Elecciones en World Rugby. Pichot resignó por cinco votos el sueño de dirigir el mundo de la ovalada
3/5/2020. POR POCO. El notable ex jugador sanisidrense de Los Pumas y de CASI perdió ante el actual titular del cargo, el inglés Bill Beaumont, en una derrota presuntamente adjudicable a la falta de apoyo de África, Japón y Canadá. Mirá…
El sanisidrense Agustín Pichot perdió ayer las elecciones para presidente de la World Rugby con el actual titular del cargo, el inglés Bill Beaumont, por 28 votos contra 23 en una derrota presuntamente adjudicable a la falta de apoyo de África, Japón y Canadá.
Si bien los votos no fueron dados a conocer públicamente por imposición del estatuto de la WR, el desglose de los 51 sufragios denuncia que el respaldo de africanos, japoneses y canadienses, que estaba en duda según las estimaciones del propio Pichot, se inclinaron finalmente por Beaumont, que renovó su mandato hasta 2024.
El anuncio del triunfo del inglés de 68 años, ex segunda línea del Fylde Rugby Club y del seleccionado inglés, fue difundido oficialmente el organismo con sede en Dublin, Irlanda, antes de la fecha prevista originalmente, el martes 12 de mayo.
Pichot, de 45 años, era el actual vicepresidente de la WR y ahora será reemplazado en el cargo por el francés Bernard Lapasset, que fue titular del ente desde 2008 a 2016 tras las gestiones del galés Vernon Pugh (1995-2002) y el irlandés Syd Millar (2003-2007).
La elección se realizó desde el domingo pasado y durante tres días de manera electrónica. Los votos fueron recolectados por una auditora que hizo el conteo y le trasladó el resultado a las WR, que finalmente decidió adelantar unos diez días los resultados.
Pichot intentó quebrar la hegemonía y convertirse en el primer hombre por fuera de los ocho países centrales (Inglaterra, Irlanda, Escocia, Gales, Francia, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica) en regir los destinos del rugby.
El método de elección prioriza los intereses de las grandes potencias, por eso cada sufragio valió tres para el grupo Seis Naciones (Inglaterra, Irlanda, Gales, Escocia, Francia e Italia) y el de SANZAAR (Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia y Argentina).
Las regiones continentales (América del Norte, América del Sur, Europa, Asia, Oceanía y África) sumaron dos cada una, al igual que Japón; mientras que los denominados Emergentes (Estados Unidos, Canadá, Rumania, Fiji, Samoa, Georgia y Uruguay) uno cada uno.
Los 28 votos de Beuamont, de acuerdo con los cálculos manejados por el directivo argentino, provinieron del Seis Naciones (18), Europa (2), Japón (2), África (2), Canadá (1), América del Norte (1), Fiji (1) y Samoa (1).
Pichot ya contaba con los apoyos de la SANZAAR (12), Asia (2), Sudamérica (2), Oceanía (2), Uruguay (1), Estados Unidos (1), América del Norte (1), Georgia (1) y Rumania (1).
Era previsible el apoyo para Beaumont de los países británicos, pese a que existieron rumores de algún proyecto de “vientos de cambios” en Gales e Irlanda, pero se quedaron en presunciones.
Tampoco sería singular el respaldo de Africa, Fiji (ya había prometido su voto hace tiempo al inglés) Samoa y Japón, que recibió un contundente amparo para realizar la pasada Copa del Mundo de 2019 y no iba a negarle el voto al inglés.
Pichot era conocedor del apoyo de la SANZAAR, los votos de las regiones como Sudamérica, Oceanía, Asia y otros naciones emergentes como Rumania, una federación muy ligada a Francia en el rugby, pero disconforme con su histórico reclamo por ingresar al Seis Naciones.
Estados Unidos cayó en desgracia con la pandemia y la USA Rugby presentó la bancarrota a causa de “problemas financieros imposibles de remediar” pero las estimaciones del mundo del rugby indican que habría sido para Pichot.
No así la ayuda de Canadá y parte de la región de América del Norte. Los canadienses junto a Estados Unidos forman parte de la Pan-American Rugby Asociation (PARA) e intervienen en el AmericasRugby, donde compiten con Argentina, Uruguay, Brasil y Chile.
Pese a compartir los mismos objetivos y formar parte de un proceso de integración, los canadienses habrían optado por votar por Beaumont, que con su reelección detuvo el sueño de Pichot de un rugby global con mayor crecimiento de los países emergente y quita de poder de las históricas potencias mundiales.