VIVIR EL AISLAMIENTO EN LAS ISLAS. Alejados del contagio y ‘más seguros’ que en la Ciudad

 

6/4/2020. MENOS LANCHAS, SIN INTERNET Y CON MUCHO WHATSAAP. Como informamos días atrás los habitantes del Delta, en la costa norte bonaerense, reciben agua potable que AYSA lleva a domicilio en una embarcación de la PNA y del lanchón ‘Romance Isleño’, que tripulan los baqueanos Roque, Sebastián y Jorge. Entre los problemas que sobrellevan está la merma en el servicio de lanchas y la falta de conectividad para que los chicos sigan las clases en las plataformas educativas pero aseguran  que se sienten “más seguros” viviendo allí que en la ciudad por el riesgo de contagio. “Lo que más nos complicó desde la cuarentena fue el hecho de no poder ir a Tigre porque sacaron varios servicios de las lanchas“, indica el isleño Marcelo, quien vive en las islas sobre el río Caraguatá, a la agencia oficial Télam. Los pobladores de las islas aseguran que allí el aislamiento “no se siente” tanto como si vivieran en la ciudad. Una mamá enamorada de la naturaleza y la paz que contagia esa proción insular salpicada por la presencia del río confió  “No tenemos internet así que no podemos acceder a las plataformas virtuales. Nos pasan la tarea por WhatsApp y los chicos la hacen como pueden”,

Según Marcelo, que reside junto a su mujer  y sus dos hijos y trabaja en Capital Federal, hay tres servicios de lanchas por la mañana para ir hacia Tigre y luego del mediodía, otros tres horarios de regreso a las islas.”Si hay que ir a comprar mercadería, la lancha pasa a las 8 de la mañana y regresa 18.30, por lo que tengo que estar todo el día en el Tigre esperando para volver y eso es lo peligroso para contagiarnos el coronavirus”, explicó.

Otro de los problemas que tienen los isleños es la provisión de alimentos, ya que las lanchas almacén recortaron sus frecuencias semanales.”Antes pasaba cuatro veces por semana y ahora solo dos veces, y si la marea baja, no pasa porque se atasca”, aseguró Diego, quien vive junto a su esposa Karina y sus hijos, Lautaro y Mora.

Igual es la preocupación de Hernán, quien vive solo en una casa ubicada sobre Río Caraguata, pero indicó que se siente “más seguro” allí que viviendo en el continente.

Para brindarles atención y proveerles agua potable a los isleños, la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA), junto al municipio de San Fernando y la Prefectura Naval Argentina (PNA), distribuyen de manera gratuita más de 15.000 litros para todos los habitantes de las tres secciones del Delta, entre los ríos Luján y Paraná.

Roque, dueño de la embarcación “Romance Isleño”, es el encargado del reparto junto a su hijo Sebastián y Jorge, un amigo de ambos.”Romance Isleño” es un lanchón de carga de 15 metros de eslora (largo), por 4,20 de manga (ancho) que puede transportar hasta 28 toneladas de carga. Para el operativo, AYSA instaló en la embarcación seis tanques que tienen una capacidad de 2.500 litros cada uno.

Marcelo Maidana, jefe de la dependencia de San Fernando de la PNA, aseguró a Télam que la su tarea “es acompañar en el recorrido llevando el mensaje de prevención y de hacer cumplir el aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el Gobierno Nacional”.

“Estamos muy agradecidos por el agua potable. Acá vivimos seis personas de las cuales uno es un bebé”, dijo José, otro isleño que se mostró preocupado por la situación actual, aunque resaltó que “la gente es solidaria” en estos casos.

Si bien muchos vecinos señalaron que el aislamiento “no se siente” tanto como si vivieran en la ciudad, muchos manifestaron el temor y el enojo porque varias personas que no residen en las islas fueron a cumplir la cuarentena allí.

Por tal razón, la PNA bloqueó la entrada de turistas y comunicó a las guarderías de lanchas que serán penados por la justicia si una persona que no reside en las islas solicita utilizar su embarcación.

En tanto, Francisca, que se acercó a pedir agua en kayak, dijo que “está acostumbrada” al aislamiento y que su familia vive “encerrada” en su casa de la localidad bonaerense de Martínez “porque ya hubo muchos casos” de contagio por coronavirus.

Por su parte Oscar, que vive hace siete años en la isla, dijo que hace 17 días que “está encerrado” y que antes iba “como mínimo dos veces por semana a Tigre”.

Un caso particular es el de Yamila, que vive con su esposo y su tres hijos Julieta, Alejo y Alma, de 12, 10 y 8 años respectivamente, quienes no pueden ir a la escuela que está en las islas donde los niños desayunaban y almorzaban.

“No tenemos internet así que no podemos acceder a las plataformas virtuales. Nos pasan la tarea por WhatsApp y los chicos la hacen como pueden”, expresó la mujer.