El valioso patrimonio del Museo Pueyrredon se engrandece con la donación de de un retrato de Prilidiano y distintos objetos

 

11/11/2019.  SE INCREMENTÓ EL ACERVO SANISIDRENSE Gracias a la generosidad de la vecina Moira Olmos, la enhiesta casa que se yergue sobre la barranca de Acassuso y que habitará Juan Martín de Pueyrredon y su hijo, tiene un nuevo óleo de Prilidiano Pueyrredon, que se suma a su importante colección. Se trata de una pintura del artista que es uno de los precursores de la pintura rioplatense. También se legó al valioso acervo de la institución sanisidrense una imágen de la virgen y el niño, donada por Nelly Valdez Vicuña de Simons  y una mesa en madera pintada con incrustaciones en nácar cedida por Gustavo Godoy .”Me enorgullece que el patrimonio cultural de San Isidro siga creciendo gracias al aporte de personas desinteresadas”, confió en redes sociales el Intendente Gustavo Posse. 

“Es un óleo sobre tela de la época en la que Prilidiano retrataba por encargo a los principales personajes de Buenos Aires. Una obra de estilo realista y acorde con las convenciones del retrato académico, que constituye una acabada manifestación de su enorme talento para la retratística”, expresó  la gestora cultural Eleonora Jaureguiberry, titular de Cultura SÍ, bajo cuya área está el Museo.

En el retrato, donado por Moira Olmos, aparece Mariquita Nin Frías de Galup, madre de su tatarabuela, sentada en el centro de la escena con su figura recortada sobre un fondo neutro, solo alterado por el respaldo de un sillón de estilo isabelino. Una obra realizada cerca de 1863, de 120 x 95 centímetros, que siempre estuvo en poder de la familia donante.

De ahora en más, la pintura comenzará a ser objeto de estudio de conservadores y entrará a taller donde se la estabilizará, limpiará y restaurará para que luzca lo más parecido a lo que era al momento de ser realizada por un precursor de la pintura rioplatense y uno de los más destacados retratistas argentinos. Luego sí, en unos meses, concluida esta tarea, la obra será exhibida en forma permanente en el museo, que tiene cerca de quince pinturas de Prilidiano Pueyrredon y otro tanto entre cuadros y miniaturas de artistas extranjeros del siglo XIX.

A su vez, el museo recibió otras dos importantes donaciones que ya fueron restauradas y están en exhibición. Se trata de la imagen de una virgen y niño, datada en el siglo XIX, en madera policromada, de 60 centímetros de alto y origen lusitano, según se desprende del análisis del despliegue y movimiento del  manto. Una imagen donada por Nelly Valdez Vicuña de Simons que pasó a integrar la valiosa colección de piezas de índole religioso que atesora el museo.

La tercera donación, realizada por Gustavo Godoy, es una mesa en madera pintada con incrustaciones en nácar, un tipo de mueble cuyo uso fue muy habitual en el siglo XIX y hasta principios del siglo siguiente, que completa y se exhibe junto a un conjunto de muebles del mismo estilo.

Anteriormente, a fines de 2015, el museo recibió otro aporte relevante, el de Gustavo Amadeo Pueyrredon, desciende de José Cipriano, uno de los hermanos de Juan Martín de Pueyrredón, que donó varias obras de Prilidiano, un óleo en el que se retrata al cónsul Abregou, dos litografías y caricaturas.

Una donación que también incluyó, entre otras piezas, un documento de 1810 firmado por miembros de la Primera Junta, una carta de 1811 en la que Juan Martín de Pueyrredon, quien entre 1816 y 1819 ocuparía el cargo de Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, le pide a Feliciano Chiclana, del Primer Triunvirato, que lo releve como General del Ejército, y otra muy curiosa, cifrada y aparentemente intercambiada entre San Martín y Pueyrredon, cuando el Ejército de los Andes preparaba su histórico cruce de la Cordillera de Los Andes.

“Es muy importante que la gente done porque hay objetos que tienen que ver con nuestra historia y merecen ser del patrimonio público. Desde ya, agradecemos a la comunidad por la gran cantidad de donaciones y la confianza que deposita en este museo, que cuenta la historia grande de la Patria en relación con el mundo y las ideas de las revoluciones. Confianza que honramos estudiando, restaurando y conservando cada una de esas piezas para ponerlas en la mirada, el corazón y, sobre todo, en la memoria colectiva de todos los argentinos”, sostuvo Jaureguiberry.