Silvio Velo, el Messi de Los Murciélagos : “Vamos a ir a Tokio por lo que nos falta”

 

9/6/2020. CAMPEÓN DE LA VIDA, EMBAJADOR EN VALORES, EJEMPLO DE VIDA Y SUPERACIÓN. El deportista sanpedrino y uno de los embajadores del Programa Educar en Valores del Municipio sanisidrense con 48 años,  es uno de los jugadores más veteranos en la historia del fútbol para ciegos que entrenan en el Instituto Román Rosell de San Isidro y en cuarentena no para de prepararse con la ilusión de ganar la dorada olímpica. Aquí Silvio y una gran historia de vida y superación.

Cada día Silvio Velo se levanta a las 7 como lo hacía antes de la cuarentena. Se entrena fuerte, come bien y sano; trata de dormir siesta y además de estar al tanto de todas las necesidades de su familia tiene días de prácticas en doble turno. Su cabeza está enfocada en los Juegos Paralímpicos de Tokio y su ilusión, como la de todos los Murciélagos, ganar la medalla dorada.

A nosotros nos falta la de oro paralímpica, somos campeones mundiales, medallistas paralímpicos, pero queremos la que falta. Los Murciélagos tenemos hambre”, asegura Velo, goleador histórico del seleccionado y capitán desde 1991, uno de los más veteranos en el mundo en el fútbol sala de ciegos, con 48 años.

Y analiza: “Estoy en un plantel de muchos jugadores jóvenes, la competencia interna es importante y yo quiero estar por lo que todavía puedo dar, sería horrible que me citen sólo por lo que gané. Somos más de 20 y serán 10 los citados para Tokio, como en cada viaje; y yo quiero estar entre los 5 titulares, para eso tengo que esforzarme mucho. Es maravilloso formar parte de esta Selección”.

Para los memoriosos Silvio si bien es sanpedrino es por cierto conocido por los vecinos de San Isidro. No sólo porque Los Murciélagos entrenan en el Instituto Román Rosell de San Isidro sino porque en Septiembre del año pasado fue presentado en sociedad como uno de los embajadores  del Programa de Educación en Valores que alienta el municipio sanisidrense con la prestigiosa neurocirujana cubana, Hilda Molina, como factotum y nervio motor.  “Es un honor formar parte de los embajadores – contó Silvio en aquella presentación en Puerto Libre, en el Bajo de Martínez al tiempo que aseguró: “Voy a aportar mi granito de arena para compartir todo lo que aprendí con el deporte: el sacrificio, la disciplina y la superación”, dijo el  futbolista, ciego capitán de la selección de fútbol para ciegos de Argentina y considerado el mejor jugador del mundo en su disciplina. Silvio fue distinguido por su tarea por la Ong, Propuesta Mujer, que preside la laboriosa Dra. María Rosa García Minuzzi y participó en no pocos eventos de Pink Soccer en el Bajo sanisidrense, movida que tiene por fin luchar por la igualdad entre las mujeres y contra la violencia de género.

Puede distinguir todas las voces de la Bombonera

La cancha de Boca revienta de gente. Silvio grita entre la multitud, se escuchan muchísimas voces y él si alguna vez las escuchó previamente las reconoce al instante. “Distingo voces entre más de 10.000 personas, es una virtud que tengo. Recuerdo de ir a la Bombonera y reconocer a quien estaba hablando entre la gente”, comenta el histórico artillero.

Su infancia no fue común a la mayoría de los chicos ciegos. Ya era el 9 en los picados de los pibes del barrio y aunque daba ventaja por no poder ver, jamás se quejó de eso y hasta se las ingeniaba para hacer goles. “Por suerte mis padres no fueron sobre protectores, nunca sentí limitaciones. Hice deporte desde muy chico, recuerdo aquellos partidos en el potrero, golpeándome, corriendo entre mis amigos. Soy un agradecido a la vida, siento una gran motivación por el sólo hecho de estar vivo”, relata Velo para deportes.gov.ar

Y finaliza: “Hay cosas que jamás se olvidan, como el gol que le hice a Brasil en la final del mundo en un estadio repleto que se construyó en el CENARD. Este equipo siempre mantuvo la entrega a lo largo de los años, eso no se negocia. El que se pone la camiseta de los Murciélagos lo sabe. Y la gente también, por eso nos sigue siempre”.