Mons. Ojea pidió gestos de IGUALDAD Y EQUIDAD EN LA PANDEMIA

 

27/7/2020. SOLICITÓ EL ACCESO UNIVERSAL A LA VACUNA. El Obispo de San Isidro y presidente de la CEA, monseñor Oscar Ojea considera que el acceso universal y rápido a la vacuna contra el Covid-19, sería como “un gran hito para ir trabajando en la equidad y en la justicia” en esta situación trágica.

El prelado sanisidrense y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea, se refirió a este tiempo de pandemia a partir de una reflexión sobre el pasaje bíblico en que el joven rey Salomón le pide a Dios un corazón sabio y prudente, y la sabiduría.

Tras desgranar el concepto sabiduría, hizo hincapié en la situación “trágica” que vive el mundo a raíz de la pandemia del coronavirus, en la que hay alrededor de 650 mil muertos y 15 millones y medio de contagiados.

“Es una experiencia dura”, reconoció y señaló que en este contexto muchas veces “nos preguntamos: ¿podemos salir de esta experiencia más sabios, menos arrogantes, más agradecidos y cuidadosos de la vida? ¿habremos aprendido algo de esta experiencia?”

“Compartimos la fragilidad, compartimos globalmente la vulnerabilidad. ¿No será el momento de empezar a fijar aprendizajes?”, interrogó.

El pastor diocesano expuso como una primera idea de ese “gran aprendizaje” en esta pandemia, la posibilidad del acceso “universal y rápido” a la vacuna en la que se está trabajando.

“¿Podemos confiar en la capacidad de desinterés, en la capacidad de transparencia de aquellos que están de alguna manera elaborando y dirigiendo estas cosas, ese acceso universal?”, interpeló.

Monseñor Ojea sostuvo que “todo ser humano tiene derecho a la salud, a la prevención, al diagnóstico y al tratamiento, eso lo decimos rápidamente de palabra; pero sabemos que la pandemia ha manifestado en el mundo una enorme desigualdad y una enorme inequidad”, y planteó: “¿No podremos poner un gesto aunque fuera un gesto primero, más adelante, para poder lograr el acceso rápido y universal a la vacuna?”.

“Sería como un gran hito para ir trabajando en la equidad y en la justicia. Pidámosle al Señor que nos llene de sabiduría, que en este tiempo de dolor podamos aprender muchas veces. Se aprende a través de experiencias dolorosas. Aprender a ser respetuosos e inclusivos para vivir una vida más sabia, más feliz y que la podamos disfrutar todos”, concluyó.