Palpitando la Peregrinación a Luján. Mons. Fassi anima a los jóvenes que participarán de la renovada muestra de fe

 

1/10/2019. “MADRE, AYÚDANOS A UNIRNOS COMO PUEBLO”. El Obispo auxiliar de San Isidro, monseñor Martín Fassi, animó a los jóvenes que participarán de la 45° Peregrinación Juvenil a Luján, prevista para los días 5 y 6 de Octubre con el lema “Madre, ayúdanos a unirnos como pueblo”. “Qué bien rezar esto caminando juntos, porque el camino, cuando lo hacemos juntos, se hace más llevadero”, destacó, y agregó: “Aunque el camino sea duro, si voy acompañado, ya somos dos que estamos ayudándonos mutuamente a seguir”.

El Obispo auxiliar de San Isidro, monseñor Martín Fassi, animó a los jóvenes de la diócesis que participarán de la 45° Peregrinación Juvenil a Luján, prevista para los días 5 y 6 de Octubre con el lema “Madre, ayúdanos a unirnos como pueblo”.

“Qué bien rezar esto caminando juntos, porque el camino, cuando lo hacemos juntos, se hace más llevadero”, destacó en un videomensaje.

“No es fácil avanzar en estos días, se nos hace duro el camino, pero como siempre decimos: aunque el camino sea duro, si voy acompañado, ya somos dos que estamos ayudándonos mutuamente a seguir”, ejemplificó.

El prelado citó al beato Enrique Angelelli, quien solía decir: “Hay que seguir andando nomás”, y sostuvo: “En estos tiempos, en los que la marcha se hace dura, necesitamos de los otros, justamente, sentirnos y sabernos un pueblo, un pueblo unido”.

“Cuando vamos caminando a Luján el momento más duro es la noche, que es cuando se hace más difícil el camino. Muchos nos sentimos caminando de noche, pero a lo largo de toda la Biblia, nos cuenta la palabra de Dios que la noche es el lugar donde Dios se manifiesta, porque Dios es luz, y la luz brilla en las tinieblas”, aseguró.

Monseñor Fassi invitó a quienes peregrinen por la noche a Luján a que “miren bien porque ahí es cuando Dios más manifiesta su presencia y su compañía en el camino”.

“Hay que seguir andando nomás, hay que avanzar juntos, como se pueda, siempre de la mano de la Virgen, que nunca nos abandona y siempre escucha nuestra oración”, concluyó