LA HORQUETA TUVO SU FIESTA. “Y” ya es un clásico que invita al PLACER DEL REENCUENTRO

9/9/2019. GENERAR Y COMPARTIR COMUNIDAD… Y QUE VENGAN MUCHAS MÁS! Emprendedores, restó con mesas en la vereda, artistas produciendo obra a la vista de todos y abriendo talleres, música en vivo, danza, saltos acrobáticos, circo, talleres y más. Todo fue una gran excusa para que ayer, domingo 8, más de 7000 vecinos se volcaran a las calles para vivir una gran fiesta. Sí la Y –esa que recrea las formas de un barrio con estilo propio- , La Horqueta y se tentarán a recorrer, compartir, pasarla bien, celebrar los dones de ese rincón único de San Isidro enmarcado por los Accesos de la Panamerica y reafirmar una identidad muy propia y tan joven como potente. Blanco Encalada fue ayer una peatonal de alto tránsito. Un ir y venir sin pausa que en cinco horas intensas, de 12 a 17, coparon el centro comercial de La Horqueta para ser parte y disfrutar de Fiesta Y. “Es un barrio muy querido, pero alejado del centro, y a nosotros nos interesa estar cada vez más cerca de la gente. Esta fiesta sirve para juntarnos, para que los artistas del barrio se muestren, favorecer el circuito gastronómico, dar a conocer a los emprendedores. Fiesta Y ya es un clásico”, comentó el Intendente de San Isidro, Gustavo Posse, al promediar el encuentro. Una iniciativa coordinada por la Junta de Acción Vecinal local y la Subsecretaría General de Cultura de San Isidro, con acceso gratuito.

Familias enteras, grupos de amigos, rondas de mate, mucho cochecito de bebés y no pocos perros fueron la postal de una fiesta que revolucionó unos 300 metros de la calle más céntrica de este barrio con forma de Y.

“Mapeamos a los artistas, los que cocinan, los emprendedores y las escuelas, y los reunimos en una gran fiesta que hacen los propios vecinos. Estamos convencidos de que la gente necesita encontrarse, estar en comunidad, descubrir cosas y construir entre todos un lugar que no sea solo el lugar donde vivimos, sino una red de personas que debe entenderse y llevar tanto los conflictos como las alegrías en conjunto”, dijo Eleonora Jaureguiberrysubsecretaria general de Cultura del municipio.

Muy visitada, la feria de emprendedores fue el lugar para recorrer a paso lento, entre propuestas de indumentaria, diseño, deco, mandalas en vidrio, cerámica artesanal y muchas otras. En los restó, cosas ricas, y obra colgada y en proceso. “Esto es generar comunidad”, resumió la Tana Degiovanni, una artista del barrio, que en la vereda del restó Alo’s y al lado de una mesa en la que los chicos le daban a las pinturas, hacía rostros en carbonilla.

Claro que el arte también pudo verse casas adentro, como en la de Cirilo Wagener, una de las ocho postas del rubro. “Mucha gente del barrio no sabía que acá vive y trabaja un orfebre. Excelente movida”, dijo Cirilo, que además colgó obra de otros artistas de la zona.

La danza tuvo sus representantes, de la escuela de Valeria Archimó a la intervención a puro hip hop a cargo de Marina Ahumada H3 Crew. Saltos, y de los buenos, se disfrutaron en el Campo de Deportes de la Goethe Schule, con exhibiciones de trampolín y gimnasia rítmica. Ahí mismo, el Circo Vagalume despertó sonrisas y no pocos ¡Oh! con sus payasos acróbatas.

“Es una oportunidad muy linda abrir el colegio a la comunidad”, sostuvo la maestra jardinera Kiki Heckhausel en un aula llena de chicos tan entusiasmados como los grandes con robots, pantallas y controles a distancia, como parte de la feria INNOFEST. Y de ahí a lo artesanal, al stand del Museo del Juguete, donde se armaron más de 25 autitos a piolín bajo la guía de expertas de esa institución, con la ayuda de la Escuela Técnica Nº2 y como previa a la carrera que el 10 de noviembre se realizará en el museo.

Presencia municipal que también se dio en el puesto de San Isidro Recicla, de la Secretaría de Espacio Público, y en las charlas de educación vial para niños, a cargo de la Dirección de Tránsito, entre triciclos y bicicleta en movimiento y al mando de aplicados conductores.

Sobre el escenario, por el que pasaron bandas de los colegios del barrio, el cierre tuvo, también, aire local con Silvestre y La Naranja. “Me encontré con amigos que tienen sus stands de ropa, artículos en madera y otros rubros. Crecí acá, conozco el barrio y me encanta esto del festival polirrubro, el encontrarse en la calle. La Horqueta lo necesitaba”, dijo Justo Fernández, voz del grupo indie y de rock/pop.

En el puesto de la Junta Vecinal estaban exultantes. “Es gratificante ver al vecino en la calle, mirándose a los ojos, compartiendo. Este año hicimos foco en la ayuda social y, realmente, nos superó la colaboración de todos”, expresó Oscar López Serrot, presidente de la Junta Vecinal, cuando la ayuda de los vecinos, a poco del final, había permitido llenar ocho canastos grandes de panadería con alimentos no perecederos para el Jardín Maternal de la Capilla San Benito, en el Barrio Jardín, próximo a La Horqueta.