Vecina de San Isidro, Natalia Oreiro, estrena hoy a través de Netflix: ‘Nasha Natasha’, álbum de su paso por Rusia

 

6/8/2020. CANTANDO POR UN SUEÑO. Se trata de un documental que la misma, Nati Oreiro -vecina juno a Ricardo Mollo (Divididos) y su hijo Atahualpa del Museo Pueyrredon, en Acassuso-, impulsó acerca de su gira por Rusia de 2014, que para la actriz y cantante traza “el recorrido que alguien hace hasta llegar a conseguir un sueño”.

 

La actriz y cantante uruguaya Natalia Oreiro, actualmente residente de San Isidro, estrena hoy a través de la plataforma Netflix “Nasha Natasha”, documental que ella misma impulsó acerca de su gira por Rusia de 2014, que añade material al filme del mismo nombre que compitió cinco años atrás en el Festival Internacional de Cine de Moscú y que para ella traza “el recorrido que alguien hace hasta llegar a conseguir un sueño”.

“Creo que lo que pasa con ‘Nasha Natasha’ es que todos tenemos un sueño y esta película es el recorrido que alguien hace hasta llegar a conseguir ese sueño, algo que no tiene idioma ni frontera”, consideró Nati Oreiro durante una entrevista con la agencia Télam.

Bajo dirección de su compatriota Martín Sastre, que ya la había dirigido en “Miss Tacuarembó”, y con producción ejecutiva de Axel Kuschevatzky, el documental acompaña un maratónico tour por 16 ciudades rusas donde queda de manifiesto la popularidad de Oreiro, que se proyectó por primera vez el 27 de junio de 2015 en el mítico Teatro Rossaya, en la sección documental del festival moscovita.

Sin embargo entre aquella versión original y esta hay un trecho ya que ese primer corte y confección fue enriquecido con más material, inclusive entrevistas a amigos y parientes vinculados con la actriz.

– ¿Cómo fue aquella gira rusa?

Natalia Oreiro: Recuerdo muy bien aquella gran gira por Rusia de 2014. Me dolía mucho hacer ese parate. Hasta ese momento no me había separado nunca de Atahualpa (tenía 2 años) y me preocupaba eso, pero lo pude transitar gracias a Ricardo (Mollo), ese gran compañero que tengo y que siempre estuvo al pie del cañón, que se quedó con él, que lo llevó y lo trajo. El documental también cuenta otros momentos que para mí son inolvidables, como la vuelta al origen, el regreso a la casa de mi infancia con mis abuelos, donde yo me reconozco como niña, mujer y persona, donde siento que esa es mi esencia, porque si yo cierro mis ojos me veo ahí en ese galpón disfrazandome y soñando con ser actriz. Creo que ahí, de alguna manera, comenzó a gestarse de ese sueño que también es el sueño de mucha gente, porque independientemente a qué te quieras dedicar creo que lo que pasa con “Nasha Natasha” es que todos tenemos un sueño y es esta película es el recorrido que alguien hace hasta llegar a conseguir ese sueño, algo que no tiene idioma ni frontera. El amor incondicional de mis seguidores rusos me conmueve. Cuando me preguntan el porqué no tengo una respuesta porque es algo que te pasa en el corazón.

.-  ¿Puede entenderse como una vuelta a tus orígenes?

NO: La película es un ejercicio a propósito de eso, y también es una vuelta a mis orígenes, lo que te pasa en la infancia y te queda marcado en el corazón. Creo que el momento en el que yo aparezco por primera vez en Rusia y en muchos países de Europa del Este, tiene que ver con un momento clave de la infancia de muchas chicas y chicos que a través de los años siguieron viendo mis películas y series, escuchando mi música. Todos crecimos juntos. Creo que eso es lo que lo hace tan potente y real.

.-  ¿Porqué Martín Sastre?

NO: Porque nos hicimos muy amigos. Los conozco a él y a Dani Umpi en 2001. Ellos formaban parte de una agrupación de artistas uruguayos que se llamaba Movimiento Sexy y hacen en la Argentina una instalación en Centro Cultural Recoleta para festejar el cumpleaños de Natalia Oreiro. A mí me llegó una invitación. Ellos no tenían la confirmación de que yo participaría, pero fui. Me pareció todo un delirio, ellos y la presentación. Convencidos de que iba a ir me entregan el manuscrito de una novela que habia escrito Dani y me dijo que algún día iban a hacer una película y que yo seria la protagonista. Volví a mi casa con el manuscrito, festejé mi cumpleaños, me olvide de de ese texto y lo dejé abandonado en algún cajón. A los dos o tres años, caminando por Palermo, me encuentro en la vidriera de una librería a la que yo iba siempre, una pequeña novelita color fucsia que me llama la atención: “Miss Tacuarembó”, la que me habían ofrecido esos locos uruguayos. La compré y devoré: me encantó. Consigo sus teléfonos y les digo tenían razón, que vamos por la película. “Miss Tacuarembó” fue autogestionada y nos llevo siete años poder hacerla. No es casual que ‘Nasha Natasha” haya tenido seis años de gestación.

.- Es cierto que el corte final recién lo viste hace poco…?

NO: Le dije al director “Mira Martín, si yo lo miro seguramente no quiera que esto se muestre o te tenga que pedir mil cambios porque me cuesta mucho ser objetiva”. Entonces le pedí a Ricardo que lo mirará y que me diera su opinión. Me dijo que le había encantado, que se había emocionado muchísimo, que estaba bueno que esto se viera. Le dije “OK, sí para vos está bien para mí también”, porque Ricardo en el documental es una pata muy importante.

.- No se trata de un documental publicitario…

NO: Ni Martín ni yo queríamos hacer de esto un autobombo, que no sea un documental de propaganda de lo que pasaba conmigo, no quería que fuera como un fenómeno, tampoco el registro de cosas que nunca tuve necesidad de contar. Mucha gente se sorprende pero para mí lo que pasaba era genuino y lo vivía con mucha naturalidad, aunque nunca dejo de sorprenderme. Cuando pasamos a ver el material, lo que vivimos con Martín es que no queríamos que fuera como un documental de una gira y todos los lugares donde toqué, la cantidad de gente… No quería que fuera un número, sino que fuera personal, íntimo que mostrará también la sencillez de una de una chica como las mismas que me estaban esperando a 35° bajo cero en el Transiberiano. Y así se fue articulando la posibilidad de contar mi historia a través de la mirada de mis padres, de mi pareja, de mi hijo, de mi mejor amiga de acá, de mi compañera de la escuela en Uruguay.

.- ¿Qué que parece lo central de este documental?

NO: El momento para mí más importante y como que no pude controlar, fue el regreso a la casa de mi abuela paterna, cuando vuelvo por primera vez después de muchos años de cuando me vine a vivir a la Argentina. Mi abuela falleció poco después, con lo cual yo nunca más volví a la que fue su casa y ese galpón. Cuando entré ahí y vi todo igual no pude contener la emoción porque me reconocí en ese espacio, la esencia de ese lugar, reconocí esa niña que soñaba con lo que luego le pasó sin quizás tener una dimensión exacta, pero esencialmente eso que sentía y que no pude contener es lo que para mí para mí es “Nasha Natasha”.