pruebas forman parte de un protocolo de investigación avalado por la Asociación Argentina de Medicina Hiperbárica e Investigación (AAMHEI) se practican en pacientes con hipoxemia severa con el fin de evitar que lleguen a la instancia del uso de la asistencia mecánica.

“En 5 a 10 sesiones ya se ve la mejora. Estamos probando este tratamiento en 6 pacientes distribuidos en los tres hospitales“, precisó Cannellotto. Y a renglón seguido asegura: “Ya hay algunos pacientes que fueron dados de alta y que tuvieron una excelente respuesta

“Este tratamiento no tiene efectos adversos y no se utilizan químicos ya que acá la droga es el oxígeno disparado a mayor a presión para que pueda ingresar en las células”, aseguró la profesional.

Según se explicó, el paciente ingresa a una cámara presurizada para respirar altas concentraciones de oxígeno en sesiones diarias de 90 minutos, que genera una hiperoxia que aumenta el volumen de oxígeno disuelto en el plasma sanguíneo, que alcanza todos los tejidos y aumenta la oxigenación pulmonar y mejora la respuesta inmune.

De esta manera se lograría evitar la instancia del uso del respirador, disminuir la fase inflamatoria y acelerar los tiempos para una mejor recuperación del paciente y a la vez liberar las camas hospitalarias.

El equipo de investigadores está encabezado por los doctores Ramiro Larrea (Hospital San Isidro), Eleonora Cunto (Hospital Muñiz) y Guillermo Keller (Hospital Santojanni)  y además cuenta con el aval de la Asociación Argentina de Medicina Hiperbárica e Investigación (Aamhei).

“Se espera que este protocolo marque un precedente importante en la investigación sobre posibles tratamientos para la enfermedad Covid-19”, confía la profesional. Y al rato añade que aguardan “beneficiar a muchos pacientes con este tratamiento”,

¿Cómo se benefician los pacientes con COVID-19?

El paciente ingresa a una cámara presurizada para respirar altas concentraciones de oxígeno. Esto genera hiperoxia que aumenta el volumen de oxígeno disuelto en plasma sanguíneo. Al existir mayor difusión de oxígeno se alcanzan todos los tejidos, incluso los que fueron afectados. Como consecuencia se desencadena una serie de efectos fisiológicos terapéuticos. Hay un aumento en la oxigenación pulmonar y se mejora la respuesta inmune.

En este contexto de Pandemia COVID-19 se está probando en pacientes infectados y con falla hipoxemia respiratoria (disminución significativa de los niveles de oxígeno en sangre por un déficit respiratorio) pero que no presenten contraindicaciones pulmonares. De esta manera se lograría evitar la instancia del uso del respirador, disminuir la fase inflamatoria y acelerar los tiempos para una mejor recuperación del paciente.

Para reafirmar la importancia de este protocolo, hace algunos días,  ClinicalTrials.gov* lo publicó en su página web ClinicalTrials, un registro de ensayos clínicos de EE.UU y que está administrado por la Biblioteca Nacional de Medicina de ese país. Es la mayor base de datos de ensayos clínicos con más de 329.000 pertenecientes a 209 países.

 

La experiencia en el mundo

Durante el primer trimestre del año, en un hospital de Wuhan el Dr. Zhong Xiaoling trató en cámara hiperbárica a 5 pacientes infectados con COVID-19. Después de la primera sesión, reportó que se redujeron la disnea y el dolor de pecho.

Tras la segunda, disminuyó la frecuencia respiratoria y se alivió la dificultad para respirar. A partir del quinto día se recuperaron los valores arteriales de oxígeno. Se evidenció mejora pulmonar y las tomografías demostraron menores niveles de inflamación. Asimismo, actualmente hay 5 protocolos en curso en distintos hospitales de Estados Unidos.

El uso de la cámara hiperbárica en otras patologías

Este tratamiento ya tiene indicaciones aprobadas en distintas patologías de consulta frecuente en la salud pública como por ejemplo infecciones complicadas, heridas complejas, rehabilitación neurológica y tratamiento del dolor crónico.

Además es coadyuvante en las cirugías reconstructivas porque favorece la cicatrización y acelera los tiempos de recuperación, se informó. Todos estos beneficios alientan al secretario de Salud, el Dr. Juan Viaggio y a las auoridades del Hospital Central a que cuando la pandemia finalice el equipo también podrá servir para tratar enfermedades neurodegenerativas, intoxicaciones por monóxido de carbono, gangrenas y diabetes, entre otras.